🪞CAP.14🪞

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Pataleaba pero nada funcionó. Escuché como a mi alrededor sucedían cosas pero no lograba entender bien el qué. De un momento a otro escuché silencio total para después sentir el abrir de la puerta y sentir cómo arrojaban algo hacia mí, muy pesado.

El auto comenzó a avanzar y traté de quitarme lo que tenía en la cabeza cubriendome la vista pero alguien me golpeó al intentarlo. Pasaron aproximadamente 20 o 30 minutos para que el carro se detuviera, me bajaron y al parecer entramos a una casa, escuchaba las pisadas de madera fuertemente.

Pasó el tiempo y tan sólo estaba yo sentada sin saber lo que pasaba a mi alrededor, escuchaba ruido y murmullos pero nada podía entender de lo que decían. En un momento mi estómago rugió de hambre, me sentía débil, necesitaba con urgencia comer.

Estaba a punto de pedir comida cuando alguien me quitó el saco bruscamente, lo que pude ver, inimaginable; Brahms estaba frente a mí, amarrado en una silla con rastros de sangre y golpes por todo el cuerpo, estaba realmente mal. Lágrimas amenazaron con salir, estaba tan impactada por lo que ví que no me acordaba de él o los secuestradores.

—¿Te afecta verlo así?.— dijo Joseph.

Por la puerta de la habitación vi como entraba Reginald con distintos objetos.

—¿Qué nos van a hacer?.— pregunté asustada.

—¿Ahora me tienes miedo?.— alzó la voz.

—...

—Tantos años fingiendo ser tu padre para que ahora me lo agradezcas de ésta forma.— dijo "decepcionado".

En eso ví cómo Reginald tomó un bate de béisbol y lo alzó en dirección a Brahms.

—¡Detente!.— grité antes de que siquiera lo tocara.

Reginald se detuvo y miró a Joseph.

—¿Por qué no?, Es un asesino después de todo.— habló Joseph.

—No, no porfavor. Brahms no es malo.— dije con sentimiento.

—¡Oh!.— exclamó Joseph —Entonces quién es el malo aquí.— gritó —¿Yo por haber sacrificado mi libertad sólo para salvar a la hija de mi gran amor?, ¿Reginald por ayudar a su amigo a rescatar a su "hija"?, ¿Tú por ser una niña tonta o Brahms por matar a quien se le cruce por enfrente?. Dime, ¡¿quién?!.— gritó bajando su rostro a mi altura.

—Nadie tiene la culpa, déjanos ir.— dije con miedo.

—¿Enserio estás tan enamorada de este fenómeno?.— preguntó malvado e incrédulo —Bien, entonces por qué no lo miras directo al rostro.— caminó hacia un Brahms débil y le arrancó la máscara de una.

Ahí pude ver la terrible marca que le había dejado aquella escapada de la que me contó, la mitad de su rostro tenía quemaduras aunque su ojo se conservaba bien a pesar de eso.

—¿Sigues enamorada de tu hermoso príncipe?.— Brahms tan sólo trataba de ocultar esa parte de su rostro con la mirada baja.

—Déjalo ir papá, déjalo ir.— dije con algunas lágrimas saliendo de mis ojos.

—Veo que sí, entonces querrás darle un beso de amor a tu amado.— Joseph le hizo una señal a Reginald y él obedeció.

Me tomó de el suelo y me encaminó unos cuantos pasos hacia Brahms, cuando lo tuve enfrente Joseph me tomo de la nuca y bruscamente acercó mi rostro al de Brahms. Al tener las manos atrás sentí que me iba a caer encima de Brahms pero alcancé a retenerme ahí, entonces Joseph hizo que Brahms y yo nos dieramos nuestro primer beso. Lo hubiera disfrutado tanto de no haber sido en la situación en la que estábamos, pero nos encontrábamos aquí y eso hacía que fuera un beso tan amargo.

| CONFUSIÓN |  Brahms Heelshire X readerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora