(I) Conocerte

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Yeonjun estudiaba en una escuela católica, como su familia quería, pero en esta escuela habían algunos chicos que no profesaban la misma religión o que de lleno no profesaban ninguna. 

― Buenos días, mi nombre es Choi Soobin, tengo 15 años y no sé, creo que eso es todo. 

― ¿Nada más? 

― Nop. 

― Bueno, pasa a sentarte, creo que hay un asiento libre detrás de Yeonjun ―automáticamente Yeonjun levantó la mano. 

― Ok, gracias ―Soobin tiró su mochila al suelo y se dejó caer en la silla, pateando por accidente el pie de Yeonjun. 

Yeonjun volteó la vista frunciendo el seño. 

― Lo siento. 

― Siéntate bien, me molestas. 

― Lo siento. 

― Agh, deja de disculparte. 

― Como quieras, por cierto, soy Soobin. 

― No sabía, para nada escuché tu vergonzosa presentación de hace unos minutos. 

― Solo intento ser amigable. 

― Yo no. 

― Ya lo noté. 

Yeonjun y Soobin eran un gran contraste, Yeonjun tenía su uniforme bien planchado y Soobin estaba hecho un desastre. 

La primera hora que era matemáticas los días lunes se acabó, Yeonjun suspiró, se levantó de su puesto y y camino unos dos pasos hacia el puesto de adelante. 

― Wooyoung. 

― ¿Qué quieres? 

― Péinate pendejo, parece que te hubieran arrastrado del cabello por todo el jodido patio. 

― Tan de mañana y ya jodes. 

― Sí idiota. 

Por la manera en la que Yeonjun peinó a Wooyoung, Soobin dedujo que seguramente eran amigos. 

― Ok, esto es demasiado en un solo día, ¿cómo nadie te dijo nada por andar así? ―Soobin no respondió―. Idiota, te hablo a ti. 

― ¿A mí? Perdón, pensé que no quería saber nada de mí. 

― Soy un buen compañero, mentira, es que simplemente no soporto verte hecho un desastre así. 

― ¿Y qué harás? No tienes una plancha en tu mochila. 

― No, pero puedo disimular que no la planchaste. 

― La empleada no lo hizo, no llegó a trabajar hoy y tuve que hacer el desayuno para mi hermano y para mí. 

― Oh, que desgracia, el uniforme se plancha el día anterior, por todos los cielos, tuviste el domingo para plancharlo, ni que te dijera que planches el de educación física. 

― Ok, ok, bájale. 

― Levántate ―Soobin obedeció, después de todo no quería problemas con quien parecía ser el dueño del salón―. Wow, eres alto, muy alto. 

― Tú eres muy pequeño ―mide 1,55. 

― Como sea, el nudo de tu corbata está mal hecho, la camisa va por dentro del pantalón. 

― Se ve mal así ―Yeonjun negó. 

― Perdón ―dobló la camisa de Soobin y la escondió fuera del pantalón―. Es cierto que se ve mal, por eso la uso así, fácil. 

Laugh = Mad + Sad | soojunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora