🪞CAP.6🪞

723 73 23
                                    

No sabía que decir, quería decirle que la cumpliría para después no cumplirla pero ahora sí me daba miedo de lo que me pueda llegar a hacer si no la cumplo.

—¿Vas a cumplir la regla verdad ______?.— habló de una forma espeluznante.

Tragué saliva, en verdad no quería hacerlo.

—¿Es necesario que lo haga?.— pregunté tratando de no sonar muy grosera, siendo delicada.

—¡Claro que sí!, ¡Lo tienes que hacer ______!, ¡Promételo!.— gritó con rabia.

—Está bien, Brahms. No quería que te alteraras de esa forma.— dije.

—Ok... Pero necesito asegurarme que lo vas a cumplir.— habló.

Ésta vez sí se me había congelado la sangre, mi cabeza daba vueltas y mi cuerpo comenzó a temblar.

—¿Cómo has dicho?.— fue lo único que pude decir.

—Que me aseguraré que cumplas bien la regla, justo ahora.— dijo acercándose a mí.

Pude sentir cómo se acercaba por el sonido de su voz y por un ligero aire, me sentí nerviosa, mi cabeza no paraba de dar vueltas, quería quitarme la venda ya y que todo ésto terminara. Eché mi cuerpo hacia atrás hasta que choqué contra la pared, ya no podía escuchar ni sentir nada.

—¿Brahms?.— pregunté.

En eso, sentí un ligero aroma a humedad y poco a poco se hacía más intenso, hasta que... Sentí algo en mis labios; al parecer, la fría porcelana al tacto con mis labios. Al principio salté un poco por el tacto frío, después me perdí en el ligero movimiento que hacía, hasta que mi mente se aclaró y me dí cuenta que estaba besando a un muñeco, aunque, era extraño ya que escuchaba una ligera respiración, cómo si el muñeco pudiese respirar.

—Tus labios me pertenecen.— escuché en un pequeño susurro.

Mi corazón comenzó a latir intensamente, no podía ver nada y eso me hacía sentir perdida, como si no supiera lo que está pasando pero al mismo tiempo saberlo, es desesperante.

—El juego terminó, recuerda esperar un minuto en silencio.— dijo con un tono normal. (Pero obviamente con la voz de niño).

No sé si me estaba viendo pero de todas formas sólo asentí, realmente no me sentía con ganas de decir ni una sola palabra.

Esperé el minuto en silencio, al pasar el tiempo me quité el gorro y la bufanda con un notorio temblor en mis manos, al tener la visión de todo pude ver al muñeco justo donde lo había dejado con un vaso de sopa instantánea vacío a su lado, por inercia miré sus labios, ésto había sido una locura. Rápido me paré y salí casi corriendo, necesitaba algo de aire.

Bajé a la cocina y tomé un vaso de agua rápidamente, tomé mi abrigo y salí sin rumbo alguno, realmente no quería ir al pueblo o estar en la casa, simplemente quería alejarme un poco de todo. Comencé a caminar entre los árboles, para mí el bosque es algo que me relaja, me hace sentir mejor, es mi lugar seguro. Seguí caminando por un largo rato, gracias a dios había traído mi celular conmigo, puse algo de música y seguí caminando tranquilamente, realmente estaba disfrutando el momento cuando escuché ruidos muy fuertes que venían de una dirección en específico, detuve la música de mi celular y seguí caminando en dirección a los ruidos, seguí y seguí hasta que por fin pude ver algo; la casa en construcción.

—Cielos.— susurré al ver la construcción.

La casa todavía no estaba construida al cien porciento pero a leguas se podía notar que era una casa que no iba a estar tan grande pero sería muy hermosa, una construcción que no es tan tardada pero si algo cara, ¿De dónde estará sacando dinero mi papá?.

| CONFUSIÓN |  Brahms Heelshire X readerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora