~Esta historia va a tratar principalmente de Shoyo Hinata y Tobio Kageyama, dos personajes de Haikyuu.
Aún no tengo totalmente claro lo que va a pasar, pero espero que salga bien.
Los personajes son de los creadores de Haikyuu, no míos.
La historia...
Conocía a Hinata y sabía que él nunca se lanzaría a decirme eso, por eso incité a que lo hiciera.
Hubo unos minutos un poco incómodos en los que ambos estuvimos pensando. Al fin cruzamos miradas y notamos mutuamente lo que pensábamos. Nuestras caras se fueron acercando hasta el punto de rozarse.
Entonces llamaron a la puerta, era Nishinoya. Intentó abrir, pero puse el pestillo antes de que lo hiciera.
Nishinoya: Uuuu. Bueno, yo os dejo abierto el pestillo de fuera, podéis salir cuando queráis.-se va
Kageyama: Bueno, ¿volvemos a lo que estábamos?
Hinata:-sonrojado-Sí.
Lo acerqué poniendo mi mano en su cuello. Toqué un poco su pelo naranja. Él estiró un brazo y lo apoyó en mi hombro.
Fue un beso muy lento. Yo era el que manejaba, él me seguía el movimiento. Nos pusimos de pie y él acabó entre la pared y yo. Sus labios se sentían muy suaves.
Estuvimos así unos cinco minutos, recuperando el aliento de vez en cuando.
Me separé despacio. Él estaba muy cansado ya de antes.
Kageyama. ¿Mañana te apetece quedar para practicar? Voleibol, eh.
Hinata:-ríe-Sí, claro.
Kageyama: Pues cuando acabes de desayunar vienes a un parque que hay aquí cerca. Te mando la ubicación. Y creo que ya es hora de irnos a dormir.
Hinata: Sí, tengo sueño.-bosteza
Cuando llegamos a la habitación...
Nishinoya: ¿Por qué habéis tardado tanto?
Kageyama: No te importa.
Todos: Uuuuu.
Kageyama: Callaos.
Hinata: No puedo más.
Casi se cae al suelo. Lo cogí y lo puse en su cama. Eso hizo que los demás se pusieran más pesados aún.
...
Al día siguiente...
Yo ya había llegado al parque. Me había llevado ya la pelota de vóley.
Cuando me desperté Hinata seguía dormido. Se notaba que estaba muy cansado.
A lo lejos lo vi llegando. Estaba a unos diez metros y vino corriendo llamándome con la mano.
Hinata: ¡Kageyama, Kageyama!
Sonreí al verlo. Ya tenía la energía que solía tener.
Kageyama: Vamos a ver cómo llevas las recepciones.
Entrenamos una media hora. No quería descansar nunca.
Kageyama (jadeando): Deberíamos descansar un poco, luego jugamos contra el Nekoma.
Hinata: De acuerdo.
Fuimos a beber agua y nos sentamos un rato a hablar. Luego volvimos a entrenar hasta que nos dieron las 12 de la mañana. Ya era hora de comer.
Kageyama: Tenemos que irnos ya. Y descansa el tiempo que queda antes del partido. Ah, por cierto... supongo que te acordarás de lo de anoche, ¿no?
Hinata: Sí, por supuesto.
Kageyama: Pues... sobre eso... ¿quieres... ser mi novio?
Hinata: Claro que sí.
Se lanzó a abrazarme.
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Me agarró de la parte trasera del cuello y me besó. Fue la mejor forma de acabar el entrenamiento.
