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Manejo por dos horas exactas, dándose cuenta que su destino dió con un edificio bastante lujoso, y claramente decía "Motel" en el letrero y se distinguían algunos chicos, incluso countrys habían ahí. No era algo agradable de ver...

Este aguantando el asco y la repulsión que sentía se adentró, si quería sacar al chileno, tenía que pedir una hora con él, no le quedó otra que ir a recepción.

(Guten Tag...Ich möchte eine Stunde für heute Abend reservieren.) Guten natch...me gustaría reservar una hora para esta noche.—pidió a pesar del desagrado que sentia.

(Sure, which boy would you like?)  Claro ¿Qué chico le gustaría?—preguntó coquetamente la chica de recepción.

(Die Republik Chile...) República de Chile...

— (Oh, I'm sorry, but the country already has three reservations for tonight, it would have to be another day.) Oh, lo siento, pero el país ya tiene tres reservaciones para esta noche, tendría que ser otro día.—se disculpó.

¿Tres reservaciones? ¿Cómo mierda pensaban que aguantaría eso?

Pensó el pelinegro.

(Es ist in Ordnung, danke...) Esta bien, danke...—este se alejó un momento pero luego, sin que nadie lo notará, se adentró en el ascensor y cerró las puertas.

Finalmente llegó al pasillo de los clientes, por suerte eran habitaciones anti sonido, no le gustaría escuchar lo que ocurre adentro.

En lo que pensaba como comenzar a buscar al chileno, se topó con un tipo saliendo de una habitación arreglandose la corbata, cuando se fue, se percató de otro saliendo del ascensor, reconoció aquel sombrero y postura recta de inmediato, este frunció el ceño y se dispuso a seguirlo.

Al ver que se dirigía al mismo cuarto a donde había salido el otro, rápidamente se acercó por detrás, y sin tardar le dió un codazo en la nuca noqueandolo al instante. Este lo sostuvo para que no hiciera ruido al caer, y lo arrastró hacia el interior de la habitación, cerrando la puerta detrás de sí.

Una vez dejó el cuerpo inconsciente en el suelo, levantó la vista hacia la cama matrimonial, notando como estaba el cuerpo del chileno acostado ahí dándole la espalda, vestía una llamativa lencería negra, pero esta estaba algo desgarrada, al igual que su piel, más que nada su espalda, contaba con bastantes mordidas y rasguños en el cuerpo, incluso algunas heridas aún sangrantes.

Se acercó con cuidado para sentarse al otro lado de la cama, su contrario no se dignaba a voltear pero si habló.

— P-puede hacerlo rápido por favor...—su voz se notaba agotada, ya que no daba para otro más, había tenido la lista llena todos estos días.

El alemán no respondió ante eso, pero no evitó sentir tristeza, se quitó el abrigo y con delicadeza le cubrió la espalda lastimada, para solo decir;

(Diese Kleider sind nicht geeignet, mich zu empfangen...) Esas prendas no son adecuadas para recibirme...—comentó con voz suave, dejando extrañado al chileno.

Este se dió la vuelta para solo toparse con el alemán, este al apenas verlo, no tardó en abrazarlo, sin mucha fuerza debido a lo adolorido que estaba. Ale solo correspondió con cuidado comenzando a consolarlo, ya que el chileno no había tardado en volver a llorar.

Mientras proporcionaba caricias en su cabello, vió de reojo la cama, notando lo manchada que esta estaba, se distinguían fluidos blancos al igual que rojos...

No pudo evitar sentir enojo al igual que tristeza, no quería ni imaginar lo que le habían hecho en su ausencia, pero seguro, no iba a preguntar por eso.

⋆❝𝑩𝒖𝒔𝒄𝒂𝒏𝒅𝒐 𝑳𝒊𝒃𝒆𝒓𝒕𝒂𝒅❞⋆✔︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora