Salgamos – susurraba Isaac conteniendo una nueva ola de lágrimas.
La alfa lo tomo de la muñeca arrastrándolo fuera de la casa, si Julieta sabía tanto seguramente habían sido sus padres quienes la mantenían informada ya que en su momento ellos no pudieron hacer nada. Una vez fuera el omega se veía mucho más tranquilo, pero estaba un poco pálido.
¿Estas bien? – Isaac se tomaba el estómago y lo frotaba, algo no estaba bien.
Bien... estoy bien, solo tengo un poco de nauseas. - habían llegado en taxi. Pero decidieron ir a la casa de los padres de Alison. El omega se termino durmiendo en la que había sido la habitación de su amiga.
Hija – hablo su padre. – ¿Qué pasó? Se veía muy mal.
Escuchamos a sus padres hablar con Julieta... - resumió.
¿Qué escucharon? – preguntó el padre, sin embargo, la madre. - ¿Julieta está en la ciudad?
Está. – dijo simple, pensando algo que ella quería creer que no era así. – ustedes no sabían nada ¿cierto?
¿Sobre qué Julieta había llegado? – preguntaba la madre, al ver que su hija no decía nada. – No, no sabíamos que estaba en la ciudad, hace solos unos días estaba...
No eso no. – Alison se veía rara, y es que a un no podía procesar toda la información. – escuchamos sobre...
No alcanzo a responder cuando escucharon pasos corriendo en el segundo piso. – Alison remueve la olla me iré a fijar.
No paso mucho para que escucharan a Isaac vomitando. Y como su madre le decía a su mejor amigo que todo estaría bien, que vuelva a dormir, que lo despertaría cuando la cena este lista. Que ella etaria al pendiente de él, que no tenia nada que temer.
Papá, Julieta dijo que Isaac es un ODE... - revolvía contantemente la olla, aunque no fuera necesario. Su padre no dijo nada, cuando se voltio a verlo tenia una cara indescifrable. – Julieta alguna vez les dijo algo...
No. – escucho a su madre, quien recién bajaba los últimos peldaños de la escalera. – Nunca supimos, pero lo sospechamos. Isaac es mucho mejor que un omega promedio, fácilmente competía contra un alfa, y las feromonas de un "simple alfa" no le afectaban realmente.
¿tú qué piensas, Alison? – decía esta vez el padre. – has pasado casi toda tu vida a su lado. Nunca pensante nada al respecto, no en temas de estudios porque el siempre fue muy estudioso y se esforzaba más que los demás.
-Pero... en capacidad física, no crees que el es mucho mas fuerte.
Siempre quise pensar que era porque se esforzaba en todo. – dijo Alison. – y quiero seguir pensando así, que sea extremo no puede opacar su esfuerzo.
Tienes razón. – dijo su madre revisando el estofado. – entonces no importa realmente lo que sea, sigue siendo el Isaac que da lo mejor de si mismo.
Sigo siendo el mismo. – susurro, cuando todos voltearon hacia la voz, el estaba sentado en la escalera, con una de sus manos frotando su estómago. – lo venía sospechando desde el mes pasado, y la verdad que no fue eso lo que me sorprendió, fue el hecho de que mi padre me tratara mal por algo tan estúpido como ser superior a él.
Y lo de tu madre... - preguntaba bajito, Alison.
Oh bueno – río. – ya lo sabía, Nicolás me lo advirtió en la carta que me dejo.
-De hecho, igual está molesta porque solo se despidió de mí. Pero como el me dijo, estoy tranquilo no tuve la culpa.
¿te sientes mejor? – preguntó Emily. – aun te ves un poco pálido.
Sí, ya estoy mejor, gracia por todo. – decía el omega levantándose de las escaleras.
capítulo cortito. Tomen agua.
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Fruto prohibido
RomanceIsaac es un joven de 19 años quien siempre a sido limitado. Fue obligado por sus padres a contraer matrimonio con un alfa mayor que él, llamado, Antonio Jones. Pero que pasara cuando se vuelva a reencontrar con el hombre de la sonrisa perfecta, al...