Capítulo 24

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Verdad Oculta: En la vida real, mi primer exámen de conducir, fue mítico.

Minutos más tarde, escuchamos varios disparos y segundos después comenzaron las órdenes por el pinganillo.

—León coge a tu grupo y entrad por la habitación de Kyle Muffig—Dimitry ordena a León.

—Ya lo habéis escuchado, vamos.

León y los demás nos dirigimos hacia el otro lado de la casa y comenzamos a escalar para poder llegar a la ventana de la habitación de Kyle.

—Subiré yo primero León, cubridme.

Cuando Dasha comenzó a escalar, varias personas nos acorralaron automáticamente.

¿Tan rápido?

Los Ivanov tenían razón... ahora saben protegerse muy bien.

—Que placer de poder matar a media familia en un momento—Mía Cornel habló y todos comenzamos a disparar y a pelear sin control.

Un hombre se abalanzó hacia mí provocando que pierda de vista a Mía y comenzó a asfixiarme con una cuerda, hasta que con todas mis fuerzas, me impulsé y mi pierna llegó a golpear su rostro. Rápidamente comienzo a respirar agitada y a toser.

Un poco más y me muero.—Pensé.

Me di cuenta de que el hombre se estaba incorporando y quería dispararme. Se intentaba levantar torpemente pero antes de que eso sucediera me adelanté, cogí mi pistola y sin mirarle le maté.

No lo he matado, me he protegido. Pero no puedo mirarles a la cara mientras les disparo.

Cuando por fin me deshice de él, noté la ausencia de León, Nicolay y Dasha.

Comienzo a caminar poco a poco y veo a Trevor y Alec luchar brutalmente.

Cerré los ojos e intenté concentrarme.

—He luchado durante meses, tengo que hacerlo.—pensé.

Corrí rápidamente y golpeé a uno de los aliados de los Suexe provocando que quede inconsciente y liberé a Trevor de su agarre.

—Enana te lo juro que iba a morir, gracias—Trevor dispara a uno de los dos que atacaban a Alec.

El otro hombre sin pensar, se abalanzó contra mí intentando clavarme una navaja en el pecho y torpemente intentaba evitarlo.

Puede que en resistencia haya mejorado, pero de fuerza no.

Gritaba angustiada, ese hombre tiene muchísima fuerza y no sé cómo todavía sigo luchando para que no me mate.

Trevor rápidamente le golpeó provocando que la navaja se clavara en mi hombro y grito de dolor.

—¡Quitármelo!—suplico a Trevor y Alec.

Quería gritar más por el dolor, pero Alec me tapa la boca para no hacer ruido.

Sollozaba en silencio mientras unas lágrimas recorren mis mejillas.

Verdades Ocultas (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora