Dicen que una madre no es la que engendra, si no la que te cría y si Yeonjun fuera tan literal como siempre, podría decir que tenía una madre, pero no alguien que lo amara, es decir, su madre lo amaba con todo su corazón y sabía que era lo más importante en su vida, pero tenía miedo de que dejara de amarlo si supiera que su hijo no era el niño bueno, su supiera que era pansexual, si supiera que le había gustado un chico, si supiera que no era lo que ella quería que fuera, tenía miedo y pensaba en eso cada día. Pero este capítulo es sobre Soobin.
La primera persona que venía a la mente de Soobin cuando oía la palabra madre, era su madre biológica, pero estaba muerta y el trabajo requería de una persona que estuviera viva y a menos que supiera como contactar con los muertos, su única opción era su tía a quien hace tres años había empezado a llamar mamá.
Su tía era la perfecta definición de madre, lo amaba y lo había cuidado muy bien desde que era tan solo un niño, nunca le había exigido que la llamara mamá o que correspondiera al incondicional amor que le daba, pero no era su madre y Soobin se negaba a que otra persona tuviera ese título, nadie más podía tener algo que le pertenecía únicamente a su madre, a esa mujer que lo llevó nueve meses y lo trajo al mundo, a esa mujer que recibió golpes y críticas por él, nadie se merecía ese título, así era hace tres años.
Nayeon, la hermana del padre de Soobin, su tía, estaba haciendo la comida.
― Oh, Soobin, ¿necesitas algo?
― Quería preguntarle algo.
― No necesitas ser tan formal, ven aquí, cuéntame en lo que esperamos a que hierva.
― ¿Por qué no tuvo más hijos nunca? ―era tan solo una pregunta inocente, pero la mirada de Nayeon se apagó.
― Porque las cosas con mi esposo jamás funcionaron, así que decidimos cortar por lo sano y justo llegaste tú.
― ¿Por qué no funcionaron?
― Porque tenemos ideas diferentes, nos obligaron a casarnos y sabíamos que en algún punto íbamos a terminar con esto, así que lo hicimos antes de que trajera más problemas.
― ¿Me quieres o solo es lástima?
― Soobin, te amo como si fueras un hijo y sabes que te considero así, te amo mi pequeño conejito.
― Te creo mami ―los ojos de Nayeon se llenaron de lágrimas cuando se dio cuenta de la manera en la que Soobin la había llamado.
― ¿Cómo me llamaste?
― ¿Mami? Está bien, si no quieres no volveré a hacerlo ―Soobin era un niño muy inseguro.
― No, no, está bien, está muy bien, soy tu madre ahora, pero quiero que sepas que jamás te pediré que olvides a Sana, ella era una gran mujer, nunca la olvides, nunca olvides todo lo que hizo por ti, ¿de acuerdo?
― Sí mami.
― Te amo mi pequeño.
― Y yo a ti.
Tal vez era cierto que todo lo que había hecho Sana estaba más allá de cualquier cosa a los ojos de Soobin y ella siempre sería su madre, su ángel, pero Nayeon se había ganado un lugar en su corazón, había logrado abrir las barreras de Soobin y se había hecho querer; si bien Sana era su madre, ahora Soobin tenía otra madre, otra mujer que había hecho mucho por él.
Entonces Soobin sabía con quien ir para pedir ayuda.
― Mami, necesito ayuda con una tarea, mejor dicho, es una tarea para ti.
― ¿De qué es?
― Religión, dice que tienes que responder estas preguntas.
― A ver, deja termino de lavar estas cosas.
― Mamá, deja eso, ya te ayudo yo luego, esto lo necesito para ahora.
― Bueno, bueno, vamos.
― Nombre.
― Choi Nayeon.
― Edad y no mientas, que igual la cambiaré.
― Tengo 40 años.
― Mamá, ya estás vieja ―Nayeon le dio una palmadita en el hombro a su hijo.
― No estoy vieja.
Soobin y Nayeon eran una familia, Soobin amaba a su nueva madre, Nayeon amaba a su nuevo hijo, todo era perfecto.
Nayeon también había acogido a Beomgyu, la familia de dos ahora era de tres.
― Mamá, perdón, tía.
― Está bien, puedes llamarme como tú quieras.
― Ok.
― Tranquilo hermano, nadie está molesto, no pongas esa cara de perro mojado.
― Mi madre se molestará.
― No le importa.
― Oye.
― Los dos, basta.
― Sí mamá.
Beomgyu jamás se había sentido cercano a su madre, ella nunca lo había cuidado, era Soobin quien hacía todo por él, por eso ahora se sentía tan mal de haberse portado tan frío con su hermano.
― Nuestro padre es un asco de persona.
― Lo sé, pero ya no importa, ahora vives aquí y te quedarás hasta acabar el colegio.
― Eso si mi madre no decide llevarle por ahí.
― Tu madre no lo haría.
― Es cierto que no le importo, solo me usó para tener a papá.
― Ya, no pienses en eso, ahora estamos juntos, puedo compartirte a mi mamá.
― A veces eres tan infantil.
― Tengo que aprovechar antes de terminar siendo un viejo.
― Supongo que sí.
― Déjate vivir hermano, te presionas demasiado.
― Es que solo quisiera que me dijera que de verdad le importo.
― Le importas a la abuela, me importas a mí, le importas a mamá.
― Pero no es lo mismo, ella no es mi madre.
― Mira tú, puede que lo termine siendo, mi madre tiene una debilidad por niños tristes.
― ¿Qué?
― Nada, nada, ya duérmete.
― Mi mamá va a llamar entre esta semana.
― ¡¿Y me lo dices ahora?! Tengo que prepararme mentalmente y tengo que avisarle a mamá.
― Lo haces mañana.
― Ya.
― Perdón, lo olvidé.
― No importa, mamá es una adulta, puede lidiar con esto.
― Viven peleadas.
― Tu madre no ha sido la mejor persona, pero debe ser difícil para ti que la vivan criticando.
― La verdad es que no tanto, con el tiempo dejó de importarme, porque de todas formas no puedo decir que conmigo es diferente.
― Tal vez ella no te lo diga, pero yo sí, me importas y te quiero.
― Lo mismo digo.
― Buenas noches Gyu, duerme bien.
― Tú igual.
― Hasta mañana.
― Hasta mañana.
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Laugh = Mad + Sad | soojun
FanficEsta es la historia de dos amantes, dos almas enamoradas bailando al compas de las estrellas, dos muchachos de mundos completamente diferentes. Esta también es la historia de como una religión, una creencia, un culto o cualquier cosa similar puede...