Clase 708 ||TaeKook|| [Concluida]

La forma correcta.

Al día siguiente Ana se levantó más temprano que nunca, se arregló, tomó sus cosas y salió de casa con el mayor silencio posible, estaba enfadada por el suceso de la noche anterior donde Taehyung no le había permitido terminar, pero no despertó antes solo por nada, más que nunca deseaba ver al castaño y culminar lo que Tae comenzó.

Jungkook solía llegar temprano al instituto, siempre que ella y el pelinegro llegaban él ya se encontraba en el salón de clase, así que ese día ella se adelanto para esperarlo en la puerta de la entrada.

—Oye, Jungkook —Se acercó por detrás jalando su mochila haciendo que este se sobresaltara un poco.

—Ana ¿que haces aquí tan temprano? —habló con extrañeza.

—Estaba esperándote —sonrió.

—¿Para que, necesitas ayuda con el proyecto?

Soltó un risa abrazándolo coquetamente.

—Olvida eso, necesito ayuda con algo más —le miró —propongo que no entremos a clases hoy y en su lugar vayamos a tu casa —puso la mano en su cuello y se acercó a su oído —Vamos a portarnos mal ¿quieres? —lamió el lóbulo de su oreja.

Jungkook cerró los ojos ante su tacto.

—¿A esta hora?, estamos en entrega de proyectos...

—Estoy realmente caliente Jungkook —dijo en su cuello haciendo que este se erizara.

El castaño tomó aire y simplemente asintió sonriendo.

Lo tomo de la mano y caminaron a la parada del taxi para ir a la casa de este.

Una vez que bajaron Ana se lanzó desesperada sobre él casi impidiendo el paso hacia la puerta. Cuando al fin entraron tiró su mochila al piso y le ayudó a quitarse la suya también, lo tomo por el cuello de la camisa para atraer su rostro y besarlo con intensidad.

Lo llevó hacia atrás haciendo que sus piernas chocarán con el sofá donde lo empujó un poco haciendo que cayera.

Como era costumbre Jungkook se mantenia en silencio aceptando que ella hiciera lo que quisiera. Se subió encima rodeándolo con sus piernas y comenzó a quitar la corbata y abrir los botones de su ajustada camisa hasta dejarla abierta.

El castaño se sostuvo en ambos codos viendo como Ana bajaba desde su pecho hasta su abdomen dejando un camino de besos y lamidas llegando al cinturón de su pantalón. Lo abrió con desespero al igual que el botón y la bragueta, metió la mano para acariciarle el miembro y sonrió.

—Hmm estas duro ya —lo miró lamiendose los labios.

Siguió acariciandolo hasta que escuchó el primer jadeo del castaño quien comenzaba hacer muecas al sentir el tacto.

Finalmente le bajó la ropa interior para dejar expuesta aquella enrojecida erección, se lamio la mano para masturbarlo un poco más y se acercó para besarle nuevamente mientras se posicionaba para sentarse encima, lo miró a los ojos mientras ponía la punta en su vagina pero justo...

—Espera Ana —habló el castaño interrumpiendo.

Se sorprendió de que hubiera roto el caotico momento.

—¿Qué sucede? —lo miro extrañada.

—Condón, ¿Tienes uno?

Pensó un momento y negó con la cabeza.

—No y ¿tu?

Negó también.

Rodó los ojos y se bajo de encima decepcionada.