VI

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¿señor? – decía el secretario al no recibir respuesta al toque en la puerta. – Tiene una visita.

Al otro lado se escuchó un carraspeo – déjalo pasar en 10 minutos – pasos nerviosos sonaban dentro del despacho, el secretario solo suspiro y respondió una fuerte afirmativa.

Camino hacia su escritorio donde lo esperaba un alto hombre de buen porte y cabello negro. Era guapo, aunque al hablar se mostraba mas accesible, cuando estaba en completo silencio como ahora cuando lo miraba de lejos, dada hasta un poco de miedo.

Por favor, discúlpeme, señor Moon, el señor Jones parecía ocupado, dijo que podría entrar en 10 minutos. – con una leve reverencia pedía disculpas, sabía lo que hacia su jefe, pero aun no se acostumbraba a tal descaro.

No se preocupe, tengo tiempo – respondió con una suave sonrisa, comprensiva.

El secretario volvió a suspirar, volvió a su trabajo viendo de vez en cuando al hombre que tenia a pocos metros, su presencia de alfa dominante lo ponía nervioso aunque el fuera un simple beta, las feromonas no eran necesarias. El echo de que fuera un actor de reconocimiento mundial era suficiente.

Deja lo pasar – escucho desde el comunicador, al segundo de a ver escuchado la orden una hermosa mujer claramente omega paso al lado del escritorio dando una reverencia, deteniendo su andar al ver al imponente hombre de cabello negro.

Oh dios mío – exclamo la mujer que lucia un vestido bastante corto y ajustado al cuerpo, luciendo un gran escote, dejando nada a la imaginación – no puedo creer que el famoso actor Dan Moon este aquí.

Moon solo sonrío, a los ojos del secretario se veía incomodo, por lo que decidió intervenir. – Señor Moon, por aquí por favor, el señor Jones lo espera.

El anterior mencionado volteo levemente a la mujer "si me disculpa" le dijo, para continuar siguiendo al secretario. Llego a unas inmensas puertas de madera "innecesariamente grandes" pensó. El hombre beta a su lado dio tres toques a los que esta vez si obtuvo respuesta.

Adelante – respondió. Al abrirse las puertas, Jones estaba sentado en su escritorio revisando una ruma de papeles, pero si lo mirabas mejor seguía algo rojo y con la corbata sin ser ajustada como normalmente la usaba.

Demasiado obvio Jones. Pasaba por la mente de Moon.

Con su permiso – reverenciaba el secretario para seguir con su trabajo.

Recién ahí Jones levanto la cabeza, sorprendiéndose por quien tenía a unos pocos metros.

Damia... Dan Moon – se corrigió, se levantó de su cómoda silla, para ir a estrecharle la mano a su viejo amigo.

-Oh, vamos hombre no es necesario que tú me llames por ese nombre.

Tanto tiempo sin verte – respondió estrechándolo en un fuerte abrazo de unos pocos segundos, dando unos leves golpes en la espalda de Moon.

Bastante, por eso no es una visita profesional – respondió con una sonrisa, se veía feliz.

Me hubieses llamado – se sentaba en uno de los sillones que componían la oficina, quedando uno frente al otro – ¿Cuándo volviste, Damián?

-A principio de diciembre, vine a ver a mis hermanos. A demás, a principio de enero empezará la filmación de un drama y será aquí.

Jones lo escuchaba en silencio, asintiendo de vez en cuando. – ¿eso quiere decir que soy al ultimo con el que te has comunicado?

No, no, no – respondió Moon con una sonrisita pero al ver la cara de su amigo se corrigió– bueno, sí.

Que cruel, Damián Miller. – dijo soltando una carcajada – ¿quieres algo para tomar?

Fruto prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora