Capítulo 11

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El arranque del plan Flamenco

Finalmente era el primer día del semestre. El despertador de (Tn) empezó a sonar a las 6:30 de la mañana, sin embargo, las clases no daban inicio hasta las 8:00, pero debía tomar un baño, preparar sus cosas, desayunar y conducir hasta la facultad. Se levantó de su cama y apagó el molesto sonido de aquel reloj, cuando se vio en el espejo que había a un lado de su cama notó que seguía vistiendo lo mismo de la noche anterior, lo último que recordaba fue cuando se subió al taxi con Kid, supuso que había caído rendida.

Tendió su cama y tomó sus cosas para dirigirse al baño. Cuando salió de la regadera cepilló su cabello y se vistió con un pantalón de mezclilla entubado, una blusa blanca de manga larga y unos botines cafés, además llevaría un abrigo color beige. Salió del baño con rumbo a su habitación para dejar sus cosas y tomar su mochila. Bajó las escaleras dejándola en uno de los sofás de la sala y caminó hasta la cocina donde se escuchaba que su hermano estaba preparando el desayuno.

   —Aghhh, qué hambre tengo —suspiró abriendo la puerta de la cocina—. Huele delicioso, Kid.

   —Saca los platos, está listo —le dijo a la chica quitándose el delantal.

La castaña asintió y se dirigió a las gavetas donde guardaban los trastes. Los hermanos se habían turnado para preparar el desayuno, una semana le tocaría tres días a Kid y a la siguiente tres a (Tn). En el caso de las comidas sería un poco más complicado, el estar en cursos diferentes implicaba que sus horarios no coincidieran todos los días, por lo que comerían fuera o en caso de ser posible, prepararían la comida juntos. Una vez que el pelirrojo sirvió los platos se sentaron en el desayunador.

   —¿Cómo amaneciste? —le preguntó Kid a su hermana para después llevarse un bocado a la boca.

   —Muy bien, sabes que no me da resaca a pesar de todo lo que bebo —le respondió la castaña con una sonrisa—, aunque te mentiría si te dijera que no me estoy muriendo de sueño, hace mucho tiempo que no tenía que ir a la escuela —hizo una pausa para empezar a comer su desayuno.

   —Si que sigues siendo una dormilona, una enana dormilona —le dijo Kid mirándola de reojo.

La castaña solo le dio un golpe en el brazo. Cuando terminaron de desayunar la chica se encargó de lavar los platos para que Kid pudiera ir a preparar sus cosas. Una vez estuvieron listos, salieron a la cochera y cada uno se subió a su vehículo, pues ahora se dirigían a edificios diferentes. Cuando (Tn) abrió la puerta del piloto se detuvo a mirar a su hermano quién ya estaba sentado en la motocicleta a punto de ponerse el casco.

   —¿Qué?, ¿Tengo algo en la cara? —preguntó dudoso por la repentina mirada de la chica

   —No —respondió rascándose la nuca—. Espero que te vaya muy bien hoy, ten cuidado, ¿Quieres? —comentó la castaña. El pelirrojo solamente asintió sonriendo de lado, le causaba ternura cuando su hermanita se preocupaba por él. —Te quiero mucho, Kid —expresó con gesto infantil para después subirse al vehículo.

Las mejillas de Kid se tornaron de un claro carmesí por lo que rápidamente se puso el casco para que su hermana no lo viera. Desde el 86 (Tn) presionó el botón del control con el que funcionaba el portón automático, dejando que su hermano se adelantará.

«Si tiene un accidente así puedo encontrarlo en el camino y recogerlo»

Inmediatamente sacudió su cabeza borrando ese pensamiento, en ocasiones solía imaginar los peores escenarios con la intención de estar preparada y saber cómo actuar en caso de emergencia. Ambos vehículos salieron de la casa, la chica cerró el portón y se dirigieron a la universidad.

ENTRE NOSOTROS  (Law x Ace x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora