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(1917)

Su tos seca retumbaba en la habitación, haciendo más obvio de lo normal el eco que siempre había allí por la falta de muebles en una sala tan grande. Kiseki se dio unos cuantos golpes en el pecho, con esto solo consiguió que le saliese un poco más de ese líquido de la boca e impactase peligrosamente cerca de su manuscrito. En momentos como ese le daban ganas de arrancarse la garganta, limpiarla él mismo a mano y volver a ponérsela, pero aquello era imposible y tenía un tinte bastante macabro.

Una vez se recuperó mínimamente le fue inevitable pasarse una mano por el cuello, percatándose así de que en algún momento de su ataque se había arañado la zona. Después, pasó un dedo por aquel líquido rosa, pegajoso y brillante que salía de su interior en ciertos momentos y no hacía otra cosa que demostrar el virus que le había infectado. Chasqueó la lengua con cierto desdén y, una vez respiró profundamente, empezó a prepararse mentalmente para lo que estaba a punto de hacer.

Cerró los ojos sin hacer fuerza, se acarició el rostro durante unos segundos mientras se le escapaban algunas risitas nerviosas de la emoción y seguidamente las colocó sobre aquel manual de instrucciones al que tanto tiempo había dedicado. Era el momento, ahora tenía que reunir todas sus fuerzas y crear un nuevo destino para 7 pobres almas que poco tenían que ver entre ellas y ahora se encontrarían estrechamente unidas por un objetivo común, uno noble y que salvaría las vidas de millones de peculiares, incluso si eso significaba sentenciar a muerte a cantidades exorbitadas de personas del equipo rival.

Esa electricidad tan agradable se empezó a hacer paso por su cuerpo, que comenzó a demostrarle a base de dolor físico el error que estaba cometiendo al lanzar una maldición tan fuerte como aquella en un estado tan débil. No le importó, se dejó llevar y permitió a su poder que se intensificase al punto de agrietarle la piel debajo de los ojos, haciendo un camino luminoso algo perturbador hasta las mejillas. Comenzó a susurrar aquellas palabras ensayadas en un idioma que ni siquiera terminaba de entender, abriendo sus ojos poco a poco y dejando a la vista entonces que habían pasado de ser marrones a completamente blancos. Él mismo podía notar que tenían un efecto luminiscente, eso significaba que estaba consiguiendo su cometido y que estaba en el punto de su historia en el que había utilizado con más intensidad su don.

Y entonces el dolor se concentró en una de sus manos, haciendo aparecer lentamente un dibujo muy especial. 8 redondas, 7 de ellas se encontraban vacías y en una se mostraba la imagen del de media melena con los brazos extendidos y los ojos en el estado en el que se encontraban en ese momento. Justo en el centro que formaban los círculos, se mostró una imagen de Miu Akiyama tumbada y dormida que le hizo sonreír entre sus palabras. Bendita fuese aquella mujer tan poderosa y que tan poca consciencia tenía de sus increíbles capacidades, esa que traspasó sus poderes a cada uno de los desgraciados que contribuyeron en su asesinato y, a partir de ahí, había creado tantísimas tragedias.

Antes de que pudiese volver a ponerse serio, una explosión de una luz completamente blanca se formó desde sus manos y envolvió toda la sala. Los peatones de los alrededores huyeron ante aquella catástrofe, los que se encontraban más cerca de la mansión tuvieron que esquivar los restos de edificio que amenazaban con caérseles encima. Los sirvientes de Kiseki, por el contrario, corrieron hacia el cuarto en el que habían escuchado semejante locura.

Abrieron la puerta y, para sorpresa todos, se encontraron con que toda la pared que daba a la calle había quedado destrozada y su señor no se encontraba allí. Donde antes había una silla y un hombre, ahora solo quedaban lo que parecían cenizas y un pequeño destello gris, que se movía juguetonamente y escapó antes de que alguien pudiera detenerlo. Encima de la mesa, sin embargo, el libro estaba de una pieza. Por mucho que quisieron abrirlo, ninguno de los presentes fue capaz.

***

FELIZ AÑO NUEVO A TODOS, QUE YA ESTAMOS EN 2023 AAAAAA

He querido empezar un libro de one-shots nuevo para no saturar más aún el otro y no había otra manera de empezar que con el enfermito mental de Kiseki, claro que sí JAJAJA

Es muy egocéntrico, bastante irritante y muy mala persona a pesar de que tenga fines nobles, pero como no llega al nivel de gilipollas de mierda de Joel Morales (morales son las que le faltan a nuestro amigo, menos mal que por lo menos las tiene en el apellido) y por eso este sí me cae bien :)

Va a haber una serie de one-shots en las que voy a mostraros a todos los involucrados en el plan de Kiseki y van a estar todos los títulos con números romanos, pero veréis que las historias no tienen mucha conexión entre sí, lo único que une a esta gente es el poder primigenio, el megalómano de Kiseki y que algunos sí se han llegado a conocer entre sí :p

En fin, no quiero hacer más spoilers ni nada por el estilo y no me encuentro especialmente bien hoy (resulta que me he puesto mala de la tripa, quién diría que cuando te hinchan a comer tu sistema digestivo se revela (y todavía me queda la comida de hoy, send help)), me voy por hoy ;)

Ojalá seáis muy felices durante este nuevo año y se os den muchas cosas bonitas en la vida en general, estoy segura de que os habéis estado esforzando mucho y que os merecéis ya las recompensas >:) <3

One-shots (2023-????)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora