Desear lo Prohibido

7 - Ley de Newton

; Viktoria D'Mevius
24 de Septiembre de 2022

18:19 PM.

Siempre creí que la manera más bonita de expresar las palabras que no pueden salir con facilidad de tu boca, era hacerlo con las manos. En realidad, también se puede lograr con el cuerpo, la voz, la imaginación e incluso con el mismísimo silencio.

Yo prefiero hacerlo con las manos.
O la imaginación.

Es decir, me atrae la idea de tomar una brocha de maquillaje y comenzar a jugar con la paleta de colores. Cuidar y mimar mi piel, probar diferentes tipos de colores y texturas en ella.

Y aunque había dejado de utilizarlos, hace unos meses los he vuelto a reincorporar a mi vida.

En resumen, había dejado de utilizar los colores respetando el luto del fallecimiento de mi padre. Y cuando volví a sentirme bien después de un tiempo, volver a utilizarlos fue como sentirme completamente desnuda ante todo y todos.
O en realidad, volver a sentirme yo misma.

Había generado una obsesión con los tonos fosforescentes.

Solía expresarme con las manos ya que amaba maquillarme. Tanto en mi rostro como en el de otra persona, amaba la idea de jugar con los polvos o simplemente ir por la opción más fácil. Retirar el maquillaje y cuidar mi piel, convirtiéndose en lo más preciado de mi día a día.

Nada me hace sentir más femenina como el momento en el que escojo una sección de vestidos,  me los pruebo y termino prefiriendo el más brillante y llamativo de todos. No es que tenga mal gusto, había idealizado un tipo de estilo en el que realmente me sentía bien y protegida. Es decir, esconderme debajo de esos abrigos que ocultaban la monstruosidad en mi espalda, me hacían sentir segura y muy protegida. Porque así nadie podría burlarse de mí creyendo que ese rasgo se trataba de una debilidad. Y aunque recordarlo constantemente y tenerlo en cuenta, realmente me lastimaba.

Stelle deslizaba el pincel sobre mi párpado mientras otra señorita se encargaba de perfeccionar el otro ojo. Utilizaban colores oscuros para el párpado, mientras que mis labios estaban pintados de un marrón caramelo suave que hacía resaltar el azul claro de mis ojos. Estos tenían textura dorada con pequeños brillos que me hacían lucir. Mi cabello alisado estaba recogido en una coleta alta mientras que, al abrir los ojos nuevamente, habían terminado de maquillarme.

Estaba espléndida. El dorado resaltaba perfectamente en mí, haciéndome sentir como una diosa del Olimpo debido al vestido recargado de diamantes que cargaba, haciendo que mi cintura pequeña resalte y mis caderas moldeen el cuerpo de modelo, el cual es uno de mis mejores atributos.

— Wow...

— ¡Wow!

Stelle me mira con una sonrisa amplia a través del espejo del tocador gigante.

Ella es la señorita que se encarga de maquillarme cada vez que tengo un evento importante.

Los Brutellie's son un matrimonio de empresarios exitosos que diseñan, fabrican y distribuyen materiales y servicios para los mercados de la construcción e industrial. Dándole la posibilidad a MEVIUS de construir sus fuentes de energía. Socios de mi padre, y ahora, socios de mis hermanos. Incluyéndome, por supuesto.
Aunque mi empresa era algo un poco diferente a la de mi familia... pero explicarlo todo en este episodio tomaría años.