Paranormal Exchange

Cap 3: Baker's House

Mi alarma tenía que sonar a las 10:00, pero por alguna razón que desconozco me sonó 20 minutos después.

Que manera tan linda de comenzar el el día

Me levanté rápidamente de la cama y fui a la cocina, para mi sorpresa el desayuno ya estaba listo. Pero era... "muy americano" se trataba de  tostadas con mantequilla y mermelada acompañadas de huevos revueltos.

Vaya, parece que mi madre se tomó demasiado en serio esto de vivir en Estados Unidos.

Eran las 10:35 cuándo empecé a ducharme, el agua estaba helada y por más que le diera a caliente no se cambiaba. No me gusta el frío, no me gusta el agua fría, no quiero  ducharme así. Aún sigo con mi pensamiento de que las personas que se duchan con agua fría son enfermas mentales, y son personas a las que les gustan sufrir.

¿Como es posible que te estés duchando con agua fría y tan tranquilamente? Yo si lo hago, lo hago mal, me quejo y mi cuerpo queda en partes secas y mojadas a consecuencia de mis brincos para establecer contacto con el agua.

Y por si fuera poco, yo en la ducha de normal tardaba bastante e iba justita de tiempo por quedar a las 11:00 con Steff. Lo peor de todo había sido el no poder ducharme dando mi concierto imaginario creyéndome Beyoncé.

Beyoncé es mi cantante favorita, me encanta sus canciones, la energía que tiene al cantar, y las letras aunque estén en inglés no suponen un fuerte problema para mí. Lo mismo me pasa con Justin quien es también mi cantante favorito, con Justin se me hace más fácil cantarlas y me trasmiten bastante. Son los dos amores de mi vida.

Con un jean negro vaquero, un buzo azul ancho y la maleta en mano, así fue como me despedí de mis padres.

——Hijita, no puedo creer que te me vayas así, tan rápido. Solo tienes 15 años.

——Estará bien, ya está en sus quince. Que se las apañe solita como una buena mujer.- decía mientras miraba a mamá.

——Seguro que te vas por... ¿Acaso hemos escogido un mal destino? ¿Estados Unidos es peor que Canadá? ¿Arcata se te hace pequeño?

——Mami, no es por nada de eso, tranquila.

——No seas exagerada cariño. Esto va a ser bueno para Jimena.

——Pero, ay Diosito cuidala por favor.

——La niña tiene que relacionarse con los demás, así se alejará de la toxica de Pao, aprenderá de una puta vez inglés, y haber si se convierte en una mujer de provecho, y madura un poco tanta tontería le afecta.

Me despedí de mi madre con un gran abrazo, no quería soltarla, sabía que la iba a echar mucho de menos. Mamá era como un lugar seguro para mí, mamá siempre había estado y  preocupado por mí felicidad. Siento que yo la estaba dando la imagen incorrecta, dejándola aqui sola, con el imbécil de mi padre. Una parte de mi quería irse, pero la otra le decía que se quedara.

Para cuando llegue Steff ya me estaba esperando, había tres personas más.
Al fin llegué, sentí que había corrido la maratón de mi vida, cansada y jadeando. Un hombre calvo, algo gordito, con gafas, de baja estatura, y con un cartelito que decía Albert en su camisa, comenzó a decirnos que por favor hiciéramos una fila, y le dijéramos nuestros nombres.

Albert empezó a decir los nombres de los presentes para chequear.

——¿Cameron Hall?- preguntó Albert-
da un paso al frente y colócate detrás al lado de mi.

Un chico alto, de cabello más o menos largo güero y de ojos verdes, dio el paso adelante. Llevaba una camisa blanca y azul de rayas, con un un pantalón blanco y su maleta verde. Tenía pinta de ser alguien agradable y buena onda.