XIII. Last

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Aquel pasillo fue un refugio cuando no había nadie más que pudiera protegerlo.

Las rodillas yacían cubiertas de sangre, los dedos ardían en demasía, y una exhalación lenta y débil se oyó en la extensión a través del eco.

En ese entonces, Jungkook sintió la vida depender de un hilo.

Ayuda... —pidió pequeñito, con la voz entrecortada, sin llorar al no poder cuando ya no tenía más lágrimas para hacerlo— Ayuda...p-por favor...

Dos doctoras corrieron hacia él, las miradas atónitas y llenas de horror recayendo cuando cayó de rodillas.

Lo recuerda perfectamente. Vestía su uniforme de colegio y llegó a casa, ese alfa lo atacó de nuevo y logró huir, pero no con éxito, no después de lo que hizo.

¡Traigan una camilla!

En su delirio, logró oír la voz de una mujer, la misma que lo sujetaba para levantarlo y el terror se presentó al percibir la fuerte esencia alfa venir de ella.

No, no, no.

¡No me toque!

Oye-

¡No! ¡No! ¡NO ME TOQUES MÁS! ¡PARA!

La mujer lo soltó de golpe, el silencio arrasando ese pasillo del hospital. El lugar quedó desolado a pedido de los vigilantes y tanto enfermeros como doctores alfas se alejaron para dar pase a los omegas.

En tanto un omega practicante de enfermería se paralizó a unos metros de la escena, observando a la lejanía a ese chico en el piso que temblaba aterrado, el olor a histeria llegando a sus fosas nasales en una hilera casi nauseabunda, y ni hablar del denso aroma a alfa en él.

Muévete, Seokjin.

Un joven Kim Seokjin tembló ante la orden de una enfermera que lo empujó ligeramente, pasando con más enfermeros con una camilla hacia ese adolescente.

Lo subieron con dificultad cuando el chico se removió frenéticamente, no queriendo ser tocado a pesar de los omegas que lo rodeaban y Seokjin trató de acercarse, de querer ejercer algo en este omega que con ojos aterrados se encogió en la camilla y se rodeó los brazos alrededor de su abdomen, como si quisiera proteger algo más que solo él.

Oh no

Avanzó junto con enfermeros y doctores hacia una sala privada, solo con omegas y uno que otro beta que intentaron desvestirlo para colocarle una bata, pero el chico gritó con desesperación, la habitación volviéndose un lugar de tortura por más que intentaron calmarlo.

Seokjin estaba a nada de llorar cuando este adolescente comenzó a ahogarse con su propio llanto.

Seokjin-ah, contacta a servicios sociales y a la unidad de víctimas especiales. También intenta buscar a los tutores de este chico —una doctora omega le ordenó en un jadeo mientras sujetaba las manos del adolescente, manteniéndolas con fuerza contra la camilla.

Hizo lo debido. Llamó a servicios sociales del mismo hospital y trató de contactar a los tutores, pero una corazonada le ordenó no hacerlo. Algo en él gritó: "¡No los llames! ¡No lo hagas!" Y definitivamente desistió.

Servicios sociales llegaron minutos después que internaron al omega, y una hora más tarde un conjunto de policías resguardaron la habitación para iniciar un interrogatorio.

Seokjin oyó con cautela desde el marco de la puerta. Este chico con nombre Jeon Jungkook tenía dieciséis años y vivía con su madre, no mencionó a un padre o a un padrastro, tenía un hermano mayor de nombre Jeon Hojoon que dejó el hogar hace unos meses, y que estaba solo cuando fue atacado por un alfa.

SOMEONE I CAN LOVE | KTH&JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora