XIII

44 12 0
                                    

¿En serio te irás? – preguntaba con un gran puchero el alfa. – no te vayas.

Ya es 26, creo que es hora de irme. – no quería, pero debía, aunque no se lo haya dicho tenia muchas llamas de su esposo.

Damián, se aferraba al cuerpo del menor, escondiendo su cabeza entre el hombro y el cuello de Isaac. Para sentir ese exquisito olor que tanto amaba. – me entere que Antonio se ira a un viaje de negocios. Supuestamente. Así que quédate.

Damián – decía suspirando, ese hombre que tanto quería, el que era mayor que él, parecía un niño chiquito haciendo berrinche.

Cariño, por favor. – rogaba, sin soltar a su pajarito, tenía miedo de no tenerlo a su alcance. Tenía miedo que abriera sus alas para volver a donde pertenecía para nunca mas volver a su lado. – pasemos año nuevo juntos, quédate esta semana. Vamos di que sí, cuando comience la lectura de guion y las grabaciones, tendré muy poco tiempo para poder verte.

-Necesito recargar energías, si no, no podre concentrarme durante mi trabajo.

¿Dan Moon me esta chantajeando? – decía entre risitas, el alfa pasaba sus manos bajo su polera, provocando cosquillas. – Dan Moon hará su trabajo, y Damián, me dejará ir...

No, te quedas – lo apretaba contra su cuerpo. – aquí conmigo.

Necesito ropa. – respondía acariciando el blanco cabello del mayor. – iré a buscar ropa, la tuya me queda demasiado grande, mira, parezco un estropajo.

Voy contigo. – decía parándose para cambiar su pijama.

No. – respondió seco. – iré solo.

-Pero...

¿A que le tienes miedo? – se ponía de pie, intentando meter todo lo sobrante de la polera dentro del buzo que llevaba. – A mí no me gusta Antonio, lo sabes.

-Pero el te puede encerrar. Cariño, déjame ir contigo.

No iras, Damián. – decía quitándole las llaves de su departamento. – estaré bien, ya abrí los ojos.

-Además. ¿Qué le dirás si nos ve juntos?

No sé, quizás que iba a verlo y nos encontramos en el camino – decía desesperado. Pero un sonido de celular lo puso alerta.

¿Hola? – decía contestando la llamada.

-Sigues sin revisar quien te llama...

Alison. – sonreía volviendo a tomar asiento en la cama, el alfa sin perder oportunidad de estar cerca se puso entre sus piernas. – eres demasiado mimado... - susurraba.

-Sigues con ese alfa... ósea que no podremos verte.

¿tú y quién más? – preguntaba intrigado, ella nunca hablaba en plural cuando quería verlo.

-Mi madre quiere verte... ISAAC CARIÑO, VEN A VERNOS TE TENGO UN REGALO.

Oh, esta bien ya la escuché... iré esta tarde. – noto de inmediato como el mayor alzaba la oreja.

-No, mío, cariño...

-Oh por dios jajaja... ¿en serio es mayor que tú?

Ya basta, Alison. – suspiraba. – déjame hablar con él, estábamos discutiendo un asunto. Te aviso cuando este en camino.

-Esta bien, cariño, nos vemos luego, te amo.

Él sabía, por supuesto que sabia quien era Alison, pero no pudo evitar enojarse al escuchar a alguien más decir esas palabras a su pajarito, suyo solo de él. Gruño inconscientemente. Su lobo marcando territorio, sonaba hasta estúpido ya que en primer lugar, solo era el amante.

-OH¡, No puedo con esto, jajaj joder, me gruño.

Damián – lo llamaba para que levante la vista ya que se sentía avergonzado de lo que había hecho. – ¿te pusiste celoso? Enserio ¿acabas de gruñir?

Lo siento... - dijo bajito como niño regañado. – no quise, perdón, se que es tu amiga, pero... me dolió escuchar que alguien te diga esas palabras.

Damián Miller – decía con una sonrisa.

-Quiero ser el único... ¿está mal querer ser el único que te pueda llamar así? ¿estoy siendo muy codicioso?

No... - no alcanzo a terminar de responder cuando escucharon un carraspeo al otro lado de la línea.

-Muy lindo todo, pero sigo aquí... Isaac, si no te quiere dejar ir, tráelo, lo presentas como un amigo, y ya, problema resuelto. No vengas tan tarde, mamá quiere que lo ayudes preparando la cena. Nos vemos.

¿okey? – respondió solo para escuchar como la llamada era finalizada.

-El plan de ir solo a buscar mi ropa sigue en pie, no creas que lo he olvidado.

Tsh – refunfuñaba. – ya que tu amiga me invito, podría llevar algo, no sé, ¿Qué tal un postre?

-Yo compro el postre mientras tu vas por tu ropa... ¿está bien?

Está bien – depositando un delicado beso en los labios del mayor, empezaron a prepararse para salir.

Miller, lo dejo lo más cerca de su casa, atento a que nadie los viera juntos. – nos juntamos en Cake'Rose.

-A la orden, pequeño pajarito. 




































Hasta aquí un nuevo capítulo. Espero les haya gustado. En un rato más subiré el siguiente, como había mencionado subiría dos el sábado y dos el domingo, pensé que ya había subido uno para el día de hoy, tal parece que no fue así 😃

Por cierto está historia ya llegó a las 600 vistas, y 100 estrellitas, de verdad muchas gracias 💜 no pensé que gustaría tanto y que en tan poco tiempo ya tenga está cantidad.

Para algunos debe ser muy poco pero para mí es bastante, una vez más muchas gracias 💜

Tomen agua.

Fruto prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora