One-shots (2023-????)

Deberes de biología

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Helena siempre había tenido dificultad para las ciencias y biología nunca había sido la excepción. Esto era algo irónico si se tenía en cuenta que su padre había sido profesor de universidad de una carrera relacionada con este tema durante unos cuantos años, pero siempre podía tener la excusa de que había salido a su madre y, por tanto, era más de letras.

Había ido al patio trasero de la finca y se había sentado en las mesas que estaban justo enfrente de los ventanales del comedor para ver si el aire libre le daba algún tipo de lucidez que no tendría dentro de su sombría habitación, pero claramente no estaba siendo el caso. Tampoco podía pedir ayuda a su padre porque tenía visitas y le daba apuro interrumpir al anfitrión porque no le salían los deberes, sonaba tonto solo de imaginarlo y mucho más siendo ella ya mayorcita.

Mientras le daba vueltas a su lápiz y trataba de comprender un enunciado, la puerta que daba a la casa se abrió y vio a Joel saliendo con un paquete de tabaco y mechero en mano. Le pasó el vago pensamiento de que cada día que le veía le daba la impresión de que fumaba más y más, pero éste se desvaneció cuando se acordó de que ese hombre era profesor de biología en la ESO y bachillerato, además también había sido alumno de su padre cuando se sacó la carrera. ¿No era acaso la persona ideal a la que pedir ayuda en aquel momento?

Justo cuando el hombre se disponía a bajar unas pequeñas escaleras para quedar a la altura de la tierra, la rubia soltó un pequeño grito debido a la distancia entre ambos y la pereza que le daba levantarse.

– ¡¡JOEL!!

El mencionado se giró en su dirección con una expresión algo exagerada para la situación, no se esperaba que se sobresaltase tanto como lo hizo. Al percatarse de que era la hija menor de su mejor amigo, se calmó considerablemente y se limitó a mirarla en el sitio, como esperando una explicación para haberle dado ese susto. A la chica no le sorprendió mucho esa reacción tan extraña porque, al fin y al cabo, el mayor era una persona demasiado rara a su ver.

– ¡¡PERO VEN, HOMBRE!!

Dudó un poco, pero acabó yendo hasta la mesa en la que se encontraba la adolescente mientras, a su pesar, se guardaba el paquete de tabaco en el bolsillo. No le gustaba estar echándole el humo a la gente cuando sabía lo poco saludable que era eso y lo molesto que se le hacía varias personas, mucho menos cuando se trataba de menores de edad.

– Tú eres profe, ¿verdad? – casi parecía que le rogase con la mirada una respuesta afirmativa, incluso si no era cierto.

– Claro, soy profesor de biología desde hace mucho.

– ¿Me puedes ayudar con los deberes? Es que no entiendo una mierda.

Hubo unos segundos de silencio en los que la menor trató de mantener su sonrisa sin pensar en lo sumamente tétrico que podía llegar a ser ese hombre sin querer. No lo veía como alguien peligroso, no creía que pudiese siquiera matar a una mosca, pero era innegable que a través de sus ojos se podía intuir un alma perturbada y corrupta. Pensó para sus adentros que cuando le conoció no era tan así, que cuantas más veces le veía más le daba la impresión de que iba a acabar encerrado en un manicomio eventualmente y a nadie le iba a sorprender.

– Sí, claro. – se rascó nerviosamente las 4 pequeñas cicatrices que tenía en la mejilla, haciendo algo de ruido con su barba en consecuencia.

Se sentó al lado de la adolescente y se dedicó a explicarle de una forma más amena todo lo que ya había visto en clase, consiguiendo con el paso del rato que ella lo acabase entendiendo y se le facilitase mucho más el poder responder a todas esas preguntas que le planteaba su libro de texto. Helena pensó que el más alto debía ser un buen profesor y se preguntó internamente por qué su padre no podría haberla mandado al centro en el que él daba clases, seguramente así sacaría mejores notas porque todo le quedaría más claro de buenas a primeras.

En medio de la sesión de estudio que tan pacífica se estaba haciendo para ambos, Sergio apareció con una expresión de duda. Llevaba un rato buscando a su compañero y, cuando le encontró sentado al lado de su hija pequeña charlando como si nada puso una expresión severa que llamó la atención de la chica. No creía haber visto a su padre hacer ese tipo de mueca tan específica antes, pero mientras se acercaba a ellos hacía por cambiarla a una sonrisa tan natural que no podía ser cierta.

– ¡Hola, chicos! ¿Qué hacéis los dos aquí?

– Pues los deberes de bio siempre me joden la vida y, como Joel pasaba por aquí, le he pedido ayuda. – el mencionado asintió levemente, como corroborando la historia.

– ¡Oh, entonces ya me quedo yo contigo hasta que los termines, no hace falta que molestes a Joel!

– No me moles...

– Yo me encargo. Vete a fumar, que seguro que, al final, no lo has hecho.

Helena no pudo evitar abrir los ojos un poco más de lo normal ante el tono de voz tan tajante de su progenitor, pero el de gafas no pareció afectado por eso y solo llevó su diestra hasta su bolsillo con una mueca de sorpresa. Parecía que se le había olvidado su propósito inicial a la hora de salir y, en cuanto se acordó, demostró abrumarse por no haber podido tener su dosis de nicotina todavía. Bajó las escaleras rápidamente, apresurándose a la hora de encenderse un cigarro.

Sergio se limitó a sentarse donde antes había estado su mejor amigo y sonrió a su hija como si nada, pero ella todavía estaba algo preocupada. Su padre nunca era así ni le había visto hablar al más joven de esa forma antes, ¿por qué lo había hecho ese día? ¿Qué era lo que le había molestado? Solo le había echado un cable con los deberes, eso no tenía nada de malo... ¿O tal vez le habían dado celos porque alguien más ayudase a su hija, cuando eso siempre había sido algo que hacía él? Esa idea era la que más sentido le tenía y consiguió calmarla considerablemente, haciendo que pudiese corresponder el gesto del de ojos verdes.

Con un amago de protección, le puso una mano sobre los hombros a la menor y no se movió de ese asiento hasta que la rubia terminó todo y la vio yéndose con su madre a encargarse de los perros. 

*** 

Esta es la primera vez que muestro al Joel Morales más tocadito de la cabeza, qué ilusión presentároslo :D

Aquí tampoco se ve nada del otro mundo porque está todo narrado desde la perspectiva de Helena, pero la cabeza de este hombre llegados a este punto es un caos irremediable que me da mucho puto asco, cosa que claramente se nota desde fuera y la misma cría lo dice ._.

Es súper irónico porque él está convencidísimo desde de puertas para fuera a él se le ve bien, pero nada más lejos de la realidad, todo el mundo está pensando un "Cada día está peor de la olla y da más mal rollo" JAJAJA

Btw he mencionado un pequeño detallito interesante y son las cicatrices de Joel en la mejilla, quienes hayan leído cierto one-shot (cofcof"Lisa"cofcof) recordarán que entonces todavía tenía las heridas recientes y, efectivamente, han cicatrizado para este momento. Suena loco si se tiene en cuenta que es "Lisa" quien le hizo los arañazos, pero antes de tomar la decisión de dejarle físicamente marcado de por vida comprobé por internet si los arañazos de humano pueden llegar a formar cicatrices, la respuesta fue que sí si son lo suficientemente profundos :p

En fin, si ya hubiese salido la saga Madness os trocearía poquito a poquito todos y cada uno de los pequeños detalles que, aunque no lo parezca, tienen contexto (Joel asustándose solo porque le hayan llamado, el por qué es cierta la percepción de que cada vez fuma más, el tener de TIC nervioso rascarse las cicatrices, el por qué no llevaron a Helena al centro en el que trabaja Joel, Sergio evitando específicamente en este momento que Joel se acerque a su hija cuando nunca le había importado que lo hiciese...), pero todo eso serían spoilers y no quiero joderos la historia :D

Me voy por hoy, que tengo cositas que hacer (en verdá no muchas, los martes son el día más de chill que tengo entre semana lmao), un besazo a todos y recordad: cuando veáis a un Joel Morales Gallardo suelto por el mundo (Dios no lo quiera, pero lo más perturbador del personaje de Joel es justo que hay mucho hombre como él suelto) debéis huir :)))