♟️CAP.11♟️

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Neitt tomó de mis piernas me levantó, ya se me estaba haciendo demasiado.

—Neitt, no. Para por favor.— dije alejando un como su rostro.

—Qué pasa, ¿Te preocupa tu papá?.— dijo.

—No, simplemente que no quiero que ésto escale a más, nisiquiera somos pareja.— dije.

Neitt se entristeció un poco, pero entendió que simplemente no quería nada con él, me pidió disculpas y fue al baño a lavarse el rostro, mientras yo, fuí a la cocina y tomé un baso de agua. Pasó el rato y platicamos un poco, evitando claramente hablar de lo que pasó.

—Ya paró la lluvia, será mejor que me valla.— dijo Neitt.

Nos despedimos y se fue, no sin antes pedir disculpas. Caminé hacia mi cuarto y me di una pequeña ducha, y sin más, me dormí en un santiamén. Al día siguiente me desperté feliz, tenía mucho entusiasmo de empezar el día pero no sabía porqué, no le di importancia pues aveces solía pasar. Me preparé un gran desayuno y lo comí mientras miraba por la ventana, parecía ser un día perfecto para mí; la brisa caía lentamente mientras la niebla cubría parte del paisaje. Durante toda la mañana estuve limpiando la casa, realmente le tenía mucho aprecio, pero... No me gustaba pensar en lo que ocultaba, sus secretos, sus verdades, simplemente preferiría no pensar más para no darle importancia.

Estaba quitando el polvo de algunos muebles mientras sonaba la melodía calmante de mi celular cuando mi paz fue interrumpida por el sonido de la reja abrirse. Aunque estuviera a una distancia lejana mi oído ya se había acostumbrado a escuchar el abrir y cerrar de la reja, era ya un instinto.

—Que raro, ¿Mi padre llegando temprano?.— pregunté para mí.

Salí tranquila hacia la puerta y traté de mirar tras la niebla a algún coche, tal vez aparecería uno en algún instante. Estaba visualizando el camino hasta que mi mirada se topó con algo muy peculiar: la moto de Neitt. Caminé hasta estar enfrente de ella y pude ver qué todo estaba intacto, parecía ser que desde que se fue no se había movido ni un segundo, es extraño, muy extraño, pensé. Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, estaba un poco confundida, estaba a punto de ir por mi teléfono para llamarle a Neitt cuando de pronto las llantas de un auto llegando llamaron mi atención. Miré rápidamente y se trataba de un taxi del pueblo, caminé lentamente hacia donde estaba estacionado aquél taxi, cuando me aproximé pude ver cómo bajaba del coche un señor ya mayor con un maletín y traje marrón.

—Hola.— dije a sus espaldas.

El señor volteó rápidamente y me dió una amable sonrisa.

—Buenos días señorita.— dijo saludando de mano —Usted debe de ser la niñera, los Heelshire ya debieron de haber advertido de que vendría.— dijo subiendo las escaleras.

—No, yo no...

—Oh, qué tonto soy, siempre olvido presentarme, una disculpa.— dijo el señor un algo despistado.

—No se preocupe...

—Soy el doctor Terence, vengo al chequeo anual de Brahms.— tomó mi mano saludando nuevamente.

El señor pasó a la casa y se dirigió directamente hacia las escaleras, corriendo detrás de él traté de decirle lo que pasaba pero me interrumpía nuevamente.

—Señor...

—Por cierto, muy lindo tu vestido.— dijo mientras continuaba subiendo.

—Gracias, pero...— agradecía el algo por el vestido pero no me dejaba continuar con la explicación.

—¿Qué tal se ah portado Brahms?.— dijo llegado al pasillo.

—¡Señor!.— me colmó la paciencia.

| CONFUSIÓN |  Brahms Heelshire X readerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora