Uniforme.

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[Taehyung]

Ana y yo nacimos en Busan con una diferencia de cuatro años.

Nuestros padres mantienen una amistad estable desde jovenes y por lo tanto nosotros también.

Yo, soy hijo único; mientras que ella es la tercera de tres hermanas.

Mi necesidad de hermanos me hizo por instinto cuidar de la pequeña al ser la más indefensa.

Un dia sin mas la familia de Ana se mudo a Seúl a tres horas de distancia, así fue como nos separamos y nuestra amistad continuo en la lejanía.

Desde niño siempre fui buen estudiante y cuando me hice adolescente eso no cambió. Por el contrario me volví competitivo deseando ser el número uno en cada oportunidad.

Junto al crecimiento, mi cuerpo cambió, tenía más hambre, energía y masa muscular que apareció de la nada. Noté que eso le atraía a las chicas igual que a mi. Opté por hacer gimnasio, alimentarme y dormir mejor. Esa combinación me beneficio bastante en cuanto al estudio.

Aunque siempre tuve suerte con las mujeres, algo me faltaba.

En una ocasión durante la noche, me encontraba en mi habitación frente al monitor terminando un trabajo para la clase del día siguiente. Estaba sumamente agotado y estresado. Recuerdo que cuando me encontraba así solo una cosa me calmaba, la pornografia.

No solía ser adicto o visitar estas páginas con recurrencia, más bien eran desahogos de los fastidiantes exámenes finales.

Solia masturbarme hasta eyacular y dormir plácidamente, pero esa noche algo pasó, la escena mostraba un trío con dos tipos músculosos y una frágil chica.

Mi atención se posó en los chicos pues normalmente miraba solo hombre y mujer, extrañamente desvíe la vista de aquella bella chica y me centre en ellos, estimulandose mutuamente, probándose y entregándose sin ningún impedimento.

Sin apartar un segundo la vista pude sentir aquel pequeño dolor latente bajo el pijama y cuando menos me di cuenta estaba acariciándome lentamente con la vista pegada en aquella pareja homosexual.

Una vez que me fui a la cama aquella imagen no salía de mi cabeza pensando en cómo sería estar con alguien de mi mismo sexo. Las mujeres me enloquecian pero acababa de comprobar que los hombres no me eran indiferentes.

Cuando me gradué del instituto lo hice con honores. Conseguí el reconocimiento a nivel nacional por haber ganado en varias ocasiones el primer lugar representando la universidad.

Desde entonces cada año me llaman para galardonar la graduación de generación, lo cual me ha sido beneficente pues ahí comencé a salir con algúno que otro chico novato.

En uno de estos eventos, donde suelen asistir también los grupos menores, conocí al perfecto Jeon Jungkook, a quien pude visualizar desde el frente donde daba unas palabras.

Él estaba sentado junto a su clase, aunque era de los de adelante, estaba en el último lugar de la fila. Sentado correctamente unía sus manos sobre las rodillas, perfectamente peinado y guapo con el uniforme de gala utilizaba anteojos que le quedaban sumamente bien.

Al terminar mi discurso aquel día me acerqué como de costumbre a saludar a los profesores, llegué hasta el de la 708 el cual me saludó con esmero y me dijo que nos veríamos el próximo año para graduar ese grupo.

Mi vista bajo al chico tras él, era de cabello castaño medio largo y lacio, por un momento me vio incómodo desviando la vista, pude notar sus perfectos ojos marrones.

Guardaba silencio mientras todos los demás charlaban entre sí, ahí supe que él era lo que yo necesitaba. Así luego de algún tiempo comenzamos a salir sin que notara que se trataba de romance, solo como hermano mayor y junior, hasta que sin querer comenzó a despertar en mi cama cayendo en sí que nos habíamos vuelto pareja.

Clase 708  ||TaeKook|| [Concluida]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora