Michael Kaiser

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Me encontraba en la entrada de Blue Lock junto con personal de la Federación de Fútbol japonesa esperando a los equipos extranjeros que iban a llegar a Blue Lock. Como había sido todo un éxito -no solo en japón, sino en todo el mundo-, otros famosos clubes de fútbol querían participar y no solo por las expectativas generadas por esta "cárcel" en pulir al mejor delantero; también por el nuevo negocio que había surgido a partir del proyecto. La plataforma de streaming creada para que todo el mundo pudiera ver los partidos y los clubes poner precios a estos jóvenes japoneses, movía cantidades enormes de dinero.

Como iba diciendo, me encontraba con mis compañeros de la federación esperando la llegada de los autobuses que traían a estos prestigiosos jugadores. Cada uno se encargaría de guiar y enseñarle las instalaciones a un equipo. Aunque los auriculares traductores funcionaban sin problema alguno, como tenía un buen nivel de alemán, me habían puesto a cargo del Bastard München. Los autobuses se encontraban cada vez más cerca. Cuanto más se acercaban más nerviosa me ponía. Yo solo era una simple becaria y de buenas a primeras, iba a tratar con figuras tan importantes del fútbol. Un solo error y se me podía caer el cielo encima.

- Ya van a bajar. Haced bien vuestro trabajo - nos demandó Ego Jinpachi haciendo que me centrara y dejara a un lado mis pensamientos. Estuvo un rato hablando con los entrenadores de cada equipo, probando el óptimo funcionamiento de ese traductor mágico y se adentraron en Blue Lock para terminar de zanjar unos cuantos asuntos, mientras yo me reunía con el equipo que me asignaron.

- Buenos días Bastard München - les dije con una cordial sonrisa- ¿Me escucháis todos bien? ¿O hay algún problema con los traductores? - Les pregunté yo para ver si estos funcionaban. Un hombre alto, rubio con las puntas azules y un notable tatuaje en el cuello se adelantó al resto del equipo para prestarse de portavoz. Era Michael Kaiser, el capitán y talentoso delantero del Bastard München. Tenía una tez blanca con facciones que rozaban la perfección. Me puse un poco nerviosa de tenerle frente a mí, pero conseguí mantener la compostura.

- Sí, este pequeño aparato funciona a la perfección - me dijo mirándome con esos profundos ojos azules. No sabía cómo pude estar serena frente a ese hombre forjado por los mismos dioses.

- Perfecto - dije manteniendo un semblante serio y profesional - Es un placer conocerles. Me llamo ___ y soy la encargada de mostraros las instalaciones de Blue Lock. Si por cualquier casual los auriculares dejan de funcionar, entiendo lo básico en alemán, así que no habrá ningún problema. Síganme - dicho esto me puse en marcha con el recorrido.

Me adentré en el edificio notando como el equipo me seguía algunos metros por detrás, observando las monótonas paredes de hormigón. Kaiser aceleró un poco el paso para estar a mi misma altura.

- Así que sabe usted alemán- dijo con una pícara sonrisa en el rostro - A pesar de estar al otro lado del mundo, me siento casi como en mi país. Qué cordiales son los japoneses - esto lo dijo mirando hacia el frente al igual que yo. Su comentario me pilló completamente desprevenida.

- Es lo mínimo que la Federación podía hacer. No siempre recibimos a tan ilustres invitados. Aunque le advierto que mi alemán deja mucho que desear - esto último lo dije con una torpe sonrisa girando la cabeza para ver al bello hombre que tenía a mi lado.

- Puede dejar las cordialidades a un lado y tratarme de tú si así se siente más cómoda señorita ___ - me dijo él girando la vista hacia mí.

- Lo mismo te digo, Kaiser - le di una sonrisa amable quitando el semblante serio. Noté como sus ojos se abrieron un poco como si no hubiese esperado esa sonrisa de mi parte.

- ¿Siempre has sido parte de este proyecto? - me preguntó él para no dejar morir la conversación.

- No, yo solo soy una humilde becaria que han mandado aquí para recibiros porque tengo sé un poco de alemán. Con tal de ahorrarse algo de dinero, ese viejo avaro ... - esto último lo dije casi susurrando, pero se ve que o no lo dije lo suficientemente bajo o Kaiser tiene muy bueno oído, pues soltó una risilla ante mi comentario.

Blue Lock - One shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora