Príncipe Captivo

5

Los días posteriores al espectáculo Jeonghan le seguía dando vuelta al mismo asunto ¿por qué no había sido solicitado para acompañar al rey a la cena? ¿Por qué había tomado a otras chicas en su lugar?

Se dio cuenta de que tendría más oportunidad de escapar si el rey pedía su compañía fuera del anfiteatro.

Pero no fue solicitado al siguiente espectáculo y había pasado casi un mes sin verlo.

Para salir de ahí tenía que ser la mejor compañía que el rey pudiera tener. Por lo que se dedicó a observar a las chicas que lo acompañaron aquella noche. Las tres rubias eran hermosas y elegantes, Jeonghan no hubiese imaginado que era esclavas.

Una noche se encontró con una de ellas montada sobre otro esclavo. La mujer se entregaba al placer en busca de su satisfacción rebotando sobre el hombre hasta alcanzar el éxtasis. La sensualidad que emanaba parecía provenir de su propio disfrute.

Al siguiente día la mujer lo confrontó.

"No te creas tan importante. El hecho de portar el collar sólo significa que quiere tomar tu virginidad. Una vez que lo logre serás como un esclavo cualquiera"

El comentario lo tomó por sorpresa. Ella no sabía el trasfondo de sus acciones, pero podía suponer que lo veía como una amenaza.

Una tarde llegaron por él el mismo séquito de sirvientas que lo preparaba para el rey. Sorprendido se puso de pie para acompañarlas.

Esta vez se sentía distinto, conquistar al rey se había convertido en su nueva misión.

Una vez listo lo llevaron a los aposentos del rey, que ya lo esperaba en la antesala. En cuanto entró cruzó la habitación en dos pasos, la repentina cercanía lo hizo estremecerse.

"Pueden retirarse" ordenó a las sirvientas.

"No necesitas esto aquí" dijo deshaciéndose de su máscara.

Jeonghan no pudo evitar ponerse nervioso, la duda seguía flotando en el fondo de su mente. ¿Sabía quién era? No. No tenía sentido mantener a tu enemigo como esclavo pudiendo negociar con su vida. El príncipe de Serenity por las tierras del norte parecía un buen trato.

El rey utilizó el dorso de su dedo índice para levantar su barbilla, acariciando e inspeccionando la piel de su cuello, con su otra mano bajó el escote de su bata descubriéndolo aún más.

"Hoy tenemos una visita muy especial. Te llamé primero para prepararte."

Se posicionó detrás de él tomándolo de la cintura para pegarlo a su cuerpo, luego lo arrastró frente al espejo.

Jeonghan se sorprendió al verse después de tanto tiempo. Su cabello dorado caía más allá de sus hombros, sus mejillas estaban hundidas y en general se veía más delgado.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por la cálida lengua del rey posándose sobre un costado de su cuello.

Jeonghan se tensó, pero no se apartó. El agarre en su abdomen se fue aflojando cuando se dio cuenta de que esta vez no opuso resistencia.

El rubio se relajó en su abrazo dejando que lo marcara a su antojo. Si bien no era algo que disfrutara había aprendido a permanecer pasivo ante sus atenciones.

Hecho que parecía agradar al rey que comenzó a frotarse contra su cuerpo, la posición no era de lo más cómodo debido a su diferencia de estatura, pero eso no evitó que buscar complacerse en su calor.

Jeonghan se perdió por un momento, su mirada fija en una esquina de la habitación, los lascivos sonidos de su piel siendo devorada y los gruñidos del rey empezaron a hacer efecto en su vientre.