♟️CAP.7♟️

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—Yo... Tuve un accidente ahí abajo, y tengo miedo de que te pase algo.— soltó.

—Tranquilo Brahms, tendré cuidado.— respondí.

—Es que tú no entiendes, si te pasa algo mi vida acaba, ya no puedo pasar ni un segundo más sólo en ésta casa.— contestó con frustración.

—Brahms... Tranquilo, todo estará bien, sólo bajaré por unas cosas y subo antes de que te hallas dado cuenta, te lo prometo.— por un momento había pensado en decirle que en unos cuantos  meses mi padre y yo nos iríamos de  la casa pero dude en hacerlo ya que temía a que se enfadara y causara un alboroto o una tragedia.

—Está bien, te espero aquí.— dijo resignado.

—Brahms, ¿Puedo preguntar qué pasó ahí abajo?.— Vino de nuevo la curiosidad a mí, ya era costumbre.

—Estaba jugando y se salió de control, nada importante.— dijo casi como si no quisiera contestar, podía jurar que estaba mintiendo.

—Y...

—El juego acabó, espero que vallas rápido por tus cosas.— dijo y el silencio reinó en la habitación.

Esperé el minuto en silencio y me quité lo que cubría mi vista, observé al muñeco, la verdad es que tenía muchas dudas pero nadie podía decirme la verdad. Bajé hasta el sótano y tomé la caja que me pertenecía.

—Por fin estás en casa.— hablé hacia la caja en manos.

Subí lo más rápido que pude a mi habitación y dejé la caja en mi cama, corrí por Brahms para dejarlo en una silla cerca de mí y enseñarle lo que contenía.

—Mira Brahms, donde yo estaba viviendo estudiaba fotografía, en ésta caja es donde tengo mis distintas cámaras, te encantará.— hablaba con el muñeco mientras abría la caja y sacaba todo lo que tenía —Ésta es mi cámara favorita.— saqué la cámara.

Platiqué con Brahms mientras limpiaba las cámaras y armaba algunas, expliqué como se usaban al muñeco y después paré un momento para ir a almorzar, terminando supe qué tenía que hacer.

—Brahms, sé que no te gusta que salga pero... Necesito hacer ésto, es algo que realmente me gusta. Vuelvo pronto.— extrañamente solté un beso a la mejilla del muñeco.

Me abrigué, tomé mi cámara y caminé hacia el bosque, éste tipo de escenarios eran mis favoritos. Las horas pasaron y no podía dejar de capturar lo hermoso que era el bosque y mucho menos con el hermoso clima que había; nublado. Tan sólo tomé unas cuantas fotos más y por fin decidí ir a casa, estaba caminando de regreso, ya afuera de la casa me dió una cosa rara por ir a ver el lugar en donde estaba enterrado Brahms, supuestamente. Me quedé parada un momento ahí, era realmente sorprendente lo que pasaba en la mansión de los Heelshire, ni en mil años hubiera imaginado que existía una familia así, tan rara y espeluznante. Suspiré antes de tomarle una foto a la lápida, miré la cámara y me giré hacia la casa, puse la cámara en mi rostro lista para tomar una foto y así fue.

—Es una hermosa foto.— sonreí al verla tras la mini pantalla.

Tomé un poco más de fotos a la casa y ahora sí por fin entré a la casa.

—¡Ya estoy en casa!.— grité.

Claramente no hubo respuesta, tan sólo estaban las luces prendidas que me recibían de nuevo. Comí un poco y subí hasta mi habitación, deje mis cosas a un lado y busqué a Brahms, al no encontrarlo decidí bajar al sótano, necesitaba unas cosas más de ahí.

Ya era de noche, estaba ya bañada y con mi pijama viendo las fotos que había tomado en la laptop que saqué de entre las cajas de la mudanza, Brahms ya estaba a mi lado, había aparecido como siempre sin avisar cuando salí de la ducha.

| CONFUSIÓN |  Brahms Heelshire X readerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora