Paranormal Exchange

Cap 13: La magia de conectar

--¿Rosa? o ¿Azul?, ¿Rosa? o ¿Azul?
El azul es muy de Los Pitufos, pero me chiflan las perlitas brillantes, y el rosa es precioso y obviamente me queda con mi cabello rubio. ¡Ay, no sé cuál!.-Chicas, joder, ¿¡Podéis ser tan amables y ayudarme?! Gracias. ¿Cuál me pongo?. Jope, porqué es tan difícil, porque me queda todo tan bien.

Por favor que alguien le diga que se calle, ¡no la aguantó más!. Que cierre ese hocico de mierda de una vez por todas

Me encontraba en la espectacular casa de la líder de las animadoras, Sara, Sara Green. No sabía bien cómo ni cuando había acabado ahi, se supone que yo a ella no le caigo bien, cosa que no comprendo porque no ha tenido oportunidad de conocerme bien, pero no estoy para hablar ya que, ella no es que me agrade del todo.

Estábamos varias chicas y yo preparándonos en su habitación la cuál era de paredes blancas con muchas, por no decir demasiadas, cosas en color rosado, como: fundas de cojines, lamparas, peluches, la alfombra, algún bote de skincare de los tropecientos que había en un organizador en el tocador y varias brochas de maquillaje.

También estaba soportando como la rubia llevaba 40 pinches minutos repitiendo la misma puta palabra que salía de su perra boca, el ridículo ¿azul o rosa?, que ya me tenía enojadísima.

En realidad no la soportaba, a este paso iba a tirarle una silla en la cabeza con alguna canción de Beethoven de fondo. Sería espectacular. Pero se quedará en mi imaginación este hecho.

La chamaquita no se decidía entre los dos vestidos que tenía como opción y a pesar de que sus dos amigas del alma ya le habían dicho varias veces su recomendación, la Sarita no les quiso dar la atención, ahora entre lamentos pretendía buscar la opinión de Steff y la mía.

Bajo mi opinión, yo tenía claro que vestido debería llevar, ambos le quedaban extremadamente bien, tenía un cuerpo delgado pero no estaba tan en los huesos, al contrario se notaba que hacía deporte, aunque conservaba su delgadez, sus muslos eran medianos, tenia una cadera prominente que contrastaba con la estrecha cinturita, el trasero voluminoso, y una larga cabellera rubia que ahora llevaba ondulaciones y por último pero no menos importante, unos ojos verdes. Con su físico envidiable que cualquiera desearía tener no cabía ninguna duda de que algo le quedara mal. Parecía una modelo de Victoria Secret.

-Pues, siendo sincera yo digo que el rosado es tu color. Siento que es como tú sello de identidad.(dije mientras echaba una ojeada a todas las cosas en ese color) te pertenece ese color y deberías llevarlo. Aunque no estoy diciendo que el azul no te quede, de echo te queda muy bien.

Tras mi declaración vi como el rostro de Sara se iluminó, sus ojos verdes obtuvieron un brillo y de su boca salió una sonrisa, distinta a cualquiera que había visto antes, esta vez no era forzada, ni falsa, la de ahora estaba llena de verdad, de pureza.
Agarró el vestido rosa y se lo probó, y en cuanto se vio en el gran espejo que ocupaba gran parte de la habitación, asentía con la cabeza. Con algo de dificultad pude ver como se le derramaba una pequeña lágrima de su ojo izquierdo, la cuál se quitó con cierta rápidez. Llevaba un maquillaje muy bonito, le quedaba bien, pero era algo cargado, para mi gusto personal,parecía que iba a una boda.

 
Se le daba bien el maquillaje, nos había estado maquillando a todas pero de la manera en la que se lo pedimos, yo no tenía idea de maquillaje, ni siquiera me sabia el nombre de los productos, mucho menos los pasos que hay que hacer.

--Gracias, Jimena. Definitivamente llevaré este, con ese bolso de ahí blanco, y solo me queda mi gloss.

PIII, PIII, PIIIIIII (el sonido del timbre de la casa de Sara)