EXTRA: Traviesos Ojos Azules.

11 0 0
                                    



; Nicholas Dellacroce
2 de Abril de 2015

— No me jodas.

La expresión de Rojo me causó curiosidad.

Busco la dirección de su mirada casi con desesperación hasta que me quedo perdido en el azul de los ojos de la mejor amiga de Evelyn.

Viktoria D'Mevius.

La menor del Clan, Viktoria D'Mevius. Fua la hija planeada, ya que se dice que desde un inicio, Vittorio esperaba tener una niña. En honor a él, el nombre de su única heredera mujer.

Y la única D'Mevius mujer en mucho tiempo.

La menor de ellos, entra a la sala iluminando cada espacio vacío. Lleva el cabello recogido en una coleta alta dejando a la vista su precioso rostro. Nariz pequeña y alta, pecas en su rostro, una sonrisa femenina y elegante. Dos faroles color cielo capaces de hipnotizar a cualquier persona.

Con el don de enamorarme si se lo propondría.

Un vestido largo color negro, de tela lujosa y suelta, con detalles algo brillantes. Y es que no lo necesitaba. Viktoria era capaz de brillar por sí sola, sin necesidad de ponerse mil accesorios encima.

Es la única mujer destacada entre todas las demás. Es refinada, elegante, inocente y extremadamente femenina. Al punto de querer convertirme en un maldito príncipe para poder estar a su nivel. Cualquier tipo de calificativo simplemente limitaría a esta mujer. Su belleza me recuerda a la luna.

Cintura pequeña y largas piernas que le dan una apariencia más delgada. Su cabello hace contraste con su color de piel y el brillo en sus labios se convierten en una excusa para no quitar la mirada.

Es una princesa. Dulce y delicada, aunque conocía su temperamento.

Venedic me arrancaría la cabeza si me pillara viendo a su hermana como si fuera una obra de arte en exposición y yo su espectador encantado.

Fue peligroso, pero continué.

Me quedo completamente embobado. Incapaz de poder despegar la mirada sobre ella ni formular alguna palabra.

Mi obsesión por molestarla para conseguir un poco de su atención se ha convertido en un desafío.
Su madre la mantiene ocupada en el mundo de la belleza y su padre le da muchísima sobreprotección, por lo que normalmente no suelo verla tan a menudo. Pero cada vez que vuelvo a verla, vuelve a generar una intriga inexplicable en mí.

Eso sí, no falta a ningún cumpleaños de Evelyn. Y yo estoy jodidamente desconcentrado cada vez que se cruza en mi camino.

Siempre supe que Venedic tenía una hermana pequeña. Suele hablarme mucho sobre ella y sus viajes por el mundo junto a su madre, persiguiendo el sueño de ser una reina de belleza y convertirse en modelo. No fue hasta hace dos años, cuando se mudó a Italia para terminar sus estudios aquí. Evelyn y ella se hicieron amigas en el instituto y suele visitar la mansión en ocasiones especiales.

Eso sí, nunca intercambiamos palabras. Más allá de un saludo con cortesía.

No me percato que Evelyn la toma de la mano y se la lleva como a su muñeca preferida. Sintiendo como mi cuerpo se desespera al perderla de vista. Ya que me ha descolocado de mis pensamientos y me he dado cuenta que quedé atrapado bajo el efecto D'Mevius.

Desear lo Prohibido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora