XXXV. Return to hell

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—No quiero.

Namjoon suspiró por décima vez.

¿Por qué Seokjin debía ser tan terco?

—Jinnie-

—No voy a ceder —el omega reiteró, sin moverse de la cama—. Ellos me echaron de casa porque entré a una universidad. No me llamaron en todos estos años. Tuve que verlas solo. ¿Por qué debería verlos? Solo lo hacen por nuestro hijo, Namjoon, yo no les importo en absoluto.

—Jin..son tus padres, están realmente arrepentidos. Si los hubieras escuchado por teléfono lo pensarías dos veces.

Pero el omega solo suspiró, sin ceder, sus ojos puestos en el televisor en la habitación, pero sin prestar atención a la serie.

—Han pasado doce años y no recibí ni una llamada, ni una sola señal de querer contactarme —comentó, la palma de su mano recayendo en su vientre— Sabían dónde estudiaba, vivía y donde trabajaba. ¿Por qué no mostraron al menos un poquito de interés? Ellos no existen para mí, no hay forma de que ceda.

—Seokjin, tu padre alfa está enfermo.

Y el omega pareció congelarse unos segundos. Namjoon tomó lugar a su lado, acostándose en la cama y lo atrajo con un brazo hasta acostarlo en su pecho, su mano yendo a la cintura de Seokjin.

—¿Y?

—¿Cómo que "y"? —el alfa frunció el cejo—. Solo quieren verte, nada más. Ni siquiera piden dinero, solo verte.

Pero Seokjin sacudió la cabeza, negándose de todas formas.

—Ellos no querían que yo estudiara —soltó apenas, su mejilla siendo apachurrada por el pectoral del otro— Su propósito conmigo era ser un omega de casa que atendiera a su alfa y se quedara cuidando a sus hijos. Incluso mi padre omega trataba de presentarme a los hijos de sus amigos para comprometerme —chasqueó los dientes— Por Dios, ni que estuviéramos en la época de las cavernas. Me da asco de solo pensarlo. Por más familia que sean, no es mi obligación aceptarlos y preocuparme por ellos cuando no lo hicieron conmigo. Si es así, mi hermano se puede encargar, tienen mejor relación por lo que sé.

A decir, Namjoon no podía decir mucho cuando la relación con sus padres era buena. A pesar de su divorcio...el contacto era mutuo, incluso adoran a Seokjin.

¿Pero él? Los padres de Seokjin no lo conocían, no tenían idea acerca de su apariencia física, solo escucharon su voz a través del teléfono fijo del apartamento y lo más probable es que el número les haya sido entregado por parte del hermano mayor de Seokjin.

Tampoco quiere imaginarse la reacción de esa pareja. Pues si bien, él no entraba en los estándares de alfas coreanos.

—Namjoon, ¿por qué no solo somos nosotros y el bebé? ¿Qué ganaremos con la aceptación de mis padres? No nos falta nada, no necesitamos ser buenos con todos cuando de alguna manera volverán a ser hipócritas. Así está bien, así estamos bien. Me siento más tranquilo sin saber de ellos que sabiendo.

El omega pronto salió de la cama, desconcertándolo apenas su brazo se siento vacío, la calidez volviéndose gélida mientras le veía llevar sus manos detrás de su cintura. Caminaba con las piernas ligeramente abiertas y quizás Seokjin contaba alrededor de veinticinco semanas, pero su vientre era relativamente más grande a comparación de uno de ese tiempo.

—Iré con Jungkookie y Uju-yah a una pastelería, ¿quieres que te traiga algo?

Namjoon despabiló, sus pequeños ojos fijándose en el mayor quien estiró la camisa hurtada del cesto de ropa, su denso olor en impregnado.

SOMEONE I CAN LOVE | KTH&JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora