Capítulo 24

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El momento de privacidad entre ambos finalizó en cuanto aquella mujer ingresó a la habitación sin golpear -Increíble- soltó Ayla llena de ironía tras tener que separarse de Emiliano repentinamente, su madre pretendió ignorar la escena que había presenciado, pero su intento no fue la gran cosa ya que el desagrado fue totalmente notable en su rostro

-Me voy ya- anunció el hombre una vez se puso de pie, llamando de regreso la atención de la chica, esta suavizó su mirada al centrarse en él tras apartar su mirada de la mujer y asintió despidiéndose sin otra alternativa, no le importó la presencia ajena en el cuarto, atrajo a Emiliano a su cuerpo y le dio un corto beso antes de tener que dejarle ir -¿Vas a venir después?- preguntó ella al separarse

-Eso no se pregunta, linda- respondió con aquella sonrisa que lograba derretirla -Voy a descansar un rato y vuelvo, no te voy a dejar sola acá- 

Se despidieron finalmente, él se fue sin dirigirle palabra o mirada a la madre de la chica y ambas mujeres terminaron solas en la habitación una vez la puerta fue cerrada. Francisca tenía 43 años, la misma edad que el padre de su hija aunque su aspecto le favorecía considerablemente al restarle unos cuantos años ante la falta de notables arrugas, pero eso no evitaba que a los ojos de su hija ella fuese una persona egoísta y casi desagradable

-¿Ya terminaste con el espectáculo?- preguntó finalmente su madre al sentarse en la silla que anteriormente había ocupado el arquero

-¿A que te referís?-

-De tu pequeño encuentrito con ese hombre- respondió al buscar por unos instantes en su bolso, sacando del mismo el teléfono de Ayla y entregándoselo, había recogido su bolso del vestidor y consideró que ella necesitaría su teléfono para no aburrirse y estar comunicada con ellos -No va a ser beneficioso para tu carrera que te relacionen con alguien como él-

-Que respire no es "beneficioso" para mi carrera según vos, mamá- soltó suspirando con pesadez al recibir su teléfono para así encenderlo, varias notificaciones comenzaron a llegarle y pronto lo silencio para no aturdirse con ellas

-No seas exagerada- dijo Francisca -Ahora tu carrera está pausada por un buen tiempo hasta que te recuperes ¿Acaso vas a destruirla más con un escandalo por un "amor" que durará dos días?- 

-No necesito consejos, sé lo que hago y si llega a salirme algo mal seré yo la afectada-

-¿Como toda la situación de su lesión? No solo te afectó a vos- 

-Dios- exclamó Ayla agobiándose ya con esa mujer, siendo su voz opacada al cubrirse el rostro con sus manos por unos momentos -¿Viniste a verme o a reprocharme por todo lo que hago? Si salgo con él o no salgo con él, si me lesioné y perjudiqué a otros, es todo mi problema mamá- respondió observándola finalmente -No me interesa escuchar más del tema-

Francisca se encogió de hombros al realizar una mueca arrugando su ceño, Ayla conocía perfectamente ese gesto, su madre era tan trasparente con lo que le desagradaba que sabía que ella estaría pensando que en algún futuro le diría un claro "Te lo dije", pero prefirió no seguir esa conversación, aún estaba lo suficientemente cansada como para tener una discusión en esos momentos

-Estuve hablando con tu papá- 

-Que milagro ¿No discutieron en el proceso?- preguntó fingiendo sorpresa a lo que su madre le regañó con la mirada, pero mientras proseguía hizo algunas cosas en su propio teléfono que ocasionaron que el de Ayla vibrara al recibir una notificación 

"Transferencia recibida, Francisca Benítez te ha enviado 50,000"

-No necesito plata..- intentó rechazarlo inmediatamente en cuanto vio la notificación, pero la mujer no se lo permitió 

-Ahora que vas a tener que alejarte un poco del fútbol no vas a poder mantenerte económicamente como siempre- dijo haciendo que Ayla tuviera que darle la razón en aquello -Con tu papá acordamos en darte una ayuda entre ambos hasta que puedas regresar a tu vida cotidiana- 

No te quedó de otra que ceder y agradecerle, ella tenía razón, si de por si era difícil conseguir patrocinios y distintos ingresos en el fútbol femenino, ahora que estaba en esa situación sería aún más difícil por mucho que detestara completamente la idea de recibir ayuda de sus padres, pero la necesitaba y sería de gran ayuda durante esa situación, sobre todo porque podría aprovecharla para pagar las deudas que aún tenía -¿Esto es lo de ambos?-

-No, esa es mi parte- respondió -Tu papá después te depositará su parte- 



Agradeció que eventualmente aquella visita finalizara tras una hora de incomodas conversaciones entre madre e hija, una hora llena de comentarios pasivo agresivos en el que ambas parecían intentar tolerar toda aquella situación, pero cuando acabó todo fue tranquilidad y paz para ella quien pudo aprovechar para ponerse al día con todo en internet antes de que sus doctores llegaran a revisarla

Ver todas las noticias que hablaban de ella, o mejor dicho, la comparaban con su padre, le habían puesto completamente de mal humor y todo eso fue evidente al oír las maldiciones seguidas de quejidos junto a un amplio repertorio de insultos que no eran dirigidos hacia alguien puntualmente mientras sentía las manos de aquel doctor sobre su pierna, estaban revisándole los puntos que habían quedado tras la operación y una vez corroborado que todo se encontraba bien le cambiaron las vendas, asegurándose de dejar bien inmovilizada su pierna en el proceso -Todo está bastante bien para ser todavía el postoperatorio, vas a tener que quedarte un tiempo más para descartar la posibilidad de infecciones- ella asintió comprendiendo lo que el hombre le decía mientras se volvía a relajar una vez dejó de sentir dolor -Vas a tener la pierna inmovilizada por un tiempo más y después vas a poder comenzar la rehabilitación- 

-¿Cuanto tiempo va a tardar todo esto?- preguntó

-Alrededor de 4 o 6 semanas- Ella suspiró tranquila al asentir, pensó que podría ser mucho más tiempo y saber que no sería sí le alivió considerablemente

Le agradeció a aquel hombre una vez se despidió antes de marcharse, nuevamente se quedó sola en la habitación, pero no por mucho tiempo ya que pronto la presencia del jugador con el que compartía una peculiar relación se hizo presente -Volviste- 

-Te dije que volvería- respondió al acercarse -Te traje una pequeña sorpresa- anunció sonriendo al entregarle la pequeña bolsa que llevaba en su mano -No sé si tenes permitido comer estas cosas, pero si no podes va a ser mejor que las escondas, no quiero que tu viejo me mate después- 

No pudo evitar reír un poco al oír aquel último comentario, la bolsa que Emiliano le había entregado contenía gomitas, de aquellas que tanto le gustaban -No te preocupes, puedo comerlas- le dijo tras agradecerle, lograba impresionarle como ese hombre conseguía levantar su humor sin siquiera darse cuenta y eso cautivaba por completo su corazón 

-Sos linda cuando reís o sonreís, deberías hacerlo más seguido en vez de siempre amargada- intentó molestarle él al apretarle suavemente la mejilla por unos breves instantes 

-Si tanto queres que ría o sonría vas a tener que encargarte vos, yo nací siendo una amarga-

-No tengo ningún problema en asegurarme de conseguirlo- le aseguró -No me subestimes, linda-




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N/A: Acabo de subir un tiktok con información sobre Ayla, entre está cual es su voz y rostro finalmente <3
Siganme en tiktok para ver más spoilers e info de la historiaa, mi user es Saiiarg

PD: Feliz año nuevo a todos, a por un 2023 mucho mejor <3




Dato curioso del día:- Francisca Benítez (madre de Ayla) fue quien le inculcó a Ayla la importancia de ser "alguien" en ese mundo laboral, llegando a decir que si no es nadie en ese mundo es mejor que no se dedique a ese deporte


MANÍA - Emiliano Martinez Fanfic [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora