Cap.32

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-¿Jura decir la verdad, solo la verdad y nada más que la verdad?

-Lo juro –musito con suavidad.

Me acomodo en el incómodo asiento y mi mano va directamente a mi cuello en donde juego con el collar que cuelga de este.

-Amelia ¿Cómo fue que se enteró de la muerte de Lía? –cuestionó mi abogado.

-Sergio y yo teníamos una cita esa noche, queríamos llevar a los bebés al lugar en el que iniciamos formalmente nuestra relación, nos tomamos nuestra primera foto como pareja en ese lugar, también queríamos una foto con los niños en ese mismo lugar, antes de salir olvidé cargar mi celular, por lo que durante la noche estuvo apagado, cuando volvimos a casa conecté mi celular y lo encendí, fue cuando vi todas las llamadas perdidas de Lía, traté de llamarla de regreso pero me mandaba directo al buzón, así que abrí algunos mensajes que tenía de ella, en ellos me decía que me necesitaba, luego dijo que tal vez estaba con los niños y se disculpaba por molestarme, también me agradeció, en el último mensaje me pidió que buscara su diario e hiciera lo que ella no pudo siquiera empezar, en cuanto vi los mensajes no dudé en ir a su casa y fue cuando su madre me dijo que ella se había suicidado –apreté el collar con fuerza entre mis dedos.

-¿Y que hizo después?

-Hice lo que ella me pidió, le dije a su madre que tomaría algunos de nuestros recuerdos, ella siempre me decía que atesoraba todo lo que tuviera que ver con nuestra amistad, ya me había comentado donde tenía esa caja antes, así que la revisé y el diario estaba en ella, luego...solo fui a casa y luego de contarle a mi familia lo que había sucedido fue a mi habitación a leerlo.

-¿Sintió en algún momento que invadía su privacidad al leer su diario?

-No –negué con suavidad –ella me pidió que lo leyera y eso hice, si ella me hubiera pedido que me deshiciera de él sin leer su contenido eso hubiera hecho.

-¿Qué fue lo primero que hizo luego de leer el diario?

-Yo no sabía qué hacer ni que sentir, solo trataba de asimilar toda la información que tuvo de un momento a otro, me costó procesarlo, aún no lo hago del todo, yo solo...hago lo que ella quería, que ellos pagaran por todo lo que hicieron, que se hiciera justicia en su nombre.

-¿Cuándo fue el momento en el que el acusado irrumpió en su casa?

-No sé cuánto tiempo exactamente había pasado desde que yo había terminado de leer el diario, pero no tuvo que ser mucho porque aún lo tenía en mis manos cuando escuché ruido en el pasillo –solté un suspiro –la puerta de mi habitación tenía seguro, es una...una costumbre que se me había pegado de Lía. Cuando el comenzó a tocar la puerta como si la quisiera derribar reconocí su voz y escondí el diario antes de que el destrozara la puerta completamente, yo...estuve tan asustada, me había enterado tan solo minutos antes de todo lo que ese hombre le hizo a Lía, a mi Lía y en sus ojos era notable el hecho de que no iba con buenas intenciones.

-¿Qué sucedió luego?

-Él no dejaba de preguntar que donde estaba, así que no tardé en deducir que buscaba el diario, de todas formas insistí en que no sabía lo que quería, quería convencerlo de que no tenía idea de lo que buscaba y en ese momento Leo despertó y todo en lo que pude pensar es en que tenía que sacarlo de mi casa y alejarlo de mi familia, ya me había quitado a Lía y no dejaría que me quitara a alguien más.

Me pecho ardía y el vacío que sentía dentro no hacía más que incrementar cada vez más.

-Sé que es duro, pero necesitamos que continúe –el abogado dejó un suave apretón sobre mi mano vendada, lo hizo con tanta delicadeza que ni lo sentí.

-Convencí a Dinna de que fuera con Leo, ella había lo había amenazado con llamar a la policía porque aparte de golpearla también me tenía sujetada del cabello, ella antes de irse de la habitación le dijo que si no se iba de inmediato llamaría a la policía desde el lugar al que iba, pero en cuanto se fue el solo se alteró más, ya no le interesaba el diario en lo absoluto, él solo preguntaba si tenía un bebé y luego no dejaba de repetir que se lo mostrara, que quería verlo y cuando intenté detenerlo fue cuando empezó a estrellar mi cabeza contra la base de madera de mi cama, en un momento supongo que creyó que me había dejado inconsciente y salió de la habitación, tardé un poco en ponerme de pie y cuando logré hacerlo tomé el jarrón y fui a la habitación de los niños, él tenía a Leo en sus brazos –mi voz se ahogó y tuve que esperar unos segundos antes de poder seguir hablando –cuando Dinna me notó trató de distraerlo y fue cuando lo golpee, ella tomó a Leo antes de que él cayera, así que solo tomé a Alexa y Avery y ambas salimos de la habitación, Dinna fue por mi joyero como le había pedido, pusimos a los niños en sus sillas en el auto, y cuando arrancamos él ya había salido y no tardó en seguirnos el paso, le pedí a Dinna llamar a la policía pero ella me dijo que su teléfono se había dañado y aún no compraba otro y yo en ese momento recordé dejar el mío en un estante mientras tomaba la caja –suspiré –me olvidé de tomarlo, siempre olvido las contraseñas, así que por eso mismo no tenía ninguna en mi celular –negué –deduje que él se terminó enterando del diario porque leyó el mensaje en el Lía me pedía que lo buscara.

-¿Qué hizo cuando se dio cuenta de que no tenían forma de contactar a la policía?

-Pensé en que si no podía llamarla tenía que ir yo misma a la estación, así que conduje a la que más cerca quedaba, le dije a Dinna que en cuanto parara el vehículo ella tenía que bajar y atraer a los oficiales, no podríamos bajar todos y tomar a los niños también en tan poco tiempo, era la única forma en la que estaríamos seguros, por lo menos temporalmente, él no podría atacarnos con oficiales cerca, así que ese fue el plan que pudimos hacer en ese momento, el único que teníamos, y eso fue lo que hicimos, él se detuvo lejos y se fue cuando Dinna dijo que fue el quién nos agredió y nos seguía, en ese momento supe que ya estábamos a salvo.

-¿El hecho de que su pareja fuera el capitán de esa jefatura tuvo algo que ver con que fuera directamente con él?

-Podría decirse que sí, estaba muy alterada y necesitaba a alguien que fuera mi ancla justo en ese momento, pero cuando lo vi me di cuenta de que mis sentimientos en ese momento debían esperar, le conté todo lo que sabía y los oficiales empezaron a movilizarse porque esa misma noche iban a cremar el cuerpo de Lía y las evidencia que podrían haber en su cuerpo serían destruidas.

-¿Se saltaron los oficiales algún procedimiento porque fuera usted la pareja del capitán?

-No.

-Muy bien, hablemos de Lía nuevamente –me dijo.

-Está bien.

-¿Qué tan cercanas eran del uno al diez?

-Nueve –solté mi collar.

-¿En que se basó para ponerle dicho número?

-Éramos muy cercanas, ella sabía todo de mí y yo sabía lo que ella me permitía saber, si en algún momento hubiese sido necesario poner mi vida en sus manos lo hubiese hecho sin dudar, y sé que ella haría lo mismo, pero...no me contó aquello que amenazaba contra su seguridad y su vida, esa fue su forma de protegerme de él...yo no pude hacer lo mismo por ella.

-Entonces confiaban tanto en la otra que la teoría de que si ella hubiera tenido un hijo, como el acusado dice, usted se hubiera hecho cargo de él si ella se lo pedía.

-Por supuesto –asentí con seguridad –si ella tuviera un bebé y me dijera que corría peligro y quería que yo lo cuidara como si fuera lo mío, lo hubiera hecho sin dudar.

-Y aquí es donde está mi siguiente pregunta –se tomó unos segundos --¿Lía estuvo alguna vez embarazada?

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