♟️CAP.9♟️

546 46 4
                                    

Desperté pesadamente, no quería levantarme pero escuché ruido abajo.

—Ay no, se me olvidó decirle a mi padre.— salí de la cama corriendo y bajé a la cocina.

Al llegar me encontré con un Adam ya listo preparando el desayuno.

—Que susto.— dije aliviada, ¿De qué?, No sé.

—¿Pasa algo?.— preguntó Adam alzando una ceja.

—No, gracias por hacer el desayuno.— dije sentándome en la mesa.

—No es ni una molestia, sabes que me encanta cocinar, y sobre todo si es a ti que me chuleas los platillos.— rió.

—Bueno, me lavo los dientes y bajo.— dije levantándome de la mesa y dándome la vuelta.

—Pero apúrate, creo que el animal ese está por aquí, preparé un desayuno y hasta el plato se llevó.— dijo.

—¿Qué?.— retrocedí.

—Enserio amor, dejé un plato ya preparado y despareció en un instante, pero no te preocupes, ya estoy preparando más.— habló sin tomarle importancia.

Me detuve un momento a pensar, es verdad que la comida desaparecía de vez en cuando, pero a veces pensé que era mi padre el que comía de más por el trabajo y eso, pero veo que tal vez si hay un animal en casa.

Fuí rápido a lavarme los dientes y en un abrir y cerrar de ojos ya estaba de vuelta con Adam, desayunamos tranquilamente y fuimos a caminar un rato por la casa.

—Esto es increíble, pereciera ser un mini castillo, la verdad es que no es ni tan chico ni tan grande, es perfecto.— admiraba la maravilla de casa.

—Igual a mí me gustó demasiado, pero mi padre no quiere que nos quedemos aquí, por eso está....— un fuerte golpe se escuchó por debajo de nosotros.

—Se habrá caído algo que dejé mal puesto.— dije.

—Bueno, y por qué no aprovechas lo hermoso de la casa para tomar lindas fotos, valla niña, parece que no eres fotógrafa.— dijo decepcionado por mi falta de espíritu fotógrafo.

—Eh tomado unas cuantas, créeme que ya tendría un libro entero con imágenes en la casa, pero no tiene mucho que la mudanza trajo mis cosas, apenas y eh tenido tiempo de tomar unas pocas, repito.— expliqué.

—¿Y qué esperas para mostrarmelas?.— preguntó entusiasmado, mientras yo, me arrepentía.

Fuimos a mi cuarto por mi computadora y bajamos a la sala, ahí pude enseñarle lo que había fotografiado. Todo iba bien hasta que se topó con las fotos que no quería que viera.

—Neni, ¿Qué significa ésto?.— señaló la imagen en pantalla.

—Es un... Una lápida...

—Ajá, y...

—Y, eso es historia para más tarde.— cerré de golpe la laptop —Deberíamos de ir un rato al pueblo.— sugerí.

—Bien.— Aceptó y enseguida nos fuimos a cambiar.

Ya estábamos en la puerta, a punto de salir cuando ví a Brahms en la puerta de entrada.

—Ese muñeco, qué susto.— dijo Adam llevando una de sus manos al pecho.

—Perdón, creo que lo dejé ahí por accidente, voy a dejarlo a la sala.— tomé a Brahms en brazos y caminé hasta un pequeño sillón.

Dejé al muñeco en el sillón y caminé apresurada hacia donde estaba Adam, estaba por pasar el umbral del pasillo cuando escuché el teléfono sonar. Atendí enseguida la llamada para sólo escuchar el silencio del otro lado.

| CONFUSIÓN |  Brahms Heelshire X readerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora