Una falla en el destino

Capítulo 2: Callejón Diagon

El primer capítulo del primer libro. Lea, revise y siéntase libre de señalar cualquier error/inconsistencia.

Tenga en cuenta que se han realizado ediciones menores en el prólogo (capítulo anterior). Si lo lee antes del 5 de junio de 2022, el contenido es ligeramente diferente.

El próximo capítulo se publicará el próximo sábado.

Harry Potter: un error en el destino

La piedra serpentina

I. Callejón Diagon

"- tienes tu varita, ¿qué más deberíamos comprar?" dijo Hagrid.

"Libros, creo." respondió Harry, lamiendo apresuradamente el helado que Hagrid le había comprado, "Pero podría haber algo que he olvidado".

Harry dejó su helado en la mesa frente a él, tomándose un momento para observar el glorioso mundo que lo rodeaba.

"¿Una garra de grifo por un cuarto de mil galeones?" murmuró un hombre bastante mayor mientras salía furioso de una de las muchas tiendas, "Ladrando como locos, todos ellos..."

A un lado de la tienda había varios niños, todos los cuales parecían tener la edad de Harry. Todos y cada uno de ellos tenían la nariz presionada contra el vidrio, mirando lo que parecía ser un palo de escoba con los ojos muy abiertos.

"¡Mira eso!" Harry escuchó a uno de ellos decir: "La nueva Nimbus Two Thousand, ¡la más rápida jamás vista, según me dijo mi hermano!"

Incluso cuando el sol se preparaba para dar paso a la noche, el Callejón Diagon se llenó de vida.

Era la tarde del treinta y uno de julio de 1991, casualmente su undécimo cumpleaños. Este era fácilmente su favorito. Harry no podía recordar que jamás se le permitiera ir a un lugar tan agradable, especialmente en un día tan especial como su cumpleaños .

Sin duda fue un cambio de ritmo, uno por el que Harry estaba muy agradecido, incluso si tuviera que regresar a Privet Drive en unas pocas horas.

Será solo por un mes. Después de eso, soy libre .

"Vamos al Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería". Harry murmuró para sí mismo. Una suave sonrisa creció en sus rasgos.

Fue, sin duda, el mejor regalo de cumpleaños de todos.

"¿Tienes tus cosas?" preguntó Hagrid un cuarto de hora después.

Harry asintió, señalando el baúl que estaba en el suelo junto a él. Ya había empacado la mayoría de sus pertenencias nuevas en el baúl, ya que no había encontrado otra forma de transportarlas fácilmente. Las únicas excepciones fueron Hedwig y su varita. El primero descansaba pacíficamente dentro de su jaula, y el segundo estaba cuidadosamente metido en el bolsillo de los pantalones vaqueros de gran tamaño de Harry.

La mano de Harry se frotó inconscientemente contra el bolsillo dentro del cual permanecía su varita. La varita era bastante fascinante, en su opinión, una opinión que parecía ser compartida por el hombre que se la había dado, el Sr. Ollivander.

Incluso si es la varita gemela de Lady Voldemort.

"¿Hagrid?" comenzó Harry mientras los dos se dirigían hacia Flourish and Blotts, la librería residente de Diagon Alley, "¿Cómo era ella? Vol - lo siento, Ya-Sabes-Quién?"

Hagrid se estremeció levemente.

"Nadie lo sabe, supongo". el medio gigante respondió con sinceridad: "Pero no puedo imaginar que ella fuera una de las buenas".