Cap.5

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Querida mamá:


Hola, mamá ¿Cómo estás?

Solo quería contarte nuevamente que hoy perdí la virginidad, nunca me imaginé que lo haría de esa manera, digo, nunca en mi vida me habría interesado en perderla con tu esposo.

Yo no quise, no quería hacerlo, le dije que no, lo dije muchas veces.

Te lo conté, te lo dije y tú solo limpiaste mis lágrimas mientras te reías y me decías que no tenía que mentir solo para llamar tu atención.

Te lo juré, lo hice muchas veces y te mostré la sangre, pero tú solo me dijiste "a veces me arrepiento de dejar que tu padre me convenciera de no abortarte"

Debo aceptar que esas palabras dolieron mucho más que los golpes, me dolió mucho más que el hecho de que tu esposo tomara mi primera vez, que él... dolió mucho más que el hecho de que él me haya violado.

Tenía que salir de casa, debía ir a mi lugar seguro.

Y mi lugar seguro me recibió con una enorme sonrisa y me consoló mientras su madre nos preparaba el almuerzo.

Ami me consoló sin saber que era lo que estaba mal, pero tenía la certeza de que no estaba bien, y eso le bastaba, me dijo unas palabras muy hermosas, palabras que me hicieron sentir mejor de una u otra manera. Terminó su discurso diciéndome que si tenía problemas en casa y no quería hablar con ella de eso que lo hablara con papá, aún no se si hacerlo, tengo algunos meses sin hablar con él, aunque le prometí a Ami que lo pensaría.

Me dijo que de todas formas podía ir a vivir con ella, su mamá me dijo que podía hacerlo si quería, se ofreció a hablar contigo personalmente pero me tuve que negar. Tu esposo nunca me dejaría ir.

-Tu hija que te quiere menos Lía.

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