(X) Amor

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Yeonjun y Soobin en realidad ya habían acabo del trabajo hace semanas, pero Yeonjun siempre encontraba una manera de hacer parecer que no, así que en realidad estaba simplemente viendo un video de Twice e intentado reproducir la coreografía. 

― Vaya, te sale mejor que a mí. 

― Tal vez. 

― Estoy agotado. 

― ¿Qué hacemos ahora? 

― No sé, te llamé porque estaba aburrido. 

― Así que ahora soy tu juguete. 

― Me haces parecer tan malo. 

― Lo eres. 

― No lo soy. 

― Sí lo eres ―Soobin se levantó en intentó atrapar a Yeonjun, pero Yeonjun era más rápido, corrió escaleras arriba hasta la habitación de Soobin y le cerró la puerta en la cara. 

― Yeonjun. 

― No. 

― Abre. 

― No. 

― Yeonjun, por favor. 

― Nop, te quedarás ahí. 

― Por favor. 

― ¿Qué me das? 

― Yeonjun, estás en mi casa, puedo buscar la llave. 

― Búscala, te espero ―Soobin empezó a reír―. Ok, ya me diste miedo, pásale. 

― Gracias. 

Yeonjun empujó a Soobin haciéndolo caer en la cama, Soobin se sorprendió y sus ojos se abrieron bastante, después Yeonjun se quitó la camisa y Soobin se sentó en la cama. 

― ¿De verdad estamos haciendo esto? 

― Sí, si no quieres me voy. 

― Ok, Yeonjun, estás loco. 

― Cuando estoy contigo es el único momento en el que no pienso en morir. 

― Creí que dejarías eso atrás. 

― Creí que entendías que no puedo simplemente olvidar todo y hacer como si nada cuando tengo que verles las caras todos los malditos días. 

― Entonces solo mírame a mí y ya, piensa en mí únicamente, déjame sanarte. 

― Hagamos esto ahora, no lo arruines. 

― Entonces ven. 

Soobin eran delicado, suave, cariñoso, un poco romántico. 

Ninguno lo había hecho antes, pero se sentía bien, correcto, parecía ser que así debía ser. 

Yeonjun gimió cuando Soobin introdujo su miembro en su entrada, por un momento no pensó en nada más que en Soobin, por un momento se olvidó de su familia y de lo mal que tomarían eso si se enteraran, por un momento olvidó por completo a sus amigos, se dejó ser, jugaron y eran ellos, no eran Choi Soobin, el chico con una infancia rara y una vida complicada de entender, no eran Kim Yeonjun, el chico con una familia loca, ganas de morir y los brazos llenos de cicatrices. Eran solo Soobin, el chico que amaba a Yeonjun y Yeonjun, el chico que amaba a Soobin. 

Era como si estuvieran solos en el universo, se sentían así, solos, pero bien de tenerse el uno al otro. 

― ¿Es estúpido decir que te amo? 

― No, porque yo también te amo y no me importa lo que diga mi familia, es lo que soy, eres a quien quiero. 

― ¿Tomamos una ducha? 

― Yo voy primero. 

― Oye, es mi casa. 

― Yo soy el invitado, me debes tratar bien. 

― Bueno, bueno, tú ganas. 

― Bésame. 

― Ya te besé demasiado. 

― Dejaste marcas por todo mi cuerpo, idiota. 

― Anda a ducharte ―Soobin se levantó y besó a Yeonjun―. Ya. 

Yeonjun lo pensó demasiado, no era fuerte y no sabía que haría después, era raro, no veía lo que vendría después. 

Laugh = Mad + Sad | soojunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora