Capítulo 7

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Más Problemas

El día siguiente llegó y como habían acordado, estaban los tres agentes sentados en la mesa del comedor de la casa de los hermanos, esperando por la llamada del Alfa.

Únicamente les habían hecho entrega de un teléfono con el que las llamadas no podían ser rastreadas, el dispositivo sería utilizado para recibir nuevas órdenes, reportar la situación o comunicarse con él en caso de que ocurriera algo ajeno al plan. Un teléfono idéntico al que tenían Kid y (Tn) cuando eran niños.

(Tn) se acercó a la mesa con dos tazas de café para cada uno de los muchachos y volvió a la cocina por una para ella. Les extrañaba un poco que el líder quisiera llamarlos tan pronto, tenían apenas dos días en la ciudad como para que surgiera algo importante. El único asunto pendiente que tenían era el de recibir su armamento, pero esa cuestión no era algo que el Alfa necesitara atender directamente.

   —¿Para qué creen que necesite llamarnos? —no pudo evitar preguntar la castaña.

   —No tengo ni la menor idea, pero estoy seguro de que nos meterá en más problemas —respondió el pelirrojo.

   —Yo tampoco estoy muy seguro —agregó el Fénix—. Sin embargo tengo entendido que los del equipo de recopilación de información siguen trabajando —continuó—. Lo que pudiera pensar es que descubrieron algo muy importante y por eso el Alfa quiere comunicarse con nosotros a la brevedad, aunque bueno, solo es una suposición.

Los hermanos se quedaron pensando en lo que acababa de decir el Fénix, tenía algo de lógica, pero no querían que fuese verdad, de lo contrario tendrían que realizar ajustes al plan. Se quedaron en silencio unos minutos hasta que el sonido del teléfono los hizo reaccionar. (Tn) se apresuró a pulsar el botón verde para poder atender la llamada e inmediatamente lo puso en altavoz.

   —Un mundo construido por guerras... —dijo la voz al otro lado de la línea.

   —Nunca encontrará la paz —respondieron los tres agentes al unísono.

Para cada misión a llevar a cabo en la JZI, el Alfa tenía la tarea de asignar una frase, la cual funcionaría como contraseña para poder establecer la comunicación entre él y los agentes que formaran parte del equipo. En el caso de la misión del Flamenco Rosa esa había sido la frase seleccionada.

   —¿Cómo va todo en sus nuevos hogares? ¿Ya los aceptaron en sus respectivas facultades? —preguntó el Alfa.

   —Hasta ahora todo transcurre con normalidad, y sí, anoche nos enviaron nuestras cartas de aceptación —respondió (Tn).

   —Muy bien, iré al grano. El motivo de la llamada es para hacerles saber dos cosas. La primera —enumeró el Alfa—, es que no recibirán armamento —dijo para después hacer una pausa.

Los tres abrieron los ojos como platos intercambiando miradas de preocupación entre ellos. «¡¿Cómo no iban a tener armas?!», «¡¿Los dejarían en el matadero?!», «¡¿Acaso el Alfa había perdido la cabeza?!», fueron algunos pensamientos que cruzaban por sus mentes en aquel instante.

   —No recibirán armamento porque ya lo tienen —ante este comentario los tres agentes dejaron salir un suspiro de alivio, el cual Shanks logró escuchar—. ¿Verdad que los engañé? —agregó para después soltarse a reír.

ENTRE NOSOTROS  (Law x Ace x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora