El diario del nerd, ¿qué contendrá el diario de un cerebrito? su mejor amigo, Choi BeomGyu, desde la infancia ha querido leer todo lo que TaeHyun escribe con tanta detención en su querida libreta que no deja que nadie la vea.
TaeHyun sufre bullying...
Lentes bien puestos, uniforme bien portado, camisa y pantalones planchados con delicadeza, moño bien puesto, peinado intacto, calcetines blancos y zapatos negros lisos y limpios, libros en sus brazos y mochila en la espalda, tímido, inofensivo.
Así era como describían a Kang TaeHyun, alias, el rarito.
TaeHyun estaba en su tercer año de preparatoria mientras que su hermana y su mejor amigo estaban ya en su primer año de universidad, y aunque la escuela estaba grande y podían dividir preparatoria con universidad, ellos sólo se topaban unas cuantas veces.
Ropa de cuero, cabello rubio desordenado, botas que parecían que podían mandarte a la luna con una patada, manos de Dios griego, cara de Dios griego, mirada intimidante, voz profunda, algo rebelde y con su guitarra electrica siempre cargada en su espalda lo hacía parecer más atractivo.
Así es como la gente describía a Choi BeomGyu.
A diferencia de TaeHyun, todos morían por estar con BeomGyu, por andar con él o incluso ser sus amigos, pero él no le importaba.
La hermana de TaeHyun siempre lo sacaba de apuros y aunque pesaban que eran pareja, BeomGyu ya era gay y Sakura estaba en un casi algo con una chica.
Los amigos de BeomGyu solamente eran los de su banda y estaban en grados distintos.
TaeHyun no tenía tanta suerte en su parte, pues él sufría bullying desde que ingreso a la preparatoria.
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—Tae, deja eso y hazme caso. —Dijo BeomGyu para TaeHyun—. Te estoy tratando de enseñar los nuevos acordes que me aprendí.
—Y yo te dije que estaba ocupado estudiando, ¿por qué no le dijiste a Sakura? —Lo miró—.
—Porque Sakura me juzga hasta por respirar. —Se quejo—. Tú no. Tú eres más sincero y constructivo. Ándale, luego sigues leyendo.
TaeHyun apretó sus labios y dejó su libro a un lado para ponerse bien:—Está bien. Te escucho.
BeomGyu sonrió contento y empezó a tocar.
TaeHyun odiaba admitirlo pero le gustaba que BeomGyu le muestre muevas cosas que le emocionaban, y su pasión por la música era digno de admirar.
Estando en el gran patio de la escuela en donde se ubicaron debajo de la banca de un árbol, BeomGyu tocando magníficamente la guitarra como siempre lo hizo sonreír y acomodar sus ideas.
Su humor había sido aumentado.
—¿Y bien? todavía me falta afinar un poco, pero así es como voy.
—Te salió bien. En serio, yo lo escuché perfectamente bien. —Sonrió—. Tienes mucho talento, Beom.
—Ay, tan lindo siempre Tae. —Acarició su mejilla—. ¿Tú crees qué ganemos este año?
—Si se dedican a practicar y echarle ganas, si lo creo. —Dijo—. De lo contrario, no puedo decir nada al respecto.
—Siempre tan sincero. —Sonrió—. Bueno, me tengo que ir porque Sakura me dijo que la acompañe a buscar a un profesor.
