Juego.

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Con el trascurso de los días y las semanas las cosas se ponían más tensas en la mansión habitada por tres jóvenes  atraídos entre sí. El pequeño tiempo de visita de Jungkook se había esfumado y repentinamente estaba viviendo con su novio y Ana.

Taehyung y el castaño se habían descarado frente a ella con el fin de que ella misma fuera en busca de ellos, sin embargo, hasta el momento había demostrado ser más fuerte de lo esperado.

Ambos chicos en confianza mantenían regularmente relaciones sexuales sin importar su presencia en la habitación de al lado e inclusive había ocasiones que los encontraba en la sala o la cocina y se limitaba a pasar por alto y fingir no dar importancia. Sabía que se trataba de una trampa y aunque le costara aceptarlo disfrutaba jugar a ser la difícil.

No obstante, con ambos vigilandola en clase como profesor y compañero las cosas no eran tan sencillas pues ahora no era solo uno si no dos quienes cuestionaban como iba vestida en sus salidas, con quién y a donde iba.

No podía evitar sentirse alagada al ser deseada por dos hombres atractivos pero cada vez la situación era más acosadora ¿hasta donde llegaría aquel par con tal de hacerla ceder?

—¿A donde vas? Aún no nos vamos.

Habló de pie frente a la mesa tomando un poco de café.

Ana se limitó abrir el refrigerador para tomar un durazno.

—Iré antes que ustedes, tengo que revisar unos reportes con una compañera —lo miró —los veré allá —alzó la mano en despedida para cada uno y se dirigió a la puerta.

—Oye, espera —habló Taehyung tras ella haciendo que girara a verlo —¿Qué compañera?

—Eu Jin.

—¿De que clase? —dejó la taza de café en la mesa y se acercó lentamente.

Jungkook se puso de pie y camino tras él.

—Álgebra —se encogió de hombros —¿Qué pasa?

—Jungkook dice que haz echo amigos recientemente.

Sonrió

—¿Tiene eso algo de malo?

—Si se trata de hombres que te toman la mano —se tocó la barbilla fingiendo pensar —si.

Ana se quedó callada.

—Habla de Jimin, el chico rubio de la 558 —dijo el castaño tras él.

—Jimin es mi amigo —rodó los ojos —No tengo nada que explicar y en dado caso le diría a mi padre —se dio media vuelta.

—Ana, ven aquí —una vez más Taehyung habló firme haciendo que esta obedeciera acercándose a él.

—Ya se lo que vas a decir, si repruebo por estar distraída seré castigada —suspiró —ya lo sé, relájate —sonrió.

La observó fijo un segundo sin inmutarse y justo cuando ella iba a alejarse la tomó por el cuello con fuerza atrayendo su rostro al suyo, pasó la nariz por su mejilla y la recorrió hasta llegar a su cuello el cual olió para llenarse de su aroma, depositó un leve beso y seguido succionó con fuerza.

Ana se sobresalto intentando empujarlo para soltarse del agarre.

—¡Tae, basta! —dijo incomoda pero parecía que no la escuchaba. Jungkook se acercó por detrás y la tomó por la cintura impidiéndole moverse hasta que al final la soltaron. Se toco el cuello adolorido y los miro con molestia. —Par de...

—Shh!! —Taehyung le indicó silencio con el dedo índice en sus labios —sigue hablando y te hago mía frente a Jungkook —sonrió.

Se tragó el coraje y saco su celular mirándose en la cámara frontal. Una enorme mancha roja pintaba su cuello.

Clase 708  ||TaeKook|| [Concluida]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora