Este lugar es enorme – caminaba rodeado de árboles – gracias por llevarme, perdido me queda corto.
Me hubieses llamado – le respondió Alison – te dejare en la expo, tengo clases en 10 minutos, si sigues aquí después de una hora me llamas, así vamos a tomar un café o comer algo, por aquí esta lleno de lugares con comida deliciosa.
Está bien – simplemente sonrió, hace mucho no veía a su mejor amiga, a pesar de que eran como uña y mugre. – has cambiado...
Para bien o para mal – preguntaba.
-Para bien, te ves mucho más madura, y popular, ya perdí la cuenta de cuantos omegas te han saludado.
¿eh? No, yo, Isaac, no es lo que crees – decía nerviosa lo que hizo que su amigo suelte una fuerte carcajada.
-Esta bien, Alison, eres una alfa muy guapa. – se alejo un poco de ella, ya que había dejado de caminar, ya se encontraban en la puerta donde se encontraba la expo – solo, encuentra a alguien que te haga feliz ¿sí?
Está bien – sonrió – ¿nos vemos después?
Una sonrisa genuina decorada el hermoso rostro de Isaac, solo asintió a la pregunta de la alfa, y se adentro a ese gran gimnasio. El lugar estaba repleto de cuadros bien acomodados. Andaba poca gente ya que aun era temprano. Eso era lo mejor para él, podría pasar el tiempo que quiera apreciando el arte en cada lienzo.
En cada paso que daba, en cada punto que se detenía sentía como alguien le observaba, lo ponía nervioso, aun así, por alguna extraña razón no sentía miedo, es más quería saber de quien se trataba, esa sensación, esa presión ya la había sentido antes. Se paro en una pintura que antes ya había visto o eso creyó.
-Algo es distinto... es la misma pero no expresa lo mismo.
Ahora expresa esa libertad que tanto anhelaba – sintió que alguien le susurro muy cerca de su oreja – ¿no te sientes feliz por la artista? Al fin es libre.
-Sí. – respondió sin voltearse – ella lo ha logrado... eso me da cierta esperanza.
Una leve sonrisa colmada de tristeza decoro su rostro, el otro hombre lo miro con intriga.- esa no es el tipo de sonrisa que quiero ver en tu bello rostro – hablo algo preocupado.
Al escuchar eso, Isaac se animo a darse la vuelva para poder verlo, por segunda vez, se fascino por la belleza de ese hombre quien le sonrió bonito.
-Que bendición poder volver a ver esa perfecta sonrisa – el hombre acerco su mano y le toco ligeramente su rostro.
Y yo sigo pensando, que eres la obra de arte mas hermosa que estos ojos pecadores han visto – Isaac sin ser consciente libero un poco de sus feromonas – de verdad podría apreciar te todos los días sin cansarme.
El menor se veía rojo, su respiración empezaba a acelerarse, quería aferrarse a esos fuertes brazos que tenía enfrente, quería hundirse y ser uno...
Lo siento – jadeo – debería a ver llegado mañana, ne'necesito volver a casa.
Pequeño – dijo ronco – mierda...
El hombre lo tomo con cuidado de la muñeca, haciendo que lo siga, quería alejarlo lo mas pronto de esos alfas que estaban en el lugar, las feromonas de su pequeño omega eran tan fuertes que hasta el se estaba dejado llevar, sentía que en cualquier momento dejaría salir a su lobo, necesitaban ir a otro lugar, pero no había tiempo.
Oye, pequeño pajarito – hablo medio entre jadeos, las feromonas lo estaban sofocando pero lo estaba amando, el olor era delicioso no solo para su lobo, para su lado humano igual. – me estas volviendo loco ¿lo sabes?
-L'lo siento...
Me encanta – lentamente se acerco ahí, a ese lugar donde se encontraba la glándula de olor del pequeño omega – me encantas... mierda ya no puedo aguantar más.
Yo... a mi igual – decía bajito – me gusta su olor, es delicioso y reconfortante.
Quiero besarte – dijo el mayor – déjame besarte ¿por favor?
Un alfa... ¿le estaba suplicando? Aun en el estado en que se encontraba por su culpa, él le estaba pidiendo permiso. Ahí se dio cuenta que, aunque lo tenía contra la pared no lo había tocado. Aun así, ambos estaban al limite de sus instintos solo por oler al otro.
Sí – el brillo que vio en los ojos del alfa le sorprendió mucho, veía un gran deseo – bésame... alfa.
Ese había sido su lobo respondiendo y dejándose llevar.
Esto no debería estar pasando, ¿Qué estoy haciendo? Este hombre... es ese hombre. Yo, yo solo vine a ver una exposición de arte. Se que si esto continua no abra vuelta atrás pero el placer que me provoco simplemente sentir su respiración en mi cuello, el cómo sus grandes manos acarician con delicadeza mi cintura y espalda.
Esto no puede ser –pensaba, los gemidos involuntarios a causa de las caricias que el hombre encima suyo le daba, cargadas de lujuria, pero también de delicadeza.
Tenía su mente en blanco. Ya no soportaba más, ya no quería reprimir a su lobo quería dejarlo salir y darle todo de el a ese hombre de la sonrisa perfecta que había conocido hace un tiempo cuando solo tenía diecisiete años.
Esto no debería pasar – decía en su mente mientras el otro le comía la boca en un beso profundo.
Pero mi cuerpo no deja de temblar, mi instinto me dice que no lo deje ir.
los jadeos hacían que el silencio de aquel baño desapareciera. – estoy seguro de que a partir de ahora – el otro hombre lo miraba impaciente, quería más, querían más. – este dulce veneno devorara mi cuerpo.
Te deseo... pequeño pajarito – susurro en el oído del menor.
uff, hasta aquí el capítulo de hoy, salió tantito más largo que los demás, espero que les haya gustado. No soy buena escribiendo ese tipo de escenas, ustedes me entienden, pero lo intentare...
alguien más no sabía que era sábado? No? bueno yo no sabía, estaba tan metida con un fic que se me olvidó por completo que ya era sábado, como disculpa este fin de semana subiré 3 cap 😀
Bueno espero que se suban ya que mi internet anda fallando 🧐
Tomen agua. los quiero.
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Fruto prohibido
RomanceIsaac es un joven de 19 años quien siempre a sido limitado. Fue obligado por sus padres a contraer matrimonio con un alfa mayor que él, llamado, Antonio Jones. Pero que pasara cuando se vuelva a reencontrar con el hombre de la sonrisa perfecta, al...