Desperté por el ruido debajo, me paré rápido y bajé casi corriendo, era mi padre, al parecer era hora de irnos pues estaba subiendo todo a al auto.
—Es hora linda.— me miró con una sonrisa y siguió sacando las pocas cosas que quedaban.
Subí de nueva cuenta y tomé la ropa que había dejado la noche anterior para cambiarme, ya lista, bajé de nuevo con una pequeña mochila y la subí al auto. Ya estaba todo listo, pero olvidé algo muy importante, mi cajita de recuerdos. Subí a mi habitación y tomé mi caja, miré por última vez la habitación y con un poco de tristeza salí y cerré la puerta, era una casa muy hermosa, pero ya no podía estar más ahí, bajé las escaleras y cuando estaba a punto de pisar la última miré directo a la puerta donde ya estaba mi padre esperándome, la felicidad me invadió, sentí que desde ahora todo iba a cambiar para bien, pero cuando estuve ya abajo y caminando hacia la pueta... Pasó lo inesperado.
El chico, aquél chico que me había descrito el doctor en su carta, salió de entre alguna de las habitaciones más cercana a la puerta y la cerró dejándome ver por última vez la cara de mi padre asustado a punto de correr. Mi expresión cambió en cuestión de segundos, mi corazón se paralizó justo con mi cuerpo y no supe que hacer. Brahms me miró con furia en sus ojos a través de su máscara, cerró la puerta con llave y seguido se escuchó a mi padre intentar abrirla, la golpeaba y gritaba pero nada servía. Brahms son tomarle importa caminó lentamente hacía mí, no podía reaccionar no sabía que hacer, pero su mirar me causaba mucho miedo, estaba enojado y no sé de lo que es capaz de hacer.
—Ven aquí mi dulce niña.— habló con su voz de adulto.
Al escuchar si voz reaccioné y corrí escaleras arriba, aunque sabía que iba a ser inútil ya que aparte de correr lento, él era demasiado alto. Mientras corría escuchaba las grandes pisadas de Brahms, y tal como lo predije, me alcanzó en tan sólo tres cuartos de la escalera, se abalanzó cantar mí y me agarró en un abrazo por detrás.
—Eres mía.— dijo con su voz ligeramente desgarrada.
Sentí cómo olía mi cuello y me apretaba más fuerte, recordé aquella noche, claro, era él. Estaba asustada, no sabía que hacer o qué decir, Brahms por su parte cargó mi cuerpo completo ye llevó hasta su habitación tirándole en la cama.
—No me dejarás como las demás.— se volvió a tirar sobre mí reteniendo mis manos con tan sólo una de él.
Con su otra mano tomó mi rostro y obligó a besar su máscara, no sé lo que siente pero para mí era extraño.
—Brahms, por favor no.— dije en llanto y desesperación.
Él se quedó encima de mi mirándome con una expresión que no conocía, por un momento todo se calmó, tan sólo veía su pecho subir y bajar de la fuerte respiración.
Un ruido extraño se escucha desde abajo, por inercia Brahms giró toda su cara y yo tan sólo mi mirar. Brahms se quitó de encima y tomó un atizador de chimenea, salió rápido y los perdí de visita rápidamente, corrí hacia afuera tratando de buscar otra salida cuando encontré a mi papá, corrí hacia él y lo abracé.
—shhh, no hagas ruido.— dijo y me tomó de la mano.
Me dirigió hacia la cocina y sin darme cuenta Brahms ya nos había alcanzado por detrás atacando a mi padre, traté de acercarme para defenderlo pero Brahms me quitó con tan sólo un empujón.
—¡Debes moriiir!.— gritó Brahms nuevamente con su voz rasposa alzando por encima de él el atizador.
—¡Brahms, no!.— grité fuertemente.
Él detuvo su acto y me miró, se paró y caminó hacia mí me tomó del hombro y se puso detrás de mí, colocó su mano derecha en mi rostro y procedió a hablar.
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| CONFUSIÓN | Brahms Heelshire X reader
FanfictionLo que se plasma en éste libro acontece después de la primer película. Narra ______ Todo en mi vida era normal. Tenía una mamá, un papá, iba a la escuela, tenía amigos, problemas. Realmente mi vida era como la de cualquier otra persona, pero, al cum...