❝Permíteme pasar el resto de mis días a tu lado❞
❝¿Ha perdido la cabeza, profesor Kim?❞
Un omega lastimado por el alfa que debía protegerlo y un enamorado alfa profesor de derecho.
➪Taehyung alfa.
➪Jungkook omega.
➪Parejas secundarias: Namjin, Yoonm...
No había mucho por hacer, pero esas facciones chiquitas y tiernas hicieron que el corazón de Jimin se ablandara bonito.
Una suave caricia en la mejilla de la bebé bastó para que ella empezara a cerrar sus adormilados ojos, la cama en la que dormía con Yoongi siendo la misma en dónde se encontraba acostado con Uju a su lado.
—¿Cómo lo están pasando tus papás?
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Un tropezón seguido de otro tropezón en medio de un choque de bocas fue el inicio para eclosionar miles de millones de sensaciones.
¿Qué es esto?
Sus manos perdieron sostén y ese ramo de margaritas dio contra el piso de la entrada del apartamento, otros tropiezos logrando algunas risitas inocentes en medio de suspiros esporádicos y los cuales murieron en los labios del otro para seguir.
Era el momento, eran ellos.
—Sostente.
El omega chilló apenas fue cargado, sus piernas tomando lugar alrededor de la cintura del alfa mientras lo dirigía a la habitación del fondo.
Sería la hora, y Jungkook lo deseaba tanto cuando sabía que era momento de dar el siguiente paso.
No se sentía presionado, ni abrumado, era libre de decidir y decidió con toda seguridad iniciar esto.
—C-condones —murmuró, en cuanto su espalda dio contra el colchón suave, con el aroma a canela filtrándose a sus fosas nasales—...no lo haremos sin uno...
Una sonrisa preciosa apareció en la boca de Taehyung, ocultando su rostro en su cuello un segundo para aspirar su olor, grabarse ese dulzor que le encantaba y Jungkook estiró el mentón hacia el techo para ofrecerle extensión, las manos ajenas colándose suavemente por debajo de la camisa fuera de sus jeans.
—En el cajón —le señaló la mesa de noche. Estiró el brazo, lo que Taehyung le permitía cuando se regía a repartir besos en compañía de caricias bonitas.
—¿Por qué tienes condones? ¿Estabas esperando esto todo este tiempo? —preguntó con ansias, viendo con los brazos estirados hacia el techo esa envoltura metálica entre sus manos, y si tan solo no hubiese sentido la boca ajena acaparar gran parte de su piel podría haber leído la talla del mismo.
—Seokjin siempre me regala porque le dan en los hospitales y clínicas, ya sabes...esas campañas de prevención de its y ets.
—No sirven.
—¿Mh?
—Son del gobierno, se rompen con facilidad. Es lo mismo que hacerlo sin uno.
Taehyung se apoyó en sus palmas a cada lado de la cabeza del otro. Le miró revisar la envoltura con minuciosidad, y luego rasgó por una esquina hasta abrirla en su totalidad.
No era como si no hubiese tocado uno, pero sus manos temblaban un poco tras extraerlo. Lo estiró debidamente y...
Al siguiente segundo oyó un desgarre, el silencio presentándose al ver al látex completamente roto.
