Blue Lock - One shots

Tsurugi Zantetsu

- ___, por favor, acércate a la sala de profesores después de las clases - me dijo mi tutor. No sabía por qué me llamó, pero no creí que fuera nada serio. Los profesores solían pedirme frecuentemente ayuda con papeleo, organizar algo de material, llevar cajas a algunas aulas entre otras cosas. No es que me molestara, pero era un poco incómodo sentirse como una sirvienta del profesorado y tampoco tenía valor para recriminarles nada. Además, como no me robaba mucho tiempo, tampoco le daba mucha importancia y accedía sin rechistar.

Sonó la campana indicando el final del periodo lectivo y mientras todos mis compañeros se dirigían a la salida, yo me encaminé a la sala de profesores. Cuando llegué llamé a la puerta y al escuchar un "adelante" desde dentro de la sala, abrí la puerta viendo a mi tutor organizar algunos papeles.

- Que rápido has llegado ___ - me dijo con una sonrisa - Ven, siéntate - señaló al asiento que estaba al lado suyo y yo me senté.

- Verás, sé que los profesores te pedimos mucha ayuda casi siempre y te estamos muy agradecidos. Eres una excelente alumna y no solo por lo servicial que eres, también tienes unas calificaciones ejemplares - mientras me reconocía y alagaba, yo le respondía con unos "gracias" por lo bajo, esperando que fuera al grano y me dijera por qué me había convocado. Solo podía sonreírle y agradecer sus palabras, aunque me hubiera gustado que fuera directamente al grano. Así ninguno de los dos perdía el tiempo.

- No sé si lo sabes - dijo prosiguiendo lo que parecía un eterno discurso - soy el profesor encargado del equipo de fútbol del centro. No somos los mejores, pero tampoco tenemos un mal equipo. Todos son muy buenos chicos que se esfuerzan por ganar las nacionales; cumplir su sueño - la verdad es que sueño era el que me estaba entrando a mí de tener que escucharle, todavía manteniendo una sonrisa en el rostro y pretendiendo que me interesaba la historia y que para nada prefería estar en mi casa.

- Por si fuera poco - siguió. Había perdido toda esperanza en llegar a tiempo a mi casa para ver mi programa favorito - , tenemos un estudiante muy talentoso. No tendríamos oportunidad de llegar lejos si no fuera con su ayuda -.

- El problema ... - dijo dejando una pausa para intentar provocar suspense, aunque agradecí que dejara de hablar aunque solo fuera por un momento - Es que no es muy buen estudiante. Sus calificaciones apenas rozan los mínimos para aprobar, y como las actividades de los clubes son complementarias, si no mejora de aquí al siguiente torneo, no podrá participar -.

- ¿Necesita que le de clases particulares a este alumno? - dije yo yendo al grano para no alargar más esta tortura.

- Efectivamente ___. Yo no tengo tiempo por las tardes y el resto de profesores no están por la labor - dijo cabizbajo. Por otra parte, yo no entendía por qué me tenía que encargar de que mejorasen las notas de ese chico ¿No podían sus padres ponerle un profesor particular?

- Lo siento, profesor - le dije levantándome del asiento - Mis estudios me consumen bastante tiempo y no quiero que por ayudar a otro alumno mis notas bajen - dije excusándome. Realmente no quería tener nada que ver con esto - Además, no creo que sea muy buena enseñando -.

Dejé a mi profesor atrás, dirigiéndome a la puerta, pero cuando estaba a punto de salir de la sala de profesores dijo:

- Si te encargas de este asunto no tendrás que hacer ninguna de las tareas que mande durante este semestre -.

- Acepto - y con eso salí de la sala, del instituto y pude llegar a mi casa y descansar.

Al día siguiente comencé las clases como siempre. Me olvidé de preguntarle a mi profesor cuándo empezaría a darle clases a este chico. No me preocupaba mucho el dar clases; aunque fuera mi primera vez impartiéndolas, confiaba en hacerlo bien. Lo único es que estaba un poco nerviosa por conocer al chico. Yo no tenía ni un solo amigo e interactuar con las personas se me daba mal. Solo le dirigía la palabra al resto de mis compañeros lo justo y necesario, así que dar clases a alguien que no conocía de nada y tener que hacerlo todo el semestre me ponía un poco nerviosa.