Nunca antes, en sus treinta y cinco años de vida, había visto a alguien tan alegre y emocionado esperando por un algodón de azúcar hasta que conoció a Hyungwon. Intentó llevarlo a un restaurante de lujo de acuerdo a su nivel pero el muchacho, asustado, se negó a bajar del auto, incluso Hoseok logró percibir cansancio y aburrimiento en su mirada. Al final, había acertado pues el muchacho se sentía tan ajeno a los lujos, extravagancias y comodidades que Kang pudiera ofrecerle.Sonrió ante el ceño fruncido del bello joven, quién había terminado con el dulce y no estaba de acuerdo con ello. Hoseok esperó a que le pidiera otro, sin embargo, lo vio bajar la mirada y meter las manos en el bolsillo delantero de la sudadera. Ladeó la cabeza hacia la izquierda y descubrió un puchero en los carnosos labios que le dibujó una sonrisa de inmediato.
—Espera aquí, regreso en un momento —se levantó rápidamente bajo la atención y curiosa mirada de Hyungwon.
Volvió con un algodón de azúcar en cada mano y pudo ver un encantador brillo en los grandes ojos del muchacho.
—G-Gracias —susurró sonrojado hasta las orejas. Tomó uno de los algodones y se dispuso a comerlo con la misma emoción de antes.
—Si necesitas algo no dudes en pedirlo —dijo ocupando el lugar a lado de Hyungwon en la estrecha banca.
Hoseok descubrió su pasatiempo favorito. Ver a Hyungwon comer. Aunque su mente se llenaba de imágenes pecaminosas cada vez que Hyungwon movía los labios o los relamía, no dejaba de pensar en lo tierno que se miraba con las mejillas abultadas y llenas de comida porque sí, Hoseok gastó todo el dinero que traía consigo, y un poco más, en comida callejera para el hermoso chico de labios esponjosos.
—¿Éste es el edificio dónde trabajas?
Hoseok asintió mirando hacia arriba, directamente a los últimos pisos.
—Si un día necesitas mi ayuda o simplemente quieres salir y comer un helado —señaló con el mentón el alto edificio con letras gigantescas "S. H" que se alzaba frente a ellos —puedes encontrarme aquí. Mi horario de trabajo es de ocho a seis pero siempre paso más tiempo del necesario, y a veces hasta media noche.
—Y-yo... M-me —Hyungwon sacudió la cabeza deshaciéndose del nerviosismo. —Me encantaría visitarte.
Hoseok sonrió asintiendo.
—Te invitaría a conocer mi oficina pero Hyunwoo, mi jefe, me tacharía de loco si me ve rondando por aquí.
Hyungwon rió cubriendo su boca con una mano.
—Solo no olvides la dirección y puedes venir cuando gustes.
Cuando gustes...
Hyungwon quería tener la libertad de la que tanto hablaba Hoseok, atravesar los pesados portones de hierro y caminar con toda confianza por las calles. Tristemente ese no era su caso, su lugar era al lado del hombre que lo había comprado. Hyungwon ya no quería llamarlo esposo porque el término era totalmente incorrecto, Hoseok le había hablado de lo mucho que se amaban sus padres y de la linda anécdota de la boda, y Hyungwon no vivió ni una pequeña parte de eso así que no podía llamar esposo a un hombre que pagó una fuerte suma por su cuerpo.
Lentamente sus ojos se llenaron de lágrimas y no fue consciente de ellas hasta que sintió las cálidas manos de Hoseok limpiando sus mejillas.
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⭒ ❇ The Hidden Boy ❇ ⭒2WON
Romance"Estoy vagando ahora mismo, como un niño perdido" 2Won Hoseok/Hyungwon