SOMEONE I CAN LOVE | KTH&JJK

XVIII. Universe

La manera en la que Taehyung había proyectado su vida era una película.

Estudiar, trabajar, enamorarse, casarse y formar una familia. Una planificación total que era perfecta, demasiada, y estaba dispuesto a conseguirla.

El destino puede ser tan contradictorio hasta superar la realidad.

Las enfermeras en servicio le quedaron mirando desconcertadas. Parecía no haber parpadeado desde que Jungkook entró al quirófano.

Con sus ojos puestos en el reloj de la recepción, Taehyung vio marcar las manecillas 11:15 am, aproximadamente a una hora desde su llegada con el omega.

Inclinó el cuerpo hacia delante, apoyó los brazos en los muslos y enterró los dedos en su cabello, haciendo presión como una distracción inútil ante la ansiedad.

Pasó tanto por su cabeza. ¿Jungkook habrá tenido una buena alimentación? ¿Está físicamente bien? ¿Quiere ese cachorro?

Sobre todo, ¿quién es el padre de ese cachorro?

Sacó cálculos rápidamente y Dios, Jungkook estaba en cinta cuando lo conoció, incluso antes de conocerlo.

Las náuseas, esa vez que vómito en su casa, los antojos, el porqué solía quedarse dormido en clase, la razón del uso de esos grandes abrigos y se negaba a quitárselos.

Joder, incluso últimamente le negó los abrazos, su vientre era la razón.

¿Pero su olor? ¿Por qué no percibió la típica esencia de un omega en preñez? ¿Acaso usó inhibidores de olor?

—Hey, Tae...

El alfa alzó la cabeza. Seokjin tragó al verlo y se inclinó, queriendo rodear su brazos, pero Taehyung se alejó, no queriendo ser tocado, no queriendo ser atendido por nadie, no por Seokjin, no por Namjoon, quien se acercó como instinto ante el trato hacia el hombre considerado su omega.

—Está en el quirófano —respondió ante la nula pregunta y los otros no respondieron, porque pronto el esmeralda contorneó sus irises— Ustedes lo sabían.

—Tae-

—¡Ustedes lo sabían y no me dijeron nada! ¡¿Por qué?!

—Porque no somos los indicados —el omega contestó, con Namjoon a su lado como protección—. Jungkook nos hizo prometer no decirte nada, él mismo quería decírtelo, pero después...después se negó porque temía que rompieran, temía tu reacción.

—¿Y esperó entrar en labor para decírmelo?

—No debía pasar —Seokjin le refutó, enfrentándose a Taehyung quien se puso en pie, queriendo ir hacia él—. Mierda, ¡esto no debía pasar! Jungkookie tenía dieciséis semanas cuando se enteró de su embarazo, las leyes coreanas declaran realizar un aborto hasta las quince semanas —soltó desesperado, con unas lágrimas asomadas al borde de sus ojos—. Buscó ayuda, los hospitales le negaron, y las pastillas no funcionaron, incluso me ofrecí a ayudarlo, pero tampoco funcionó. El embrión estaba implantado —tomó asiento, sin recibir la mirada de Taehyung quien pareció perdido, procesando todo—. ¿Recuerdas el primer día de clases? Ese día Jungkook se enteró del embarazo. Estaba tan mal que por eso llegó tarde y tú lo avergonzaste frente a toda la clase. ¡Y encima casi lo atropellas!

—Seokjin ya...

—Hizo un segundo plan —continuó, cortando a Namjoon quien priorizó a Taehyung—, dar a luz en abril y entregar el cachorro en adopción. Estaría en vacaciones, por lo que tendría tiempo para recuperarse y volver a sus estudios con normalidad, realizando una vida que tanto le privaron. Pero se enamoró de ti y el cachorro se adelantó. Todo se fue al carajo, y solo tiene treinta y cuatro semanas.