16 ☃️

3.4K 512 100
                                    

Capítulo dedicado a todas las personitas que leen esta historia, gracias y que tengan unas felices fiestas 💜

☃️

—Abuelo, queremos llegar hoy, ¿sabes? —se quejó Yoongi.

—Me agradaba más cuando no hablaba —masculló Jin detrás del volante.

—Y Jungkook ya quítate de encima, aún no me gusta que me toquen mucho.

—Debemos recuperar los años perdidos, Yoon-Yoon —dijo aún abrazado a su brazo y recargado sobre su hombro.

—Hasta aquí están los carros, hay como unos treinta, ¿sabes cómo es el de Taehyung? —Namjoon no terminó de hablar cuando Yoongi ya se había bajado, corriendo en busca del auto gris oxford del menor.

Lo visualizó cerca de unos oficiales de tránsito que estaban desviando los carros. Yoongi fue hacia estos y uno de los oficiales le hizo señas de que se detuviera.

—Necesito —dijo sin aliento—, yo, el carro —señaló.

—No puedes pasar, chico, hay hielo en todo el suelo, los estamos desviando uno por uno, por seguridad deben permanecer en el auto.

—No, no, necesito ir con él.

—Regresa a tu auto —le ordenó.

—¡Déjelo pasar! —dijo Jungkook quien recién llegaba, Namjoon detrás de él. —En ese auto está el amor de su vida, ¡¿que usted nunca ha estado enamorado?!

—Jungkook, tranquilo, el oficial solo está haciendo su trabajo —lo calmó Namjoon.

—¡Taehyung! —gritó Yoongi—, ¡Kim Taehyung!

El auto de Taehyung siguió avanzando lentamente.

—La multa no debe ser muy alta, ¿cierto? —le preguntó al oficial, el cual lo miró confundido y entendió después de que Yoongi saliera corriendo.

El hombre quiso ir tras él pero Jungkook se le subió, gritándole a Yoongi que moviera sus piernas flacas.

Yoongi se puso frente al auto con sus brazos extendidos y este frenó de inmediato, afortunadamente la velocidad no era alta.

—¿Yoongi? —preguntó Taehyung bajándose del auto—, ¿qué estás haciendo? ¡pude atropellarte!

—¡Oye tú! —el mismo oficial se había desafanado de su hermano y venía con otro compañero.

—Vámonos, vámonos —se subió al auto de Taehyung y éste, aún confundido, lo obedeció siguiendo la desviación que habían abierto tras la nieve.

—¿Qué está pasando?

—Te quiero en mi vida Taehyung —el castaño lo miró y regresó su vista rápido al camino—, fue mi miedo el que habló antes, el miedo que me ha paralizado tantos años, pero yo, Min Yoongi, quiero que te quedes.

—Espera —Taehyung se hizo a un lado, dejando que los demás autos avanzaran y apagó el motor, concentrando en mirar a Yoongi—, ¿qué dices?

—Para mí es muy difícil concebir la idea de que alguien me ame, y no es algo que podré cambiar de la noche a la mañana, es parte de mis inseguridades en las que debo trabajar, pero... —tomó sus manos, las cuales se encontraban cálidas a diferencias de las de él por haber estado a la intemperie—, por favor, toma mi mano mientras arreglo mi corazón, no me sueltes aunque un día mis demonios te griten que vayas, por favor, quédate conmigo.

—Yoongi —habló el menor—, ¿hablas en serio? Porque no sería capaz de soportar otro rechazo.

—Estoy totalmente seguro, te quiero en mi vida, tú... ¿tú aún me quieres? —preguntó tímido, con un anhelo que no le había visto en la mirada.

Taehyung sonrió, soltó sus manos para acunar su rostro y posar sus labios sobre los del mayor, lo besó lento, probando su labio inferior, Yoongi se aferró a sus brazos, abriendo la boca para dejarse hacer por Taehyung que aprovechó y adentró su lengua encontrando la del mayor, tímida y cálida.

—¿Eso respondió a tu pregunta? —susurró sobre sus labios.

—Dijiste que no besabas con lengua a tus clientes —murmuró, con un toque de diversión.

—Qué bueno que tú seas mi novio y no un cliente —contestó. Yoongi sonrió y se lanzó a besarlo con mayor intensidad, perdiéndose en la sensación cálida que brindaba su cercanía y un deseo creciendo en su interior.

—Jóvenes —tocaron el vidrio del auto, interrumpiendo su sesión de besos, entonces Yoongi se percató que se encontraba casi encima de Taehyung—, no hagan eso, estamos en la vía pública —dijo el mismo oficial que había detenido a Yoongi, éste le mostraba una hoja.

—¿Es mi multa? —preguntó Yoongi, ligeramente asustado y avergonzado.

—¿El amor de tu vida? —preguntó, miró al castaño y regresó la vista al pelinegro.

—Es lo que estoy averiguando —contestó Yoongi, mirando a Taehyung, éste le acarició la mejilla con la nariz y aferró el agarre en su cintura—, pero eso parece —dijo con una sonrisa.

—Feliz navidad —respondió el oficial, dándoles una sonrisa y rompió el papel de la multa.

🎄

Que les traigan su bities de cartón esta navidad jaja

El contrato navideño | TAEGI | COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora