Capítulo 12

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Es un placer

El tan esperado descanso finalmente llegó a las doce del mediodía, para ese entonces, las estudiantes de economía habían cursado más de la mitad de su jornada, solamente les faltaban dos clases más para terminar con las que a teoría se referían.

Todos los alumnos de la universidad debían inscribirse a un grupo estudiantil, ya fuera cultural o deportivo para cumplir con los créditos necesarios que les daría el derecho de inscripción al próximo semestre. En el caso de los recién llegados agentes se les había dado una prórroga de dos semanas para que pudieran ir a conocer los distintos clubes y las actividades que realizaban, con el fin de que pudieran inscribirse al que más llamara su atención y llevar la forma con sus respectivas secretarias escolares. 

Cada campus en la universidad tenía su propia cafetería, además de espacios abiertos y jardines en los que los estudiantes podían sentarse a tomar el almuerzo, y es que por alguna razón, en esa institución nadie tenía actividades en el horario de las doce a la una, consideraban la hora del almuerzo como algo sagrado para que los alumnos pudieran recargar sus energías y así incrementaran su aprovechamiento. Para evitar aglomeraciones por dicha consideración, existía una cafetería con capacidad de recibir a mil personas al centro de todos los campus, sin mencionar que en los establecimientos de comida cercanos a los edificios los alumnos recibían descuentos en sus pedidos por convenios que la universidad tenía con ellos, era una institución prestigiosa, debía apoyar a sus estudiantes al máximo. 

Nami caminaba con (Tn) hacia la cafetería central, la llevaba tomada de la mano casi a rastras por lo rápido de su andar, estaba muy entusiasmada por presentarla con sus amigos, especialmente a la morena arqueóloga. Se imaginaba lo maravilloso que sería el ahora ser tres chicas, las tardes de compras, noches de películas y spa, salir de fiesta y un sin fin de escenarios.

   —¡Vamos!, (Tn)-chan, después te mostraré la universidad completa, pero primero quiero que conozcas a todos.

   —De verdad que con tu entusiasmo haces que tampoco quiera esperar a conocerlos —respondió con una sonrisa y llevando su mano a su pecho simulando estar algo agitada por la velocidad.

Avanzaron un poco más hasta que lograron divisar aquel ancho edificio de paredes blancas cubiertas por ventanales. Era el único lugar que desentonaba un poco del estilo neoclásico de las demás facultades, dado que la necesidad de que todos los alumnos debían tener su hora del almuerzo sin excepciones era algo que llevaba siendo costumbre hace cerca de diez años, cuando se realizó un cambio en la dirección. 

La cafetería tenía tres entradas, una frontal que era la principal y las otras dos a los costados del edificio. Nami cruzó la puerta más grande con su nueva amiga, una vez adentro se detuvo, se levantó sobre las puntas de sus pies para alcanzar a revisar si sus amigos ya se encontraban en la mesa donde siempre se solían sentar.

   —¡Ahí están! —le hizo saber Nami a (Tn) al apuntar con su dedo índice la mesa donde ya estaban la mayoría de sus amigos, incluidos un pelirrojo y un rubio con cabellos de piña a los que nunca había visto. —¡Andando!

La castaña se limitó a asentir sonriente para caminar detrás de la enérgica muchacha, debía actuar como la típica chica nueva, a la que le pone de los nervios conocer nuevas personas y entablar conversaciones. Una vez llegaron a la mesa (Tn) divisó un total de nueve individuos sentados, reconociendo perfectamente a tres de ellos. Todos platicaban como si se conocieran de toda la vida, al parecer el más entusiasmado era un pelinegro que vestía un sombrero de paja con una peculiar cicatriz bajo su ojo izquierdo, el Mono, quien tenía abrazados del cuello a dos sujetos haciendo que sus rostros se restregaran entre sí.

ENTRE NOSOTROS  (Law x Ace x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora