Capítulo 29

79 13 7
                                    

Resiste, Camaleón

«Perdóname, Ace»

La castaña empezó su movimiento paseando su mirada de los ojos del pelinegro hacia sus labios, acercándose peligrosamente cada vez más. Con su mano, tomó el rostro de Law y acarició con el pulgar la línea de su mandíbula. (Tn) podía apreciar cómo la respiración del chico se volvía más pesada con la cercanía, haciéndolo llegar al punto de quiebre cuando tomó una de las manos del ojigris y la colocó en uno de sus senos, ejerciendo presión para que lo estrujara mientras lo veía con lujuria.

   —(Tn)-ya —habló difícilmente Law, sintiendo cómo su miembro ya estaba lleno de sangre—. ¿Estás segura de que quieres hacerlo?.

«No... no quiere» Ace sentía un nudo en la garganta, seguía escuchando todo lo que sucedía al otro lado de la línea.

«Lo lamento, Law, pero no puedo permitir que salgas del jacuzzi»

   —¿Tú no quieres? —preguntó mordiéndose el labio inferior, casi suplicante, luego de que el timbre sonara por segunda ocasión.

«Al carajo» Law no pudo resistirse más.

El moreno se abalanzó sobre la chica, rodeándola con sus fuertes brazos para atraerla hacia su cuerpo y sentarla sobre su regazo. En ese momento, (Tn) sentía la erección de Law rozar su entrepierna.

«¡Cielos, es grande!»

(Tn) no podía evitar sentir algo de culpa por estar con Law en esas circunstancias, de alguna manera, sabía que con Ace tenía algo de exclusividad. Sin embargo, la idea de que todo este embrollo había sucedido gracias a la presencia del pecoso la tranquilizaba a un poco. Ella no podía creer que la siguiera sin avisarle antes, ¿Acaso dudaba de sus capacidades?. El consuelo de la castaña era el saber que no tenían una relación formal, así que no podía considerarlo una infidelidad. Ambos eran agentes, si llegaran a hablar de lo sucedido, todas las explicaciones se verían reducidas a causas de fuerza mayor.

La situación no incomodaba a la chica, esos eran los momentos en los que tenía que pensar con la cabeza fría y no veía alguna otra manera de evitar que el ojeroso saliera del jacuzzi para abrir la puerta más que dar el siguiente paso. Law no sabía quién se encontraba llamando el timbre, quizá creía que se trataba de Sachi o Penguin, por eso no había dudado en ir a atender sin imaginarse que era la peliverde quien estaba al otro lado de la puerta.

Law tomó el rostro de la chica con ambas manos y lo acercó lentamente al suyo. Sus respiraciones se mezclaban y sus ojos se cerraban hasta que, finalmente, sus labios se encontraron con los del otro.

Se trataba de un beso lento, muy húmedo y erótico. Law deslizaba una de sus manos por el cuello de la castaña, bajando por su espalda hasta llegar a su cintura mientras mantenía la otra en su cabeza, intentando quitar la liga que ataba el cabello de la chica. Quería verla con su melena suelta cubriendo sus senos, una verdadera imagen afrodisíaca para sus ojos. Por otro lado, (Tn) no podía negar que no estaba disfrutando del sentimiento de portarse mal en la primera cita, era una persona a la que siempre le había atraído el peligro pero nunca se había entregado a alguien tan pronto, ni siquiera a Ace. Tenía sus manos colocadas sobre el pecho del ojeroso, cerca de su cuello y movía sus caderas suavemente de adelante hacia atrás, dejando escapar leves gemidos en los labios del moreno.

«¡NO! ¡NO! ¡NO!, ¡(TN), POR FAVOR DETENTE! ¡SOY UN IDIOTA!» Ace sentía cómo sus ojos se llenaban de lágrimas que se camuflaban por la lluvia.

Cuando Law cumplió finalmente con su cometido, separó un poco a la chica y le acomodó el cabello dónde quería verlo.

   —Eres muy hermosa, (Tn)-ya —alagó viéndola de arriba hacia abajo, tomándola de las manos, como si tuviese miedo de que se fuera de su lado.

ENTRE NOSOTROS  (Law x Ace x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora