Una falla en el destino

Capítulo 11: La que vive

El capitulo final. Por fin.

He iniciado un Discord. Tengo la intención de que sea un servidor pequeño y relajado, nada lujoso o grandioso. Si tienes alguna pregunta sobre mi escritura, quieres hablar sobre mi trabajo o simplemente quieres pasar el rato, eres más que bienvenido a unirte. El enlace está en mi perfil.

Lea, revise y siéntase libre de señalar cualquier error/inconsistencia.

Lo más probable es que el próximo capítulo se publique el próximo sábado. Los detalles se publicarán en mi Discord.

Harry Potter: un error en el destino

La piedra serpentina

X. La que vive

Ahogo.

Abajo y abajo, más y más abajo, Harry se hundió. Era como las pocas lecciones de natación que Harry había tenido en Privet Drive, las que tía Petunia había permitido únicamente para no levantar sospechas.

Pero no fueron las oscuras profundidades del agua en las que Harry se hundió esta vez. Harry no estaba seguro de qué era exactamente, pero era fuerte y suave, envolviéndose a sí mismo alrededor de él como cuerdas fundidas calientes y apretadas. Harry sintió que el aire lo dejaba mientras miraba a la mujer frente a él, buscando desesperadamente una explicación plausible.

Tal vez ella está aquí para ayudar, o tal vez para detener a Voldemort.

Sí, eso era todo, decidió Harry. Ella estaba aquí para ayudar. Tenía sentido, después de todo; el profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras, y, casualmente, la bruja más talentosa que Harry había conocido , sería el candidato ideal cuando se tratara de algo relacionado con Voldemort.

Harry asintió, dejando escapar un suspiro profundo y tembloroso. El sudor le corría por la frente y el calor del fuego detrás de él le presionaba la espalda, pero Harry lo ignoró y se volvió hacia el profesor Baker. Los ojos de zafiro se clavaron en los suyos. Se arremolinaron furiosamente, quemándolo. Algo dolía - las manos de Harry saltaron a su cicatriz, sus dedos apretando fuertemente contra ella. Los bordes se sentían como labios; si lo fueran, Harry estaba seguro de que estarían gritando de dolor. Harry forzó su cabeza hacia arriba, sus ojos clavados en los de la mujer una vez más.

Su cabello castaño chocolate caía en cascada sobre sus hombros como olas, sus ojos eran más profundos que el océano. Harry se obligó a no temblar mientras miraba dentro de ellos; ahora estaban fríos, y la mirada de ella se sentía como hielo presionando contra su cráneo.

"P-Profesor -" comenzó Harry, haciendo una pausa cuando Baker levantó lentamente una mano. Ella le dedicó una mirada rápida antes de darse la vuelta para enfrentarse a algo bastante familiar:

"El espejo de Oesed". —dijo Baker, mirándolo con curiosidad—, no muestro tu rostro, sino el deseo de tu corazón...

Ella se quedó en silencio, un ligero ceño fruncido estropeando sus rasgos. La respiración de Harry no se había vuelto más lenta. Su mente estaba empezando a juntar las piezas, cosas que esperaba desesperadamente que fueran solo productos de su imaginación.

Baker se dio la vuelta abruptamente, con la cabeza inclinada hacia un lado.

"¿Qué ves en el espejo, Harry?"

"¿Q-qué?"

Una mano fría se envolvió suavemente alrededor del hombro de Harry, llevándolo hacia el espejo. Harry se estremeció levemente cuando la mujer lo tocó, su cicatriz había comenzado a arder nuevamente, aunque no dijo nada.