flechadisimo - julián x enzo.

peleas

Enzo estaba en su habitación, recostado en su cama mientras pensaba y trataba de hacer memoria sobre lo que había pasado ayer. ¿Se había besado con Julián? Sabía que el cuti no iba a joder con esas cosas, pero, ¿por qué Julian se había ido llorando de la joda? Había algo que le faltaba en la historia. Tenía que averiguarlo.
Sorpresivamente el sonido de su celular lo distrajo de sus pensamientos.

–enzo, vos y yo tenemos que hablar, ya voy para tu casa.

–que pasó val? todo bien?

No recibió respuesta, así que supuso que Valentina ya estaba en camino a su casa. Se levantó sin muchas ganas de su cama y fue hasta la cocina a buscar un poco de jugo de naranja para luego quedarse en el comedor esperando a Valentina. Algo le decía que las cosas no andaban muy bien que digamos. Y estaba en lo cierto.

Valentina llegó, el morocho le abrió la puerta dispuesto a saludarla con un beso en los labios pero ella lo detuvo.

–¿de verdad te da la cara de besarme después de comerte a un pibe en una joda? flaco, me esperaba que te buscaras una piba más linda, ¿pero me salis con eso? es cualquiera.– Enzo estaba helado, sobre que ya tenia recuerdos confusos ahora aparecía Valentina que ya sabía básicamente todo. –no val, solo fue porque estaba en pedo. vos... me gustas.–

Enzo decía esas cosas solo para safar de la situación, pero él más que nadie sabía que no sentía nada por la chica.

–¿por qué me mentís? mira, me duele más que me mientas y que digas cosas que no sentís. ya te noto raro desde hace unos días, entre los dos ya no hay caso, enzo.– decía la de ojos claros mientras se le escapaban algunas lágrimas.

–val... yo no te quiero hacer mal, sos una piba que estuvo siempre para mi, no te puedo reclamar nada la verdad. pero ya no siento lo mismo, estoy confundido, me están pasado cosas que ni yo entiendo.– suspiró. –entonces... ¿qué hacemos?

La morocha lo miró entre lágrimas. –hasta acá llegamos enzo, no voy a bancarme esto, te amo mucho pero en esta no puedo hacer nada.– dijo mientras abría la puerta, quería irse porque verlo le hacía mal, no podía creer todo lo que estaba pasando.

–valentina, te pido disculpas.– Enzo no sabía que decir, todo era tan raro para él. La chica se fue dejándolo solo, cada vez sentía que se volvía más loco. ¿Cómo se había enterado Valentina del beso? ¿Ella había estado ahí? Había tantas preguntas y ninguna respuesta. Por un lado se sentía algo aliviado porque pudo decirle a Valentina que la relación ya no funcionaba, que se sentía confundido. Pero definitivamente no deseaba que las cosas tuvieran que llegar a ese punto.

                                          ☆

Julián se encontraba en su cama llorando desconsoladamente mientras que comía helado junto a sus dos amigos, Paulo y Leandro. Les contó todo lo que había sucedido y desde ahí se quedaron con el tratando de levantarle un poco el ánimo, pero Julián era muy sensible y estaba re enganchado con Enzo. No sólo se sentía mal por él, sinó que también por la novia del morocho. Juli tenía un gran corazón.

–bueno ju, tranquilo. vos tenes que ser fuerte, no permitas que ese boludo de enzo te vea así mañana, después de todo tenemos partido.– Álvarez se secaba las lágrimas con las mangas de su buzo mientras que Paredes le daba un abrazo. –si... ya sé, es que me da bronca e impotencia. lo odio tanto pau.–

Juli prendió su celular y en eso vió una notificación de WhatsApp, era Enzo.

–hola juli, podemos hablar?

Su corazón comenzó a latir con rapidez, ¿cómo podía ser que con un simple mensaje como ese le acelerara de esa manera corazón? Definitivamente el morocho lo tenía entre sus manos. No sabía que hacer, si responder o simplemente ignorarlo, decidió preguntarle a sus amigos.

–eu chicos... enzo me habló, dijo que quiere que hablemos.– Paredes le respondió serio–no sé ju, no me gusta para nada lo que está haciendo ese pibe.–

–a ver, yo pienso que por ahí estaría bueno escuchar que tiene para decir, quizás así vos puedas aclarar un poco tus dudas. seamos honestos juli, nunca se pusieron a hablar de las cosas como corresponde.– decía Dybala serio y Álvarez en su cabeza pensaba que tenía razón.

–es cosa tuya juli, nosotros te vamos a bancar en lo que quieras hacer.– dijo Paredes poco convencido, en el fondo él no lo quería con Enzo.

–ok, cuándo y dónde?

–querés venir a mi casa mañana después del partido?
                                                                                        –bueno.

Y así terminó su corta conversación. Juli estaba por un lado asustado, no quería escuchar ni saber lo que Enzo le iba a decir mañana pero por otro lado quería verlo de nuevo, sin importar cuanto lo hizo llorar, él quería verlo de nuevo, quería ver esa hermosa sonrisa de nuevo. Aunque posiblemente como estaban las cosas no podría hacerlo.

                                            ☆

Al otro día Julian se levantó con un poco más de ánimo, estar con sus amigos y ver las películas del hombre araña le hizo distraerse.
Se pegó una ducha y después fue a desayunar con su mamá, en situaciones como la que estaba viviendo lo más reconfortante para él era compartir con sus personas más importantes.

–bueno bebé, ya me tengo que ir a trabajar te dejé sanguchitos para cuando vuelvas del club. hice un montón así que pensaba que podías traer a ese chico que vino casa el otro día, ¿qué te parece?– decía su mamá con una gran sonrisa, ella definitivamente no sabía todo lo que estaba pasando.

–eh... si, igual ma creo que voy a ir a su casa, ya habíamos arreglado.– decía poco convencido. –está bien, amor. pórtate bien y cuídate, ¿si? te amo.– su mamá se despidió dejando un beso en su cabeza.

Cuando Juli llegó al club sentía que lo veían raro algunos y otros estaban en la suya. Pero eran muchos los que lo miraban y susurraban cosas entre sus grupos. Dybala se acercó a él y habló. –juli, ¿a vos también te llegó–

Álvarez no entendía nada, ¿de qué estaba hablando su amigo? –no sé de qué hablas, boludo. ¿qué pasó?– mientras hablaba pudo ver como su amigo desbloqueaba su celular para luego enseñarle una foto de él y Enzo besándose.

–¿cómo te explico que alguien le mandó esta foto a todo el club?– la cara de Julián se puso pálida, no tanto por la foto, porque poco le importaba lo que pensaran sobre su sexualidad, pero ¿quién estaba en su contra para esparcir esa foto?

capítulo tranqui, el próximo va a ser más piola, lo prometooo. pobre juli che, no pegaba una este pibe.

besoteees, se me cuidan mucho. ☆