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me levanté cuando sentí movimiento a mi lado, dani estaba sacando uno de sus brazos que estaban alrededor de mi cintura para acomodarse

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me levanté cuando sentí movimiento a mi lado, dani estaba sacando uno de sus brazos que estaban alrededor de mi cintura para acomodarse.

pude sentir que no había dormido mucho pero tampoco quería perder el día por lo que le dispuse a cambiarme para entrenar un poquito y despejarme.

al pasar por la cocina me encontré a alfa y romi, quienes estaban realizando una de sus típicas charlas matutinas.

- que raro vos despierta tan temprano - me dijo romi ofreciéndome un mate, lo acepte sin dudar, no podía empezar a entrenar sin tener algo en el estómago

- me esta costando un poco conciliar el sueño, ya voy a volver a dormir todo el día no te preocupes - contesté provocando la risa de los tres, la ex diputada se puso seria por un instante

- ¿vos estas bien? - preguntó analizando mi cara

en algún momento me iba a llegar esa pregunta, todos en la casa se habían dado cuenta del repentino acercamiento entre julieta y marcos, al igual que mi alejamiento del salteño.

- estoy perfecta, romi, no te preocupes. ahora si los abandono para entrenar un rato

ambos me despidieron con una sonrisa.

agradecí internamente que estaba todo vacío y en silencio, momentos como aquel me ayudaban a organizar mis ideas.

entrene lo justo y suficiente, no me iba a matar con el calor que hacía.

cuando ya estaba terminando de estirarme un poco pude sentir una mano en mi cintura que me dio unas leves caricias.

lamentablemente estas no generaron nada dentro de mi, no me gustaba.

- buenos días, colito - me dijo nacho con los ojos hinchados debido a que recién se despertaba, le ofreci una sonrisa - que raro vos entrenando por las mañanas

- no dormí mucho, me esta costando un poquito - le dije mientras nos dirigíamos a los sillones de afuera, nuestro lugar habitual

- eso porque no dormiste conmigo

- en tus sueños voy a dormir con vos

- no te hagas la otra que te moris de ganas

ojalá tuviera razón. solamente me rei ante aquello y justo cuando él iba a comenzar a insistir con el tema marcos salió.

nos dirigió una mirada a ambos, no le gustaba para nada lo que veía.

- buen día - nos dijo, fue bastante seco. los dos le respondimos

el ambiente se tornó un poco incomodo, los tres en un mismo espacio y encima solos no era nada bueno.

intente continuar mi charla con nachos, dejando obviamente los chamuyos de lado.

no me podía contener, de reojo miraba como marcos entrenaba sin remera, él era sin dudas la debilidad de toda mujer y hombre.

odiaba que sea la mía.

nacho parecía no darse cuenta, o por lo menos eso aparentaba. prestaba realmente atención a cada una de mis palabras y eso era un mimo a mi corazón.

él era un dulce conmigo y odiaba no poder corresponder sus sentimientos. el salteño ya era dueño de mi corazón.

_

estaba cambiandome para irme hacia la pileta, el día estaba demasiado caluroso, mucho más que la mañana.

cuando termine de ponerme una remera grande de la selección argentina, que por cierto me traía muchos recuerdos hermosos, dani entró por la puerta.

- por fin solas, boluda. me tenes que contar que era lo que te pasaba a la noche - me dijo sentándose en la cama donde se encontraba la poca ropa que había sacado

suspire, confiaba un poco en ella y no la veía capaz de traicionar, por lo menos no a mi, no después de aguantarse por días mi estado de humor cambiante.

- ¿la historia larga o la corta? - le dije moviendo la ropa para sentarme a su lado

- la que vos te sientas cómoda de contar

¿cómo no quererla?

le conté de principio a fin todo lo sucedido con marcos, no pude evitar soltar un par de lagrimas y confesarle que en un comienzo yo pensaba que ella estaba interesada en él, cosa que me negó rotundamente.

me abrazó un buen rato hasta que me calmé.

- date tu tiempo, pri. no intentes sacarte a uno de la cabeza con otro tan rápido. permitite sentir. te voy a decir otra cosa, desde que los vi hablar por primera vez en el sillón supe que iban a terminar juntos, vas a ver que voy a tener razón

- no se si quiero terminar con él

- lo decis ahora porque estas dolida, las cosas se van a aclarar. sin dudas lo seguis queriendo un montón y él a vos por lo que veo

nos volvimos a abrazar y no dijimos más nada, nos dirigimos ambas hacia afuera con los brazos entrelazados.

al llegar julieta nos miró un poco extrañada, calculo que se sintió un dejada de lado.

me saqué la camiseta para dejarla en una de las reposeras, justamente en la que estaba nacho sentado.

este último me analizó de arriba hacia bajo para luego detenerse en mis pechos. me divertía un poco la situación.

- mis ojos están acá arriba, rubio - le dije guiñandole el ojo, él se sonrojó

marcos, que estaba en la pileta al lado de julieta, tensó la mandíbula. estaba muy celoso, como yo lo estaba al verlo con ella.

parecía un juego interminable.

amor en juego | marcos ginocchio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora