XVII. Secret revealed

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Un dulzor llegó a sus fosas nasales en una fina hilera.

Se removió en las sábanas arrugadas y la piel se le congeló en cuanto se percató de la desnudez de su torso; pero Taehyung no se rigió a cubrirse cuando cayó en cuenta de su alrededor, de un cúmulo de prendas que le hizo abrir los ojos y separar sus labios.

Yacía dentro de un nido, de uno que reconoció a la perfección su creador cuando olía en demasía a él.

La cabeza dio un vuelco y casi tropieza tras colocarse en pie, tambaleándose en medio de un dolor punzante en las sienes como los golpes de un martillo.

Entonces salió de la habitación, paralizándose el ver al omega acostado en el sofá, encogido con un cojín entre sus brazos mientras Yeontan yacía acostado en el suelo.

Se acercó y el perro soltó un ladrido de alerta, haciendo a Jungkook abrir los ojos, conmoviéndose hasta tener al alfa a su alcance.

—Perdón, yo no-

—¿Cómo te sientes? —el omega le interrumpió tras enderezarse, teniendo a Taehyung en su delante y Jungkook separó sus labios cuando lo vio arrodillarse, colocando la mejilla en sus rodillas. Oh Dios— Taehyung...

—Por favor, dime que no te hice nada —el otro le pidió apacible, con tantita preocupación que el corazón del omega dolió—. Dime la verdad, Jungkook, dime qué no te obligué a hacer algo en contra de tu voluntad.

—No me hiciste nada que yo no concensuara —le sinceró tomándole las mejillas con las palmas, las cuales aún yacían calientes por el reciente celo— Aún tienes fiebre.

—Ya no me siento mal —Taehyung le persuadió, dejándose acariciar por los dedos fríos—. Pero dime la verdad, Jungkook.

El aludido suspiró suavemente, dibujando una sonrisa chiquita que hizo calentar el corazón del alfa.

—En serio, Taehyung, no me hiciste nada malo. Solo me besaste y abrazaste. Obedeces muy bien.

—Mh...

—Vamos... —lo animó en cuanto vio un puchero bonito, apretándole las mejillas con las palmas hasta tener labios abultados— Pareces un lindo osito, me gustas mucho.

—Folo fiero fuidarte (solo quiero cuidarte) —dijo entristecido, sus ojos mostrando preocupación y Jungkook dejó de apachurrar su cara, inclinándose para chocar sus frentes juntas.

—Lo sé —suspiró poquito, ambos cerrando sus ojos y el corazón de Taehyung se derritió cuando tuvo dedos suaves acariciándole el pómulo izquierdo—, y gracias por hacerlo. No sabes el desastre que haces en mí cuando tratas de hacerme sentir bien. Siento que puedo estar tranquilo.

—Una vez leí que cuando uno encuentra la tranquilidad en su pareja, significa que es la persona correcta —comentó en un suspiro, recostándose sobre las rodillas del omega y Taehyung se dejó acariciar el cabello, sintiendo los dedos ajenos ser enterrados con suavidad.

—Entonces encontré a mi persona correcta —Jungkook le dijo en un susurro, lo que hizo al alfa sonreír con preciosidad—. ¿Y tú encontraste a tu persona correcta?

—La encontré —confesó contento, sintiendo la caricia volverse lenta, casi pesada, y Jungkook paró el toque— ¿Sucede algo?

—¿Por qué no me dijiste que hoy es tu cumpleaños?

Oh vaya.

—Porque tampoco recordé que lo era —dijo enderezándose— ¿Quieres pastel? —preguntó tras levantarse, ofreciendo ambas manos al omega y Jungkook accedió, impulsándose con ayuda del alfa que lo sintió pesado— Hay una caja en el comedor y no soy de comer mucho. Vamos, te sirvo todo lo que quieras, y bebes mucha agua para no hostigarte.

SOMEONE I CAN LOVE | KTH&JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora