Capítulo 22

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Las noticias de lo sucedido no tardaron en divulgarse y esparcirse por internet, la imagen de su persona siendo retirada del campo en aquella camilla aparecía en primera plana de cada noticia en la que se la nombraba, pero más que hablar de ella, estas noticias parecían hablar de su padre.

"La hija del técnico de la selección Argentina se lesiona" "La hija de Scaloni lesionada" "¿Quién es la hija de Scaloni?" "¿Otro fracaso para Scaloni?"

Eran algunos de los titulares que predominaban en las redes sociales sobre ella, la situaban en una posición que ella jamás hubiera deseado y era bueno que aún no tuviera conocimiento de todo lo que se decía de ella.




La noche había caído y finalmente la habían dejado en aquella habitación para que pudiera recuperarse de la operación, todo había salido a la perfección tal como se esperaba de un procedimiento relativamente sencillo, ahora lo que faltaba era que su recuperación transcurriera sin problemas y que eventualmente pudiera regresar a su vida cotidiana

Una  mujer que vestía un ambo de color azul se acercó a ellos con una planilla entre sus manos -¿Familiares de Scaloni?- preguntó y en cuanto notó que las respectivas personas se ponían de pie para así acercarse prosiguió -Ayla Scaloni está en la habitación 501 ya, pueden ir a verla si quieren-

Ninguno de los jugadores presentes se atrevía a ir antes que los padres de la chica, los habían escuchado discutir por gran parte del tiempo que llevaban allí y tras toda la situación preferían esperar a que ellos fueran los primeros en ver a Ayla. Emiliano no podía ocultar su gran preocupación por ella a esas alturas, cosa que ya no pasaba desapercibida por nadie y aunque sus compañeros hicieran lo posible para relajar la situación, ellos también lo estaban.

Era sorprendente como Scaloni y la mujer que alguna vez fue su esposa discutían incluso en una circunstancia como aquella, pero al ingresar a la habitación cuya puerta anunciaba el número 501 ambos dejaron de hablarse y se concentraron en lo único que los obligaba a mantener una relación entre ellos, Ayla. La mujer descansaba en la cama que se encontraba allí, el suave sonido que indicaba su pulso era todo lo que podía oírse y fue cuestión de segundos que todos ingresaran para así verla, Lionel Scaloni fue el primero en acercarse a su hija y tomar asiento en una de las sillas que estaban al lado de la cama mientras que la mujer se detenía a los pies de esta y volteaba para así mirar a los demás presentes -No es necesario que estén acá, Ayla está bien, ya pueden irse-

Emiliano miró a la mujer y luego a sus compañeros -Yo voy a quedarme- les anunció -Quiero estar cuando ella despierte- 

-Yo también me quedo, no puedo dejarla después de haberla visto en ese estado- añadió Lautaro al sentarse en otra de las sillas de la habitación mientras mantenía su distancia de ella y sus padres, el aire se sentía demasiado tenso -¿Ustedes se quedan?- preguntó mirando a Julián y Alejandro, sonriendo cuando ellos también dijeron que se iban a quedar

Ella suspiró con pesadez al dejar su bolso a un lado en el suelo y su mirada se dirigió a su exesposo antes de soltar finalmente otro de los comentarios que se dirigieron ambos aquel día -Sos increíble cuidándola- dijo con ironía -Primero se junta con gente que por poco le duplica la edad y ahora también se lesiona-

-Ella es bastante grande como para saber con quien se quiere juntar-

-Tiene 19 años, debería juntarse con gente de su edad o a lo sumo con las de su equipo- respondió -No con tu selección-

-Francisca- le llamó Scaloni cansado de sus cuestionamientos y reproches -Ayla tiene 20 años, dejá de buscar pleito cuando ni siquiera recordas su edad-

Aquellas palabras descolocaron por unos momentos a la mujer que permaneció en silencio, los cuatro jugadores observaban la situación sin querer añadir algo, Lautaro y Julián ya conocían un poco de todo aquello, más Lautaro que el chico araña,  que en más de una ocasión la había oído hablar del tema, pero no dejaba de ser incomoda la situación para ninguno -¿Por qué no me avisaste de su cumpleaños?- 

-No tengo porque decirte esas cosas, deberías saberlas- respondió el director técnico de la selección masculina de aquel país, pero sus palabras fueron cortadas por la voz del arquero que ya harto de la situación decidió tomar la iniciativa y hablar cansado -¿Pueden callarse ya?- pidió tras un pesado suspiro -Si van a discutir hasta por el aire que respira Ayla váyanse afuera-

Se había sentado en una de las sillas junto a sus compañeros, estaba harto de aquella situación, Ayla estaba allí durmiendo, descansando después de una operación y esos dos solo podían discutir como si ella no importara -Estoy seguro de que ni ella se bancaría la situación, si no pueden estar juntos váyanse y vuelvan en otro momento, nosotros nos quedamos con Ayla-

El descontento de la mujer fue notorio, observó a su exesposo y al ver que él se concentraba nuevamente en su hija suspiró agotada -Voy a venir a verla por las mañanas, no quiero verte acá cuando venga- le anunció antes de tomar su bolso e irse en silencio, no tenían necesidad de decirse alguna otra cosa, ninguno de los dos se toleraba en lo más mínimo y eso era algo que había quedado muy claro para los presentes en aquella sala, solo esperarían que ella despertara, era todo lo que querían para así quedarse tranquilos



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N/A: ¿Conocen el audio que dice: "Le hizo así a la hinchada, no puede hacer eso, está loco, lo tenemos que matar"?
Siento que queda demasiado bien con ustedes cuando saltan a putear a Ayla por algo que hace o dice y afecta a Emi <3

Pd: ¿Les gustaría que les dejara pequeños datos curiosos de ella en estos apartados al final de los capítulos?

MANÍA - Emiliano Martinez Fanfic [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora