ENTRE NOSOTROS (Law x Ace x Lectora)

Capítulo 18

Imprudencia

   —¡Law, apresúrate! —le gritaba Sachi a su amigo quién aún no salía de la ducha—. ¡Los invitados ya están llegando!

En la cama de la habitación estaban Sachi y Penguin viendo el televisor ansiosos por bajar. El hambre que tenían gracias al cansancio de preparar todo para la fiesta les estaba irritando.

   —¡¿Aún te falta mucho?! —preguntó Penguin—. ¡Muero de hambre!

No hubo respuesta por parte de su amigo, supuso Penguin que se debía a que The Weekend estaba amenizando la ducha desde el celular del ojeroso. Le echó una mirada a Sachi, quien asintió con solo verlo.

El pelinaranja se levantó de la cama y se acercó hasta la puerta del baño.

   —¿Law? —le llamó dando tres golpes.

Al no recibir respuesta giró el picaporte deseando que no tuviese seguro para preguntarle cuanto más demoraría o si se adelantaba con Penguin. Cuando la puerta se abrió, Sachi la empujó un poco hacia adentro y asomó la cabeza.

   —¿Law? —preguntó dudoso al ver a su amigo de espaldas ligeramente encorvado a través de la cortina con su cabeza apoyada sobre su antebrazo en la pared—. ¿Estás bien?

Nuevamente, Sachi no obtuvo respuesta, por lo que decidido, entró al baño con dirección a pausar la música que estaba sonando.

   —Mmmmm, ahhhhh —suspiró Law pesadamente.

En ese momento, el pelinaranja quedó hecho piedra.

«Va a matarme» fue el primer pensamiento que cruzó por su mente.

Dentro del momento erótico que estaba desarrollando el ojigris bajo el agua de la regadera y con la canción de "Call out my name" de fondo, inclinó su cabeza hacia atrás. Abrió los ojos lentamente, cruzando su mirada con la de su amigo.

   —¡MIERDA! —gritó Sachi para darse la vuelta y salir corriendo del baño, azotando la puerta detrás de él.

   —¡CARAJO! —se escuchó al otro lado de la puerta al mismo tiempo que la cortina de la ducha correrse y un fuerte golpe en el piso

   —¡¿Law, Estás bien?! —preguntó Penguin con gesto de preocupación levantándose de la cama con dirección al baño.

   —¡NO ENTRES, PENGUIN! —le detuvo Sachi desesperadamente.

El pelinaranja se encontraba tirado en el piso junto a la puerta, con las manos sobre sus ojos sacudiendo su cabeza, esperanzado de poder eliminar de su memoria las imágenes que sus ojos habían capturado hace unos segundos.

   —¡AHHHH! ¡VETE A LA MIERDA SACHI! —los sonidos sensuales que escuchó Sachi sin intención se habían convertido en quejidos de dolor.

Penguin estaba confundido, no entendía por qué sus amigos de pronto empezaban a gritarse.

   —¡¿A QUIÉN LE PARECE BUENA IDEA MASTURBARSE EN UN BAÑO AJENO?! —le recriminó, rojo de la vergüenza—. ¡PEDAZO DE IDIOTA!

Los tres chicos ya tenían tiempo de conocerse, se habían visto desnudos en ocasiones anteriores, cuando visitaban las aguas termales, por lo que no le pareció relevante entrar al baño mientras Law se duchaba. Sin embargo, el que Sachi hubiese visto a su amigo desnudo y en acción, era una nueva experiencia.

Penguin se dió cuenta de lo que estaba sucediendo por lo que no pudo evitar estallar en risas. Se agachó a la altura del pelinaranja que yacía perturbado en el suelo y le ayudó a levantarse.