¿Y cómo pasó?

19

Derek se encontraba alimentando a la pequeña en medio de la noche mientras le tarareaba la canción que su madre le cantaba a Cora cuando bebé.

Stilinski y Boyd dormían cómodamente sin percatarse de los dos que aún seguían despiertos, después de que Derek se había terminado de bañar se había acostado y algo dudosos los otros dos lo siguieron, pero no había pasado ni 10 minutos cuando ambos dormían profundamente.

— ¿Sabes Livy?, A veces pienso que no debemos enfocarnos en el futuro y vivir el presente, total, no sabemos con certeza cuando se supone que deben de nacer y ya me canse de intentar dar indirectas a Stiles para comenzar con la procreación de Leo.

La pequeña aunque lo escuchaba no lograba entender las palabras y por ello reía levemente cómo si le estuviera diciendo muchos cumplidos.

— ¿Que dirías si te digo que no existen en realidad los SoulMates y que solo son múltiples lazos de almas conectadas que a lo largo del tiempo se fraccionaron hasta formas a los conocidos compañeros y por ello son más de un en algunos casos?

La bebé rio alegre nuevamente pero está vez causando que Boyd se removiera hasta girar y colocar su brazo derecho sobre las piernas de Derek que simplemente le hizo una señal a la menor para que no hiciera ruido.

— Yo, al igual que todos los de la manada tenemos esos múltiples lazos, Stiles no es el único que está conectado con todos, en la manada hay varios, Theo, Lydia, Scott, hasta Argent, todos tenemos más de un lazo, aunque hay siempre uno más fuerte que los demás, el problema es ide...

— ¿Cómo sabes eso? –interrumpió Boyd que rápido se acomodo hasta quedar entrado al lado de Derek.

— ¿Que con exactitud? –cuestiono viendolo de reojo cuidando que la pequeña siguiera alimentándose.

— Los lazos, ¿Cómo sabes que tenemos más de uno?

Derek sonrió ante la pregunta dejando un poco de lado a la menor que seguía alimentándose.

— Se siente, tu lado sobrenatural te lo dice, solo concéntrate.

Boyd asintió y al ver los ojos de Derek cambiar, cambio los suyos.

— Es cómo si le preguntarás, cómo si vieras el hilo rojo que une a las personas, entre más grueso, más fuerte es la unión, pero se identifica porque es como si estuviera unido por muchos hilos más que están entrelazados con firmeza y se vuelven uno enorme que parece tener unas vibraciones parecidas al martillar del corazón.

Boyd escucho la voz de Derek con toda la tranquilidad que podía tener, Derek solo lo observaba con detenimiento, no podía y no quería perderse la reacción del moreno.

— ¿Porque nunca dijiste nada? –cuestiono viendo como los ojos del mayor volvían al hermoso verde que lo caracterizaba.

— Supongo que quería creer que debía esperar a que Leo, Leyla y Mike estuvieran en este mundo por fin, pero es estúpido esperar que el futuro sea el que los chicos conocen si ya cambio con lo de las cartas y eso.

Boyd asintió bajando la mirada a dónde la bebé que aún seguía alimentándose pero ahora parecía que estaba dormitando.

— ¿Que harás? –cuestiono después de unos minutos en silencio.

Derek se encogió de hombros y cuando comenzó a escuchar la respiración tranquila de la bebé y que dejara de alimentarse decido acostarla en su corralito.

— ¿Tu que harás? –cuestiono después de asegurarse que la pequeña no despertaría.

— No lo sé, mi futuro es incierto y, bueno, no tengo nada que perder.

Derek asintió para luego mirar de reojo a Stiles.

— Al diablo con el futuro, no porque unos niños hayan venido de el, nos debemos perder el presente...

Boyd iba a preguntar a qué con exactitud se refería pero no pudo, no porque no quisiera, sino porque Derek había juntado sus labios con los de él.

Los movimientos eran lentos y la mano de Derek viajo al pecho de Boyd que movió su mano derecha a la cadera del mayor para atraerlo causando que Derek se levantará un poco sin dejarlo de besar y acomodarse a horcajadas sobre el regazo del moreno.

Las manos del mayor fueron al borde de la camisa del moreno y la levantó causando que Boyd quitará sus manos de las caderas ajenas y las levantará para que el mayor pudiera sacar la prenda, cuando está estuvo fuera, Boyd se dispuso a besar el cuello ajeno y descender hasta sus pezones dándole atención a ambos cada cierto tiempo mientras que Derek se mordía los labios para callar sus gemidos y no despertar a la pequeña o a Stiles.

Con un poco de agilidad Derek logro levantarse un poco para bajar su pantalón pijama y desabrochó el de Boyd.

— ¿Estás seguro de esto? –pregunto Boyd con la poca cordura que le quedaba.

— Si, además, se supone que yo debería pregúntate a ti, sigues siendo menor que yo por cuatro años.

Boyd asintió con una pequeña sonrisa antes de ver cómo Derek tomaba su miembros y lo direccionaba su entrada.

El grito de dolor quedó ahogado en el hombro de Boyd que apretó los dientes con fuerza al sentir las paredes apretadas del mayor.

— Mierda –mascullo Derek una vez tuvo todo adentro.

Continuará...

26-12-22